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James remata a gol entre dos defensas del Betis.
James crece y eleva al Madrid
jornada 2

James crece y eleva al Madrid

Benítez se apunta una goleada contra un recién ascendido en su estreno en el Santiago Bernabéu

Amador Gómez

Sábado, 29 de agosto 2015, 02:05

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James Rodríguez, que le cierra la puerta a Isco en el once, fue suplente en El Molinón, pero en su primer partido como titular consiguió elevarse y elevar al Real Madrid, con una asistencia genial a Gareth Bale antes de cumplirse los dos minutos, un trallazo con la zurda en una falta lateral que sentenció al Betis cerca del descanso, y otro golazo de chilena al inicio de la segunda parte que levantó al Bernabéu, entregado también a Keylor Navas. El colombiano repleto de clase, cuyo talento no para de crecer, fue el jugador clave para dar al Madrid una cómoda victoria y calmar las aguas que tras el empate sin goles ante el Sporting ya comenzaban a bajar, demasiado pronto, revueltas en la casa blanca. En el caso de Keylor Navas, aclamado por la afición madridista que no ve ahora imprescindible el fichaje de De Gea, el costarricense que se tendría que marchar si llega el portero del Manchester United quiso demostrar, con una estirada felina con el 2-0 y un penalti parado a Rubén Castro, que puede ser el guardameta titular del diez veces campeón de Europa.

En un ataque con libertad, como le gusta a Rafa Benítez, James, con una zurda de oro, jugó escorado a la banda derecha y desde ahí dio el tempranero gol que abrió el marcador, logró el segundo a balón parado, y también participó, tras una de las mejores jugadas del Madrid, en el tercero culminado por Benzema. Le faltaba otra guinda, y la consiguió, como si de un delantero centro se tratara, y recordando a Hugo Sánchez, con una espectacular chilena que confirmó que con tantísima calidad y recursos los blancos pueden dejar de preocuparse, de momento, con la ausencia de goles de Cristiano Ronaldo. Mientras el crack portugués se desesperaba por su extraña falta de puntería, emergió James en un partido en el que el Real Madrid, que siempre quiso jugar al ataque, comenzó volcado sobre la portería del Betis en los dos tiempos y así logró tres de sus cinco goles. La 'manita' la redondeó Bale con otro doblete particular, gracias a un golazo con la zurda desde fuera del área cuando el Betis, otro recién ascendido, ya estaba suplicando que el árbitro pitase el final.

Cuando Benítez se rebela por ser acusado de defensivo y amante de la táctica, el Madrid no tardó en sacar rédito de su juego ofensivo desde el pitido inicial, gracias a un magistral centro de James y a un cabezazo de Bale, no como mediapunta, sino como un '9' puro, para que el galés a quien pitaban abriese el camino hacia un triunfo en el que, como era previsible, la artillería, aun con Cristiano gafado, negado ante la portería, se impuso a la defensa. La del Betis, incapaz de frenar, como el pobre Adán, tantísima calidad de un rival que cuando sólo mira al portal contrario ante rivales muy inferiores es capaz de endosar una goleada sin necesidad de mantener una continuidad en el juego.

Se echaba en falta el gol del Madrid en la pretemporada y en el debut liguero, pero bastó con que James, Bale y Benzema se enchufasen, y ráfagas de buen fútbol blanco, para que el conjunto verdiblanco, muy limitado, saliese escaldado del Bernabéu, cuyo equipo tranquilizó a Florentino Pérez. Sin embargo, la afición sí que provocó las dudas del presidente con su apoyo a Keylor Navas, dando a entender que no es necesario pagar ahora 40 millones por De Gea cuando la próxima temporada llegaría gratis. Los gritos de «¡Keylor, Keylor!» fueron otro incendio generado por el Bernabéu a raíz de una primera brillante acción del costarricense, cuando el portero se arrastró por el suelo y fue bastante más rápido que Rubén Castro. De esa manera impidió Navas que el Betis recortase diferencias al filo del descanso, aunque al Real Madrid seguro que no se le hubiesen escapado los tres puntos en ningún caso. Ante sus seguidores y tras las críticas recibidas por el gris partido de Gijón, el Madrid salió enrabietado, como ya se temía Pepe Mel, y los blancos sometieron a un contrario que se vio por momentos arrollado, aunque los blancos también flojearon en alguna fase en la contención y permitieron más llegadas de las esperadas al Betis, aunque el penalti señalado a Varane fue inexistente.

Benítez, que no piensa renunciar a Bale como mediapunta ni a su 4-2-3-1, sí pudo acabar esta vez satisfecho porque su equipo recuperó el acierto que tanto se le reclamaba al Madrid en ataque. El marcador ya pudo ampliarse a cinco tantos antes de que lo cerrase Bale, porque porque Sergio Ramos estuvo a punto de marcar otro gol de chilena a falta de un cuarto de hora para el final, cuando los blancos, sin cambiar la mentalidad, seguían jugando al ataque en busca de más goles, como le gusta al Bernabéu. El único contrariado fue Cristiano, que ha perdido el gol. Cuando lo recupere, el Madrid podrá asustar todavía más.

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