«Debemos ser españoles con los mismos derechos que el resto»
President de la Generalitat
MARTA HORTELANO
Domingo, 28 de junio 2015, 08:42
Ximo Puig (Morella, 1959) recibe en su primera mañana como Molt Honorable. Su agenda es frenética y el ritmo de llamadas en su teléfono tiene una cadencia de infarto. Todavía sin el halo mágico que envuelve a los presidentes, quizá porque aún no se ha instalado en el Palau, aún no se gira cuando alguien lo llama president. Tiempo al tiempo.
-¿En qué pensó la primera noche que se acostó como presidente?
- Que tengo muchísima responsabilidad. Cuando estaba solo pensé en mi abuelo, que estaría encantado, y en mis padres, y en toda la gente que se ha sentido concernida.
-Tiene hijos, ha escrito un libro, incluso es presidente. ¿Le queda por plantar un árbol?
-No, ya lo he plantado. Cuando era alcalde hacíamos el Día del árbol. Pero me queda casi todo por hacer.
-Desde el 24M ha creído en algún momento que no lo conseguiría...
-Nunca me he planteado ser presidente como un objetivo histórico. La historia se escribe por los distintos acontecimientos que van pasando. No hay un determinismo histórico. Creía que lo que ha pasado era lo razonable y siempre he pensado que todos deberíamos entender cuál era el nuevo momento. Lo pensé más al principio, pero después ha ido todo bien.
-Lerma dijo en una entrevista que era mejor que usted gobernara solo, en minoría. ¿Cree que le acabará dando la razón?
- No. Creo que lo mejor es que un gobierno tenga la mayor solidez parlamentaria posible. Y que además represente al mayor número de ciudadanos. Los valencianos han decidido que en la Comunitat nadie gobierne solo. Tampoco el PP. Yo creo que incluso como operación de nueva cultura política es muy interesante. Efectivamente es muchísimo más complejo que hacerlo en solitario, pero hay otros aspectos que van a mejorar porque vamos a ser más sensibles a más gente
-¿Le ha dado algún consejo?
-Bueno, siempre me da consejos. Para este momento aún no, pero hay una cosa que es fundamental. Intento aprender todos los días de todas las personas con las que hablo y le aseguro que siempre aprendes si tienes una capacidad de escuchar. Siempre aprendes. No tengo ningún rubor a decir que escucharé los consejos de Lerma y de los otros expresidentes si quieren aconsejarme.
-¿Y usted le ha pedido alguno?
-Aún no. Pero él sabe que mi relación con él es lo suficientemente entrañable y sincera como para que él me diga lo que quiera y yo le haré caso en lo que quiera también.
-Lo tenía el jueves como brújula, arriba en la tribuna...
-Nuestra relación es de tal sinceridad y nivel de afecto que en ocasiones no coincidimos, pero eso no significa nada. Cada uno tiene su manera de entender las cosas. Pero desde luego yo creo que escuchar es un elemento básico y una atributo fundamental para ser político.
-¿Qué imagen tenía de Mónica Oltra el 23 de mayo y cuál ahora?
-De una persona luchadora, que ha sabido capitalizar bien lo que era un momento de oposición política. Ahora la conozco más y por tanto le tengo mayor afecto y estima porque creo que es una persona con valores y principios. Que podamos discrepar en algún momento, que ha pasado y pasará, no significa que no aprecie lo que ella tiene, sus valores. No sólo los de su acción política, sino sus principios y convicciones.
-¿Cree que ella desconfiaba de usted porque su relación con Enric Morera es más cercana?
-Con Morera tengo una buena relación. Es el responsable del Bloc y desde que soy secretario general he querido tener una buena relación con todos los partidos. Es cierto que con él tenía más relación, pero creo que eso no impide que la relación con Mónica no sea buena. Se trata de no incompatibilizar relaciones, lo bueno es entender que la pluralidad es eso. Lejos de maniqueísmos y sectarismos. Definir a los demás en función de tus ojos. Eso es lo que intento decirle a Punset siempre.
-Igual se lo dice en valenciano y no lo entiende...
-No, le hablo en castellano.
-Todos los pactos que el PSOE ha hecho con nacionalistas han acabado mal . Recuerde a Montilla o a Touriño.¿ No teme que le pase lo mismo?
-Cada situación hay que analizarla de una manera adecuada a su realidad concreta. En eso sí que el marxismo aportó algunas ideas metodológicas aplicables aún. Cada lugar tenía unos entornos determinados. Touriño tomó decisiones poco acertadas muy al final de la legislatura, porque el gobierno estaba bien valorado. En el caso de Cataluña, duró ocho años y después el PSC ha tenido grandes dificultades porque ha intentado poner raciocinio en un debate que tiene tintes poco racionales y eso es difícil. Es evidente que cualquier gobierno de coalición siempre tiene riesgos, como lo tienen uno en solitario. Pero ahí estará nuestra pericia y nuestra capacidad para que los socios crezcamos juntos.
-¿Cómo desatascó lo suyo con Oltra en aquellos cinco minutos a solas en Les Corts?
-Eso forma parte del secreto de sumario. Fue una conversación sincera, personal y muy importante.
-Pero se creyó su palabra desde ese momento...
-Fue un punto de inflexión. Si no había acuerdo antes no es porque no me creyera su palabra.
- Su carta a los Reyes Magos del debate de investidura, ¿con qué dinero se pagará?
-Se va a pagar primero consiguiendo que los valencianos seamos unos españoles con los mismos derechos que el resto. Se trata de esto. En lo práctico y cotidiano, vamos a gestionar mejor, más eficazmente y a priorizar el gasto social.
-Pero, mientras, la ley de estabilidad presupuestaria manda...
-En eso ya estamos en estos momentos. Lo primero que tenemos que hacer para actuar con seriedad y rigor es saber cómo estamos de verdad. A día de hoy, nosotros estamos creyéndonos lo que ha dicho el conseller Moragues, pero eso es una parte de la verdad. No es toda.
-Montoro no se lo cree...
-Exactamente, podemos creernos una parte. Pero sabemos que esa no es toda la verdad. Sí sabemos que de aquí a final de año necesitamos 1.200 millones en Sanidad y eso es lo que hay que saber. De qué partimos. Lo que yo expuse es nuestro proyecto de gobierno, que va a desarrollarse en la medida en que pueda ser factible desde el punto de vista económico. Es un programa para cuatro años, no para cuatro meses.
-Reclamará una nueva financiación incluso en los tribunales. ¿Y la deuda histórica?
-Por supuesto. Hay un incumplimiento flagrante de la Lofca y de la propia Constitución. Cuando los valencianos recibimos seis veces menos que otras comunidades para los mismos servicios, es evidente que hay un problema de falta de equidad e igualdad y la Constitución dice que debe haber igualdad entre los ciudadanos. Y aquí eso no está produciéndose. No queremos empezar por la etapa judicial, sino por el acuerdo. Quiero plantearle a Rajoy el día que me reciba cómo está la situación. Porque él sabe cómo está y el Ministerio de Hacienda lo sabe. Si eso es así, no se puede continuar mirando hacia otro lado. Desde la óptica de Rajoy, lo que pasa ahora es que está desatendiendo a una parte de los españoles.
-Montoro ya ha dicho que aquí a elecciones no habrá cambio.
-Pues tendrá que haber algún tipo de solución provisional. Un mecanismo extraordinario... que le ponga el nombre que quiera...
-Pero luego le cobrarán intereses por ese dinero prestado...
-Eso hay que vincularlo después a la deuda histórica, que es de 13.000 millones. Lo razonable es que se costeen los préstamos del Estado con una quita de deuda. Que los intereses de esos planes se compensen con lo que el Gobierno ya debe.
-El conseller de Hacienda tiene una importante misión el jueves: ir al CPFF. ¿Le trasladará un recado a Montoro?
-Lo más razonable es que se aplace hasta que estén constituidos todos los gobiernos autonómicos.
-¿Y si no se aplaza?
-Lo primero que le diremos es que lo que no puede es haber aceptado un presupuesto hinchado y que ahora quiera hacer pagar la mala gestión al nuevo gobierno. Es absolutamente desleal esa actitud. Esperamos de verdad que no se concrete la amenaza.
-Ahora tendrá fuerza común con comunidades como Andalucía o Castilla-La Mancha.
-En el futuro, porque el jueves no. Lo razonable sería esperar una semana.
-Susana Díaz le dijo que le iba a ayudar con los empresarios por testigos.
-El Consejo de Política Fiscal no es problema de partidos, sino de territorios y comunidades. No todas las comunidades tienen los mismos problemas que la Comunitat, que está peor. Nuestro nivel de exigencia es mucho mayor.
-Pedro Sánchez también está por esa labor.
-El nuevo asesor económico de Sánchez también nos ayudará, Jordi Sevilla.
-¿Ve posible que el Ministerio retenga fondos de la financiación?
-Yo lo que creo es que sería una enorme deslealtad que tendría su respuesta. Pero prefiero empezar pensando que podemos dialogar
-¿Qué le va a encargar a la Sindicatura de Comptes?
-Una auditoría con distintos apartados específicos para que se dé respuesta a estas situaciones. Para conocer toda la verdad del conseller Moragues. Habrá un catálogo de cuestiones que pensamos que prioritariamente debe conocer el conjunto de los valencianos.
-¿Le preocupa que las grietas en el seno de Compromís afecten a la estabilidad del Consell que va a presidir?
-No. Creo que es normal que en un momento determinado en el que hay que nombrar un gobierno existan ciertas tensiones. Sobre todo en grupos que son coaliciones. La formación de gobiernos, hasta en mayorías absolutas, surgen problemas. Hay sensibilidades diferentes, maneras de pensar diferentes, intereses diferentes. Eso es lo que hay que combinar.
-Altos comisionados.
-Son figuras de carácter transitorio para pilotar proyectos que después pueden tener otro tipo de traslación final. Estará el de la creación de la Agencia de Innovación y para la reapertura de RTVV.
-¿Sigue pensando que será posible reabrir RTVV el 9 de octubre? ¿De qué depende y con cuántos trabajadores? ¿Y se verá TV3?
-Nosotros queremos que cuanto antes vuelva a existir una televisión pública valenciana, pero también sostenible y, sobre todo, que sea en valenciano. Si puede ser el 9 d'Octubre, mejor que mejor. Tiene que ser una televisión sostenible y, por tanto, no puede tener 1.800 trabajadores. Es que ni siquiera la mitad. Pondremos la reapertura en manos de la Abogacía de la Generalitat que es la que tiene que marcar los plazos y posibilidades.
-¿Y TV3?
-Se verá en la Comunitat cuando RTVV se vea en Cataluña. Es evidente que se trata de algo posible y relativamente sencillo de hacer y trabajaremos para que así sea.
-¿Quién estará en su núcleo duro en Presidencia?
-Me voy a rodear de un equipo reducido pero conocido porque son los que ya están conmigo y con dos condiciones muy importantes. Son buena gente y muy capaces. Si sólo tuvieran una de esas dos condiciones, no sería suficiente.
-¿Va a cambiar la ley del estatuto de los expresidentes como le ha pedido Podemos?
-Todas las reformas institucionales hay que hacerlas acordadas y dialogadas, Yo coincido en que haya cosas que hay que cambiar, pero hay que hacerlo sin revanchismo ni cortoplacismo. Hay que darle una solución que sea institucionalmente razonable. Los expresidentes deben tener un papel y lo tienen normalmente en las democracias. Otra cosa es que no tengan un privilegio específico. Pero pueden ayudar.
-Su socio, Antonio Montiel, se abstuvo. ¿Se fía de él?
-Fue la plasmación de que su apoyo era crítico. Pero lo que él votó sólo lo puede explicar él. No quiero hacer problemas donde no los hay. Lo que quería era trasladar que su apoyo es crítico. Yo lo agradezco, porque no pido un cheque en blanco a nadie. Tampoco a mi grupo, al socialista.
-¿Sigue pensando que algunas de las reflexiones de Podemos recuerdan a pensadores cercanos a Mussolini como dijo?
-Fue una demostración de lo que es en estos momentos la esquematización del debate político. Yo hice una reflexión respecto al concepto casta, no descalifiqué en absoluto a Podemos. A veces es difícil poder argumentar más allá de un tuit. Y eso es un grave problema para el discurso político. Podemos había surgido como respuesta a nuestras insuficiencias y creo que iría bien para la reapertura de un debate político nuevo. A partir de ahí dije que un movimiento nuevo no necesariamente tenía que traer ideas nuevas. Mi respeto absoluto. Nunca he descalificado a nadie. Ni al PP:
-¿Trasvases sí o no?
-¿Trasvases de qué?
-De agua. Sus socios de gobierno son antitrasvasistas.
-Hagamos una política del agua laica. No seamos fundamentalistas. Busquemos soluciones realistas, razonables, aplicables. No se trata de sí a las desalinizadoras o no a trasvases. Hay que cambiar la cultura del agua porque va a ser uno de los problemas más graves que va a tener este país en el futuro y tenemos que darle toda la seriedad. Vamos a hacer algunas cosas importantes en el tema del agua que hoy aún no tengo concretadas.
-¿Qué hacemos, por ejemplo, con la desalinizadora de Torrevieja?
-Hay que optimizarlas y utilizarlas lo antes posible y que los costes sean los menos posibles. Yo creo que estas inversiones en el futuro van a ser muy eficaces. Ese tipo de maniqueísmos respecto a las desalinizadoras, aquellos de que eran las centrales nucleares del mar, son cosas totalmente fuera de lugar porque hay en Canarias, en Europa... y no tienen ningún tipo de problema. Y eso sí es agua para siempre. Pero el problema es el consumo energético, que habrá que ver cómo se puede reducir.
-¿La prioridad de la política geoestratégica debe orientarse a Madrid o a Barcelona?
-Tenemos que reposicionarnos en toda España. levantar la hipoteca reputacional que tiene la Comunitat Valenciana y establecer lo que es la verdad, un nexo de unión entre toda España. Es una comunidad amable, que puede servir de pegamento de España. Nuestra visión con Cataluña es también positiva.
-¿Cuánto tiempo cree que necesitará para que se note la mano del nuevo gobierno?
-Desde el primer día.
-¿Sería un fracaso que Compromís superara en votos a su partido en las próximas generales?
-No estoy en ese planteamiento en estos momentos.
-Anunció que el PSPV no preguntará al presidente en la sesión de control. Lo hará Compromís?
- Es una decisión suya. No es exactamente lo mismo en este caso, porque el presidente del gobierno será del grupo socialista.
-¿Qué hará con la reforma del Estatut en Madrid?
-Levantar el veto cuanto antes. Lo más rápidamente posible. Es una cuestión que tenemos que hablar y decidir desde el Consell y planteárselo al parlamento.
-¿Cuál será su línea roja para que un cargo dimita?
-Está fijada sobre todo en la responsabilidad política antes que la judicial. Hay que asumir la responsabilidad política. Yo intentaré reforzar el planteamiento ético general. Los jueces no tienen que marcar la política. Mi línea es aplicar el sentido común. Si una persona no es de fiar porque toma decisiones que no forman parte de un código ético normal, no debe estar en política. Hay cosas muy flagrantes como no pagar impuestos. Aunque no sea un delito porque ha estafado menos de lo que pide un delito, es evidente que no es razonables en términos de la administración de los recursos públicos.
-¿Abrirá las puertas del Palau para que la gente lo visite?
-Claro que se van a abrir. El Palau es de todos, me gustaría que tuviera más conexión con la ciudadanía, pero es verdad que desde el punto de vista del edificio, las posibilidades no son las mismas. Las instituciones son de los ciudadanos y al margen de que eso lo dice todo el mundo, tenemos que buscar efectos de gestualidad que lo impliquen. Hay que hacer un gran ejercicio de recuperación del afecto de los ciudadanos a la Generalitat.
-Escuchando a Carolina Punset en el debate, hubiera sido buena idea gobernar con su apoyo?
-En algunos temas no, pero en otros sí.
-El valenciano, política educativa...
-Ahora se trata de conocer bien todas las sensibilidades de esta comunidad y la complejidad. Ella representa a una sensibilidad y creo que hay que atender y combinar. El debate sobre el papel del valenciano en alguna medida se superó ya.
-Ella dijo que era un idioma entrañable que no servía para la economía.
-No quiero que esta cuestión vuelva a polarizar la vida política valenciana. El valenciano es nuestra lengua, no es por molestar a nadie. Hablamos valenciano porque es la lengua que nos han enseñado nuestros padres, una lengua viva y que desde luego claro que sirve. Mire si sirve, que sirve para entender la vida.
-¿Cómo se vive en un PSPV pacificado, sin el ruido interno?
-Se vive mucho mejor. No echamos nada de menos.
-Situó a independientes en su lista. ¿Lo repetirá para la candidatura al Congreso?
-Ya hablaremos de aquí a entonces.
-Es usted heredero de Joan Lerma. ¿Quién le gustaría que fuera el suyo?
-Reconozco que soy el heredero de muchos. Hay mucha gente en la vida política de la que he aprendido: de Ernest Lluch, del alcalde de mi pueblo que se llamaba Paco Blasco, de la UCD, de gente muy diversa. Del republicanismo cívico que era abierto, de gente honrada. Me siento heredero de toda esa gente y me gustaría que parte de todo eso que yo he aprendido y que son los principios que tienen que ver con los principios de la Ilustración, el sentido republicano de no dogmatismo y no frentismo, me gustaría transmitir a un grupo de dirigentes jóvenes que garantizan la continuidad de la socialdemocracia. Como dice Toni Llull, seguro que no ha sido una historia brillante, esplendorosa y no lo será en el futuro, pero es lo mejor que le ha pasado a la humanidad en términos políticos.
-El capote que le echó Colomer, ¿cómo le será recompensado?
-No será recompensado porque es un activo muy importante del PSPV y estará donde corresponda en cada momento. Él es una persona leal a esta organización y leal a nuestros principios. Él ha actuado como si fuera un presidente para toda la legislatura.
-¿Se irá de vacaciones?
-Algún día seguro, por supuesto. Llevo desde antes de las primarias sin vacaciones. Han sido años trepidantes. Necesito descansar para empezar con fuerza.
-¿No le da miedo dejar a la número dos al frente a la primera de cambio?
-No, qué va. En absoluto. Tenemos que ponernos de acuerdo en cómo lo hacemos.