Emprendedor, fallero y amante de las motos acuáticas

Rafael Núñez, casado y padre de un niño, tuvo su arraigo empresarial en Sagunto y Castellón. Fue fallero desde su infancia en Puerto de Sagunto y adora las motos acuáticas, con logros deportivos a nivel nacional, y el mundo náutico en general. Los negocios que alumbró Núñez eran de lo más variopinto: intermediación comercial, venta de calzado y ropa de piel, transporte de mercancías por carretera, mudanzas, restaurantes y hasta centros de peluquería y tratamientos de belleza. Antes de entregarse al narcotráfico a gran escala, en su niñez, fue presidente infantil de la falla El Palleter de Puerto de Sagunto.