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Apertura del Congreso Internacional de Responsabilidad Social Empresarial, ayer en el ADDA de Alicante.

Empresas con vocación solidaria

El primer Congreso Internacional de Responsabilidad Social llena el ADDA

E. P.

Miércoles, 2 de diciembre 2015, 01:23

El Auditorio Provincial de Alicante (ADDA) acogió ayer la apertura del primer Congreso Internacional de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), al que asisten 1.200 personas. El director general de Aguas de Alicante, Francisco Bartual, destacó ayer que el objetivo de esta cita es dar a conocer «las experiencias que se están haciendo» en España y el resto del mundo en esa materia y que sea desde Alicante desde donde «se marquen las claves» con vistas al futuro. Bartual matizó que «más allá de que las empresas deben ser sostenibles, deben devolver algo a la sociedad de lo que se están ganando» y, en especial, «el respeto y la preservación de los recursos naturales».

Lo dijo antes de inaugurar, junto al alcalde alicantino, Gabriel Echávarri, un evento en el que se han dado cita empresas como Telefónica, Repsol, Loterías y Apuestas del Estado, Aena o Adif. Bartual recalcó que Aguas de Alicante tiene una amplia experiencia en ese sentido con acciones en material social o medio ambiente y, en particular, «la estrecha relación en la gestión de recursos hídricos con respecto a las personas y a las ciudades».

«Fundamentalmente, cuestiones medioambientales», añadió y precisó que «se han triplicado los espacios verdes en Alicante, el tanque anticontaminación de San Gabriel o el parque inundable de La Marjal», que tienen una relación directa «en el bienestar de las personas». Mientras, Gabriel Echávarri insistió en que las empresas tienen «una gran responsabilidad» en la salida «igualitaria» de la crisis y les reclamó que «pongan mucho de su parte para devolver lo que reciben de ella y que RSE no sea una operación más de marketing en su estrategia de marketing, para hacer bonito su producto». Así, solicitó que «devuelvan a la sociedad parte de lo que reciben», primero en sus propios trabajadores «con horarios que permitan conciliar». Puso como ejemplo la alicantina Suavinex, que «tiene salas de lactancia y con horario europeo, porque es una plantilla muy joven y donde trabajan muchas mujeres».

Asimismo, entendió que las empresas «deben dar, también, un paso más, interna y externamente, y que abran un nicho de mercado: la innovación social». «Es buscar soluciones para paliar desigualdades y, además, que permita hacer negocios con ella».

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