La Diputación no mandará los fondos de la ayuda a libros hasta que lo asigne el Consell

La Diputación de Alicante se enteró a través de 'La Verdad' de que tendrá que contribuir con 11,8 millones de euros en dos anualidades de 5,9 para el plan de gratuidad de los libros de texto y material curricular (el conocido '#Xarxallibres'), lo que provocó la «indignación» en el gobierno provincial, según manifestaron fuentes oficiales.

La institución provincial tan solo tenía el convenio enviado por la Conselleria de Educación, publicado en estas mismas páginas, en el que no había consignación concreta de la partida que correspondía a la Diputación, aunque le obligaba a transferir el dinero a la Generalitat Valenciana.

Pues bien, el diputado de Hacienda, Alejandro Morant, ha dado órdenes de que no se haga ninguna transferencia a la Administración autonómica para este programa, sino a los ayuntamientos de la provincia «al mismo tiempo que lo haga la Generalitat Valenciana», explicaron estas fuentes. En el caso de Alicante, el Consell tendrá que poner otros 11,8 millones.

La Diputación «mantiene su apoyo a la iniciativa», aunque preferiría que las ayudas fueran progresivas por renta y no universales, pero se desmarca del convenio enviado por la Conselleria de Educación, que esperaba tenerlos firmados antes del 30 de octubre. Pero parece que no se va a ser posible si la Generalitat no consigna su parte.

El enfado en la Diputación de Alicante es doble: primero, porque desconocían hasta ayer a mediodía la cantidad que les correspondía pagar (y que tendrán que conseguir a través de una modificación de crédito dado las alturas del ejercicio); y, segundo, porque el presidente de la Generalitat no se lo transmitió a su homólogo provincial, César Sánchez, pese a que el pasado jueves se encontraron en dos actos en Alicante: en la toma de posesión del presidente de la Autoridad Portuaria y en la entrega de premios de la Asociación de la Empresa Familiar).

Por el contrario, el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, sí que estaba informado por el propio Ximo Puig, según las fuentes consultadas por este diario.

Segunda afrenta

Esta la segunda ocasión que en la Diputación Provincial se enteran por los medios de comunicación de este plan de ayudas por los libros de texto, ya que el anuncio de este programa también pilló por sorpresa al gobierno provincial, que en un primer momento lo desechó.

El conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, sin embargo, lo negó todo: «Nunca hemos pretendido que fuera un trágala para nadie», aseveró en la rueda de prensa posterior al Pleno.

«No se trata aquí de ponerse medallas, sino de poner libros en los pupitres de los niños», indicó Alcaraz. A pesar de que el Consell no contempla «otro escenario» que el acuerdo, primero tendrá que poner su parte si quiere que las primeras ayudas lleguen a los padres alicantinos en noviembre, como estaba previsto.

La Generalitat intentará conseguir más fondos para posibles «eventualidades», dijo el conseller de Transparencia.