Rajoy pacta con Puig enviar 1.300 millones pendientes del FLA 2014 para cerrar el año
El jefe del Consell ve «predisposición» para resolver el problema de la infrafinanciación pero no arranca ningún compromiso al Gobierno
José Luis Morales
Martes, 3 de noviembre 2015, 01:37
Cuatro meses le ha costado al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pisar La Moncloa para reunirse con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Aunque la larga espera, en este caso, ha tenido recompensa para el líder autonómico, que logró arrancar a Rajoy un compromiso de la larga lista de peticiones que traía en el maletín.
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FLA. Puig reclamó la llegada inmediata de los 1.300 millones de euros del FLA para cubrir el déficit que sobrepasó el año pasado. Rajoy aseguró que llegarán.
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Compensación. La Generalitat ha presupuestado 1.300 millones de euros para 2016. El presidente del Gobierno evitó pronunciarse.
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Reforma financiación. Puig reclamó que se inicie ya su negociación para evitar que este período hasta elecciones se convierta en un «tiempo de la basura».
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Deuda histórica. Que el Gobierno articule un mecanismo para condonar deuda de la Generalitat. Un 90%, según Puig se debe a la mala financiación.
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Inversiones. La falta de inversiones es, según Puig, plausible. Aunque pidió a Rajoy que las que ya hay planeadas, se liciten.
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Barco. El Ejecutivo autonómico planteó a Rajoy que desbloquee la negociación para que el ferry cedido por Balearia pueda traer a la Comunitat a 1.200 refugiados sirios.
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Violencia de género. Propuso un pacto de Estado para acabar con la violencia machista. En lo que va de año han sido asesinadas 41 mujeres, 8 en la Comunitat.
Puig aseguró haberse encontrado a un presidente «consciente» de la situación económica de la Comunitat, y prueba de ello es que ha desbloqueado la partida de Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que está pendiente de 2014 «antes de acabar el año». Según explicó el jefe del Consell, Rajoy se ha comprometido a transferir los 1.380 millones de euros pendientes del año pasado, y que permitirán a la Generalitat contar con recursos suficientes para acabar 2015.
Pese a que Rajoy se ha mostrado consciente de la situación de infrafinanciación de la Comunitat Valenciana, Puig no ha logrado arrancarle ningún compromiso para buscar una solución más allá del reconocimiento del problema.
Aun así, el president calificó como positiva la visita por entender que permite «dar un nuevo paso hacia adelante en la visualización del problema valenciano de financiación», si bien, reconoció la «falta de concreción» del Ejecutivo central.
En este sentido, Puig, que trató de ofrecer un talante conciliador y dialogante con el Gobierno central, aprovechó la reunión para realizar una explicación pedagógica de la situación financiera de la Generalitat y de las necesidades de la Comunitat, lamentado a su vez que «el monotema catalán eclipse el resto de asuntos de más interés para los valencianos». Así, el president reclamó un fondo provisional de compensación constitucional de 1.300 millones de euros mientras se negocia el nuevo modelo de financiación, pues entiende que, sin esa inyección de liquidez, «será imposible» cuadrar los próximos presupuestos autonónomicos.
De igual manera, reclamó la quita de la deuda histórica de la Comunitat, como «medida justa de equidad con los valencianos», además de conseguir unas inversiones estatales que «reflejen el peso de lo que aportamos al estado».
Puig aseguró que estas dos medidas son «imprescindibles para garantizar la unidad de España», ya que «sin igualdad de trato entre comunidades y de financiación entre todos los ciudadanos, sean de la comunidad que sean, no habrá unidad del Estado».
Por ello, el jefe del Consell exigió que, a pesar de estar en tiempo de prolongación -por la proximidad de las elecciones generales- «es necesario que comiencen los trabajos para cerrar el próximo año el nuevo modelo de financiación, donde a los valencianos se nos reconozca todo lo que nos deben».
La tensión había sobrevolado el encuentro con la amenaza del Gobierno valenciano de denunciar al Ejecutivo central si el cambio de modelo de financiación no se hacía efectivo. Pero por el momento esa querella no llegará. Aunque el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, calificó ayer la reunión de «profundamente cordial» y reconoció fuera de micro que salía del encuentro más contento de lo esperado. Entre otras cosas porque a además de la llegada del FLA que permanecía retenido, (aunque según Puig, había sido aprobado para el anterior Ejecutivo regional), Rajoy se mostró también abierto a que el barco para transportar a 1.200 refugiados desde Grecia que el Consell y Balearia tenían previsto fletar, pueda finalmente llegar a la Comunitat. Aunque los detalles de esa operación se cerrarán entre los departamentos de Vicepresidencia de los dos gobiernos, según adelantó Puig.
El presidente valenciano no venía demasiado esperanzado a su reunión con Rajoy tras la demora de Moncloa para concertar una cita. El propio Puig aseguró a los periodistas con cierta ironía durante el viaje que no se le había ocurrido mejor 'castigo' para el presidente que el de privarlo de probar el típico dulce de Morella. Los tradicionales 'flaons' que le hubiera gustado entregarle, de no ser por la tardanza del Ejecutivo en concertar una reunión que estaba pedida desde hacía cuatro meses y que el propio Puig reconoció que había quedado desvirtuada con la campaña de las generales. Ayer, junto con Puig tuvieron cita con Rajoy la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla.
Compromís, decepcionado
Sin embargo, las buenas sensaciones del presidente valenciano no fueron compartidas por su socio de Consell. El portavoz de Compromís, Fran Ferri, tildó la reunión de «decepcionante». «A la negativa de Rajoy a revisar durante esta legislatura un sistema de financiación caducado e injusto se suma la paralización en el parlamento español por parte del PP de la reforma del estatuto de autonomía que garantizaba una inversión territorializada justa para los valencianos y el voto en contra a las enmiendas a los presupuestos de 2016 para mejorar esas inversiones», lamentó. Para Ferri «queda claro que para Rajoy y el PP los valencianos solo cuentan como votos y nos tratan como ciudadanos de segunda».
La presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, pidió a Puig que «deje de llorar» por la falta de financiación y «se ponga a gobernar» y «reconozca que gracias a las políticas del PP cuenta con 1.200 millones de euros más» y «tiene aún margen para recortar en cosas superfluas».