«En España se dice que hay transparencia, pero no existe»
Alana Moceri, experta en comunicación política y profesora de la Universidad Europea de Madrid, impartió ayer una charla en el ADDA sobre los modelos políticos español y estadounidense
Eneas G. Ferri
Sábado, 28 de marzo 2015, 01:02
Si se obvia el acento inglés en determinados sonidos, se podría decir que Alana Moceri habla un perfecto español, buena muestra de su experiencia en comunicación política, incluso como integrante del equipo de campaña de Barack Obama en España para las últimas dos elecciones. Este puente de conocimiento permite una perfecta comparativa que ofreció en el III Seminario de Comunicación Política e Institucional de Alicante.
- Es tiempo de campaña electoral en España. ¿Es un buen momento para aprender y actuar para los comunicadores?
-Es genial. Me encantan las elecciones y la democracia, como supongo a todos los que trabajamos en ello. Además, el panorama español es muy interesante con el nacimiento de nuevos partidos. Veremos como acaba, porque a veces la intención de voto no se da igual a la hora de meter la papeleta en la urna. Pero, de momento, vemos como los nuevos se acercan a la gente y los mayoritarios están estancados en políticas antiguas y desaprovechan un montón de oportunidades, sobre todo el PSOE, que tiene mucha gente que le votaría y no lo hace porque no saben pedírselo bien.
- Cómo deberían pedir esos votos?
- Haciéndose tangibles a los votantes. Acercándose a ellos. No sólo el PSOE, todos los partidos aunque Podemos ya lo haga bastante. En Estados Unidos, los políticos participan de encuentros con la gente en la calle, con personas de todos los partidos, no sólo el suyo. Los mítines españoles con los militantes es tirar el dinero a la basura. Es hacerse una foto y que salga en los medios, pero no logra votos. Hay que utilizar todas las herramientas, como las redes sociales, pero para acercarse al ciudadano.
- ¿Cree que los políticos españoles están preparados para acercarse directamente a los ciudadanos sea en persona o por redes sociales?
- (Risas). Conozco a algunos, como López Aguilar, que tienen su propia opinión y pueden dialogar con cualquier persona. Pero en general, los políticos españoles deberían mejorar su nivel. No puede haber casos patéticos como los que hay, que no saben hablar o escribir. En Estados Unidos se tienen que realizar sus campañas en sus distritos y desde ahí ir escalando. Pasan por todos los estamentos hasta llegar a altos cargos. En España cualquiera elige a cualquiera, aunque no haya hecho más que acompañar a alguien.
- ¿Tan atrasada está España políticamente en comparación a Estados Unidos?
- Aquí se hacen las campañas como se hacían en Estados Unidos en los ochenta o, como mucho, los noventa. Es una guerra de medios y sólo salir en los medios parece que dará votos. En cambio, un estudio revela que acercarse a la gente y abrir las campañas es lo que atrae a más votantes, sean de tu partido que no votaban o sean de los llamados indecisos. Las redes sociales no son un fin, son un medio más y si tienes que hacer acciones en ellos deben conseguir votantes. Si no, no las hagas. No se puede ser unidireccional como sucede en España.
- También habrá cosas que España no debería importar de USA.
- Sobre todo una. La financiación privada. Cuando los partidos dependen de las empresas pasan a servirles a ellas y a no actuar para los ciudadanos. Es una corrupción legal.
- Quizás sea mejor una corrupción legal que la ilegal que sufre España cada día.
- Estamos hablando de un sistema. Por sistema, en Estados Unidos están registradas las donaciones. Pero en España no se quiere que se sepa lo que da cada empresa a cada partido y se produce la corrupción de manera ilegal. Tanto la legal de Estado Unidos como la ilegal de aquí se evita como transparencia. Y lo mejor sería el sistema español con transparencia, por eso lo de no importar la financiación privada.
- ¿Cree que realmente se trabaja por la transparencia en España?
- Los políticos españoles hablan de la transparencia, pero no existe. Hacen páginas web, dicen que publicaran cuentas, pero se sabe que publican y esconden lo que quieren. Ahí entran en juego los medios de comunicación. Deberían investigar, meterse donde no quieren que se metan los políticos. Ser, realmente, un poder vigilante contra la corrupción y en busca de la transparencia.
- Sin embargo, los macrogrupos de comunicación están cerca de los políticos, tanto en España como en Estados Unidos. ¿Cree que los medios pueden realizar la labor de vigilancia para la que están?
- Es cierto que hay macrogrupos de comunicación que van de la mano de los políticos de su ideología. Pero también hay medios libres y periodistas libres. Hay medios que se financian por donaciones y no dependen de las empresas o de los partidos. Ese es el modelo que debe crecer junto a los periodistas libres, los que escriben en sus propios medios. Hay una clara tendencia en los ciudadanos a seguir a determinados periodistas. Ahí está el modelo a seguir y el que debería crecer para lograr una mejor democracia y un periodismo que cumpla su función.
- ¿Cómo valora el desprestigio de la política actual?
- El desprestigio pasa aquí y en muchos otros países, pero de la misma manera que pasa con los periodistas. Es más fácil para el sistema que no se impliquen ni los políticos ni los periodistas. En un estudio de Transparencia Internacional no ponía tan mal a España. Estaba cerca de Estados Unidos y de otros países que parecen mejor valorados.
- Finalmente, una reflexión general. ¿Hacia donde debe dirigirse la política española?
- Hacia los ciudadanos, hacia la gente. Partidos como Podemos o Ciudadanos lo están haciendo, aunque poco a poco. Los partidos mayoritarios deben unirse a estas medidas, proponer otras y aprovechar los muchos afiliados y seguidores para conseguir mejores resultados políticos y, con ello, lograr que mejore la democracia. Es necesario cambiar las estructuras y hacer una ley que obligue a tener una transparencia real.