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Invernadero de ensayos con tomates en cultivo hidropónico en el centro de Cajamar en Paiporta. :: V. gil
Tomates que resistan olas de calor

Tomates que resistan olas de calor

La Fundación Cajamar participa en un proyecto europeo en busca de variedades que produzcan bien con altas temperaturas

V. LLADRÓ

Miércoles, 13 de julio 2016, 00:05

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Hasta los productores del famoso tomate valenciano del Perelló se ven obligados a desplazar en pleno verano parte de su cultivo a comarcas más al interior, buscando terrenos que gocen de temperaturas más frescas, al menos durante la noche, para poder seguir ofreciendo a los clientes su artículo estrella. Porque, como explicó ayer Carlos Baixauli, del centro de experiencias agrícolas de la Fundación Cajamar en Paiporta, ya no se trata tanto de ofrecer producciones de primor, sino asegurar la continuidad en el suministro. Una condición que se ve comprometida cuando el estío llega a sus máximas temperaturas de julio y agosto, porque las flores de las plantas de tomate dejan de cuajar por encima de 34-35 grados. Y además, muchos frutos sufren fisiopatías y quedan deformes.

Para dar respuesta a largo plazo a este problema, el centro de Fundación Cajamar participa en un ambicioso proyecto europeo, el 'TomGEM', que busca precisamente encontrar o desarrollar nuevas variedades de tomates que sean resistentes a las olas de calor y que puedan seguir produciendo con normalidad en áreas tradicionales del cultivo donde ahora es cada vez más problemático hacerlo rentable en pleno verano, como ocurre en comarcas litorales valencianas.

Este proyecto se desarrolla junto a centros de Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Bulgaria, Argentina y Taiwan. Este último país resulta especialmente interesante por disponer de una gran riqueza genética de variedades aclimatadas a las altas temperaturas tropicales.

En Paiporta se trabaja ya con 600 variedades de tomates de todas las procedencias, entre las comerciales y las silvestres, buscando cuáles muestran mejores virtudes frente al fuerte calor, para posibles cruces futuros de hibridación. Con ese objetivo se las somete a situaciones de estrés en los invernaderos, utilizando incluso calefacción en pleno verano para que las temperaturas en su interior superen los 40 grados de día y no bajen de 30 por la noche.

Santos Fernández, presidente de la Fundación Cajamar, y Roberto García Torrente, director de Negocio Agroalimentario y Cooperativo de esta entidad crediticia, presentaron estos y otros trabajos de investigación en la jornada de puertas abiertas que celebra cada año el centro de Paiporta, que contó ayer con la asistencia de 200 técnicos y directivos de cooperativas.

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