Otro sueño frustrado para el Elche

Por segundo año consecutivo el Elche CF Sala ha dicho adiós al sueño de Primera. El conjunto franjiverde no pudo materializar el trabajo de toda una temporada en la que se han dejado la piel para conseguir un ascenso que se les ha vuelto a escapar tras rozarlo con las yemas de los dedos. El cuadro de Óscar García Poveda luchó hasta el último segundo del cronómetro pero se topó con un Brihuega enorme en defensa y no pudo forzar el tercer partido de la final del 'play off'. El 6-2 que los briocenses endosaron en la ida han sido una losa difícil de superar para los ilicitanos, que desde el primer minuto se volcaron en la meta defendida por Luque, el otro gran héroe de la noche para los visitantes. El Brihuega cimentó su ascenso a base de trabajo, entrega y picardía. Se defendieron con uñas y dientes y siempre que el Elche CF Sala lo exigía a base de disparos, ahí aparecía la figura de su meta.

El hecho de tener que ir a tumba abierta a por el partido para amarrar la victoria que posibilitara el tercer choque hizo que la defensa flaqueara en ocasiones, lo que los briocenses supieron aprovechar por mediación de Blecua, que marcó los dos goles del partido y certificó el ascenso a Primera División. El primer tanto del '8' rival llegó tras la reanudación y fue un golpe difícil de encajar para un Elche que solo con la entrada de Óscar reaccionó.

Ambos goles fueron calcados. Rápidos contragolpes, balones al segundo palo y ahí apareció Blecua para remachar por dos veces. El Elche CF Sala lo intentó con rápidas triangulaciones y mediante disparos de media distancia pero no percutían la meta de Luque. Pitu, máximo goleador del torneo, jugó tocado de su tobillo y se notó. Su presencia no fue la habitual y los suyos le echaron de menos. Perdonó cuando en la recta final tenía claro un disparo pero optó por el pase y cayó en nada. Los franjiverdes murieron dejándose hasta el último aliento en la cancha de un Esperanza Lag hasta los topes. Ya con portero-jugador, los ilicitanos intentaron la machada pero el Brihuega no soltó prenda. Juanjo y más tarde Carrión lo intentaron con potentes disparos que no encontraron portería. Con el pitido final la fiesta de los azules fue máxima y las lagrimas locales comenzaron a brotar. El palo es mayúsculo, ya que eran muchas las esperanzas depositadas este año en un ascenso que se vuelve a escurrir.