Casi la mitad de las empresas creadas este año en la provincia cerraron en agosto

Si el mes de agosto supuso un claro punto de inflexión en la creación de pequeños negocios a cargo de trabajadores autónomos o por cuenta propia, con 677 bajas en la Tesorería Provincial de la Seguridad Social, la evolución no fue, precisamente, mucho más favorable para las empresas con trabajadores a cargo. Son las denominadas cuentas de códigos de cotización de la Tesorería, que registra las altas y bajas de mercantiles con plantilla por cuenta ajena y con alta también en el sistema de cotizaciones.

Por distintas causas, el fenómeno es tradicional en una provincia con mucho tejido manufacturero, pero va claramente al alza, pese a que es perseguido por la Inspección de Trabajo de Alicante.

De enero a agosto se han creado en la provincia 2.133 empresas con trabajadores ante la Tesorería (diferencia entre las altas y las bajas). La cifra es la más elevada de toda la España peninsular y solo la supera la provincia de Islas Baleares, donde el nacimiento de empresas nuevas suma unas 8.723. Alicante vuelve a liderar, como ya ocurriera en junio y julio, el saldo positivo de negocios con trabajadores a cargo tras despedir agosto con 55.954 en total.

Sin embargo, el excelente dato se ve empañado por la coyuntura del mes pasado. Un mes en el que muchas empresas pequeñas o medianas que están sufriendo la crisis han aprovechado para cerrar definitivamente o, en infinidad de casos, para echar la persiana temporalmente por ser el mes vacacional por excelencia. Una práctica que es sancionable desde el punto de vista administrativo, puesto que supone al pequeño empresario no pagar las cuotas obreras y las nóminas de su plantilla de trabajadores temporales (los indefinidos, en caso de existir en la mercantil en cuestión, sí disfrutan de vacaciones pagadas). Una especie de fraude en la contratación, sumada a otra a la Seguridad Social, según fuentes de Trabajo, dado que las empresas siguen teniendo pedidos y potencial fabricación de productos o servicios.

De la importancia que cobra, año tras año, el mes de agosto como el de mayor número de clausuras (reales o ficticias) de empresas solo un dato. Treinta días antes, en julio, las bajas en la Seguridad Social de Alicante solo sumaron veintinueve, frente a las 817 de agosto. De todos modos, la vecina provincia de Valencia, que, desde principios de año apenas ha creado 200 empresas nuevas en la Seguridad Social, destruye muchas más que Alicante durante el verano. En concreto, se dan de baja 682 en julio y 970 en agosto.

A día de hoy (con el dígito a 31 de agosto), la provincia suma 55.945 empresas con trabajadores a cargo, de las que 1.903 son del sector agrícola, 6.081 de industria, 4.684 de la construcción y 43.277 de los servicios. Es, sin duda, este último sector el más vivo desde principios de año, pero también el más afectado por los cierres en verano, una época curiosamente propicia para el turismo y el comercio minorista, así como la hostelería en general. Cerraron 400 pymes de servicios; otras doscientas fueron de la construcción (algo muy habitual en agosto en esta actividad cuando la burbuja inmobiliaria); otras doscientas en la industria, cuyo segmento de manufacturas, como el calzado y la piel, es el que más trabajo ha dado a la Inspección de Trabajo en los últimos años para combatir este fenómeno de cierres ficticios; el sector agrícola solo perdió una veintena de empresas con trabajadores durante el mes de agosto en la provincia, algo que habla de la fortaleza de una actividad especialmente maltratada por el cambio climático, el debate político del agua y las restricciones que ya se acusan en los trasvases.

La clausura de pymes reproduce en la distribución por sectores, de modo casi mimético, el esquema de las bajas de autónomos con pequeños negocios. Construcción y comercio lideran la desaparición de cotizantes por cuenta propia en la provincia, seguidos de los servicios. En realidad, en agosto se destruyeron negocios en todos los sectores salvo en el de actividad inmobiliaria, como ya informó hace unos días el secretario de UPTA-PV, Javier Pastor. De 677 actividades menos, 194 negocios eran de construcción, 141 de comercio y 88 de academias o escuelas educativas, además de 64 de industrias manufactureras.

Organización del trabajo

Pese a todo, la provincia sigue representando un foco de creación de tejido empresarial que no tiene parangón en el conjunto de España. Las 2.133 empresas nuevas de alta en la Seguridad Social entre el 1 de enero y el 31 de agosto es una cifra que solo supera la provincia de Islas Baleares (con 8.723 nuevas pymes con empleados a su cargo).

La patronal alicantina Coepa no oculta su preocupación. El secretario general Fermín Crespo admite que «no es normal» que la cifra de cierres empresariales se duplique en agosto respecto al mismo mes del año anterior. «Igual tiene que ver con la organización del trabajo de sectores no estacionales, pero rompe con la estabilidad del tejido productivo de otros años». En cualquier caso, Coepa cree que «seguramente habrá influido algo una mayor estacionalidad en esas empresas, en la organización del trabajo o en otros factores internos, pero, en cualquier caso, hay que estar atento, y la Inspección y todos los agentes sociales debemos estarlo, en el cumplimiento estricto de la norma, porque si eso algunos empresarios lo usan para competir en desigualdad de condiciones habrá que atajarlo», añade Crespo.