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Vicente Climent posa para la entrevista en la casa consistorial de Alicante.
ENTREVISTA

«Hay que trazar una hoja de ruta con los institutos tecnológicos; las capillitas se van a terminar»

conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo

JOSÉ LUIS MORALES

Lunes, 10 de agosto 2015, 00:31

clara que ha faltado. Eso se va a terminar.

-Respecto a los horarios comerciales, ¿cuál será la línea de actuación de la Conselleria?

-Nuestro modelo está al lado del pequeño y del mediano comercio. En las zonas de gran afluencia comercial ya hemos hablado con algún concejal para revertir esos horarios extra a pesar de que puede haber algún problema. Creemos que es necesario que dentro del Observatorio del Comercio se alcance un acuerdo que sea bueno para todos, tanto grandes superficies como pequeños comercios.

-Otro tema pendiente es la instalación de Ikea en Alicante, ¿cuál es su posición?

-En principio el Consell tomó una decisión nada más tomar posesión, que es paralizarlo todo. Ahora vamos a esperar a que el Ayuntamiento, que es quién está trabajando con los propietarios de los terrenos, nos diga qué es lo que piensa que es lo mejor.

-¿Sería partidario de permitirlo, al menos parcialmente?.

-Si soy serio y riguroso, a mí la figura del ATE no me gusta, porque creo en la autonomía municipal y porque creo que los Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU) deben nacer desde la base de la participación general de la ciudadanía. Estoy en contra de todo aquello que se hace desde arriba para fomentar el pelotazo urbanístico. Otra cosa es que hay una legalidad y una normativa, y que haya gente que pueda acogerse a la misma. Ya nos llegará la decisión del Ayuntamiento, la estudiaremos y actuaremos en función de ambos factores.

-¿Qué pasará con el Centro de Formación de Coepa?

-El tema de la formación hay que revisarlo en profundidad, porque pensamos que tiene que estar en continua conveniencia con las necesidades de inserción laboral, por lo que es necesario un contacto permanente con los empresarios para saber las necesidades reales que tienen de gente y especialistas muy concretos, y en función de las necesidades sacar los cursos adecuados.

-Pero, ¿se mantendrán las subvenciones?

-Vamos a revisarlo todo en profundidad. Es muy pronto para tomar decisiones.

Tras varias legislaturas al frente del ayuntamiento de Muro de Alcoy, esta legislatura ha dado el salto a la política autonómica dentro de la coalición Compromís tras ser elegido, primero diputado en Les Corts y hace algo menos de un mes, conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo. Desde ahí podrá contribuir a la transformación del modelo productivo de la comunidad, uno de los grandes retos del nuevo Consell. Rafael Climent defiende un modelo diferente, la economía del bien común, que pone en el centro a la persona, desde la sostenibilidad y la ética frente a la economía especulativa. Rechaza radicalmente actuaciones como la de Ikea en Alicante y anuncia que se va a revisar todo el sistema de subvenciones.

-Después varios años siendo alcalde, ¿qué supone ser conseller?

-Una responsabilidad muy grande. El hecho de ser alcalde al lado de gestionar todo un país, parece como si hubiera estado gestionando un juguete, sobre todo si tenemos en cuenta lo que supone una conselleria como esta de Economía Sostenible Sectores Productivos, Comercio y Trabajo por su complejidad y la importancia de las decisiones que se pueden adoptar y su influencia en la sociedad. El tema de la industria es importantísimo, el de la energía básico y el empleo también, ya que es el departamento que podrá marcar el panorama de futuro para la Comunitat.

-¿Haber sido alcalde le beneficia?

-Me ayuda muchísimo. Haber estado 17 años al frente de un ayuntamiento y haber tomado decisiones día a día es fundamental para intentar gestionar después cualquier otra administración. Además, yo siempre he dicho que cualquier diputado, conseller o presidente antes debería haber pasado por la base, es decir, haber sido concejal o alcalde de un pueblo, porque ese contacto con la gente no se pierde nunca y es fundamental para ser conocedor de los problemas reales de la gente.

-¿Cuáles son los principales retos de su departamento?

-El principal reto es generar ocupación. Si lo conseguimos, regeneramos el bienestar social y la cohesión social, creamos riqueza y lograremos una sociedad mejor.

-¿Cómo lo va a conseguir?

-Apostando por la innovación y la tecnología, incidiendo también en la reindustrialización del territorio, en la internacionalización de las empresas y abordando el tema energético... Hay muchas cosas que hacer. Todo eso, partiendo de la base de que tenemos unos sectores tradicionales y una pequeña y mediana empresa potente a la que debemos ayudar para generar ese valor añadido que mejorará su competitividad.

-¿Y cómo encajan esos retos en el modelo de la economía del bien común que usted defiende?

-Con una facilidad suprema. Los retos de la economía del bien común no son ni revolucionarios, ni utópicos, son muy evidentes. Se trata de incluir criterios de transparencia, participación, justicia... Lograremos implantar el nuevo modelo sostenible frente a la competitividad de la economía especulativa del sistema que tenemos. Queremos que las personas sean el centro de esa nueva economía y así podremos construir un día a día positivo y prometedor para las personas que viven en un territorio.

-¿Tiene algún ejemplo de cómo aplicarlo desde el Consell?

-En ello ya se está trabajando. Tenemos que legislar para que la economía de bien común no solo se aplique por voluntad personal, sino generando algún tipo de incentivos fiscales u otras ventajas o normativas que fomenten la ética empresarial para que se aplique en nuestras empresas.

-¿Es muy parecido al cooperativismo?

-Está muy relacionado, forman parte del ADN de la economía del bien común. De hecho, una de nuestras apuestas es potenciar y seguir impulsando el cooperativismo, porque está generando mucho empleo, contribuye a la conciliación de la vida laboral y familiar y a la igualdad salarial... Además, tienen un sistema democrático de decisiones, son transparentes, participativas, respetan el medio ambiente...

-Las políticas industriales se reparten entre esta conselleria y la de Hacienda. ¿Cómo se van a articular para evitar interferencias?

-Tenemos un pacto entre dos partidos, y l'Acord del Botànic entre tres formaciones, hemos de generar sinergias entre todos, como hemos hecho con el mestizaje, donde estamos mezclados los dos partidos que gobernamos en todas las consellerias. Debemos tener una interrelación entre todos para articular un nuevo modelo productivo a medio-largo plazo. También es necesario que participen otros departamentos como educación, porque no se puede hablar de un cambio de modelo productivo sin la educación, ni sin una política global.

-¿Cómo se va ayudar al textil, calzado, juguete..?

-Principalmente en aquello que sea innovar y aplicar nuevas tecnológicas, fomentando acciones que favorezcan la introducción diseño y el valor añadido para abrir mercados, así como favorecer líneas de financiación que les permita realizar inversiones.

-¿Va a haber alguna línea roja?

-No, nuestra apuesta es el diálogo. No vamos a negar el diálogo a nadie y más en aquello que sea apostar por el futuro de nuestro país.

-¿Qué papel van a jugar los institutos tecnológicos?

Tienen un papel fundamental como instrumento de apoyo de las empresas a la hora de innovar.

-La situación de algunos es crítica...

-Hemos encargado informes para saber su situación real, porque somos conscientes que no todos están en las mejores condiciones. Y a partir de ahí, desde el diálogo decidiremos qué se hará.

-¿Mantendrán la línea de fusiones previstas por el anterior Consell?

-No vamos a decidir nada. Vamos a ver la realidad, y a partir de ahí, iremos hablando y tomando decisiones. Lo que he visto hasta el momento es que no se ha planificado nada a medio plazo, solo se han ido creando muchas capillitas, sin una hoja de ruta.

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