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TONI CALERO
Domingo, 22 de enero 2017, 23:48
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Mucho antes de pedir una reunión con Javier Tebas para trasladarle su preocupación por el futuro del fútbol femenino, Pedro Malabia (1980) acumulaba unos cuantos años peleando por el Colegio Alemán y el Valencia. Hizo muchas horas de autobús, acompañando a las jugadoras, el que ahora ejerce como director de Fútbol Femenino de LaLiga. «Hace 18 años que me metí en este lío», recuerda sonriendo Malabia, orgulloso de las poderosas secciones femeninas de Valencia y Levante; metido de lleno en profesionalizar el campeonato con el objetivo de que en un plazo de cuatro años se alcance el nivel de las Ligas más potentes de Europa.
Lleva desde octubre de 2015 en el cargo, ¿qué balance hace?
Vamos cumpliendo los pasos y las expectativas que nos estábamos marcando. Nos queda mucho por hacer, pero estamos en la buena línea.
¿Esperaba este rápido crecimiento de la Liga Femenina?
No. Sabíamos que si LaLiga estaba involucrada nos iba a ayudar mucho a la hora de mover a los clubes. Si una institución como la LFP se involucra, ayuda. Vamos en buena línea, pero hasta ahora se había avanzado más lento de lo esperado.
La entrada de un patrocinador privado como Iberdrola cambiaría por completo el panorama...
Desde el equipo de marketing de la Liga se pusieron a trabajar y ya había empresas pendientes porque era un producto que interesaba. Se trataba de darle forma y hacerlo atractivo. Entonces Javier Tebas apostó y eso incitaba a algo positivo, a que era un proyecto por el que se podía apostar. No fue fácil, pero lo de Iberdrola con el fútbol femenino fue un amor a primera vista.
El derbi entre Levante y Valencia, con más de 8.000 personas en el Ciutat, ¿supuso un punto de inflexión para ustedes?
Los clubes venían trabajando muy bien y necesitaban alguien que les impulsara... Esto no es magia, esto es que había mucha gente trabajando durante muchos años por el fútbol femenino. Valencia y Levante tienen estructuras profesionales y una apuesta de muchos años que han ido mejorando. Cuando me lanzaron la idea de que el derbi se jugaba en el Ciutat de València, desde luego les dije que ni lo dudaran porque iba a ser un éxito absoluto. Y así fue. Le doy la enhorabuena a Quico Catalán porque sirvió de impulso. Veremos si la vuelta del derbi se juega en Mestalla.
En principio no entra en los planes del club...
Bueno... El Valencia está muy involucrado con el fútbol femenino, Layhoon también y estoy seguro de que lo trabajaremos y espero que el Valencia, si no pudiera ser el derbi, jugará algún partido en Mestalla.
¿Uno de sus objetivos es reducir la distancia competitiva entre los grandes (Barça, Athletic, Atlético, Valencia o Levante) y el resto de equipos de la Liga?
Eso depende de las estrategias deportivas de cada equipo. Va a ser difícil igualar el potencial económico del Atlético con el del Tacuense. Es imposible igualar presupuestos y salarios, no es tarea nuestra. Será cosa de cómo lleven los clubes sus proyectos deportivos. Nuestra obligación es dotar a todos con los mismos medios para desarrollarse. Y lo primero que hemos hecho en LaLiga es invertir en el crecimiento de la estructura de gestión de los clubes. Había equipos que ya tenían su departamento de marketing, financiero, otro de comunicación... Ahora todos han recibido una ayuda para crecer y tener gente formada en todos esos campos. El crecimiento debe asentarse sobre estructuras sólidas, sino será difícil crecer porque muchos de los clubes son familiares, con estructuras antiguas y presidentes que incluso se dedicaban a pintar las líneas del campo.
Usted de eso algo debe saber porque empezó muy joven en el Colegio Alemán.
Sí, llevo 18 años desde que me metí en este lío. Entonces era un proyecto familiar y ahora lo miras con orgullo. Fue difícil dejarlo -el Valencia- cuando me salió la oportunidad de dirigir LaLiga pero sabía que era una oportunidad muy buena y dejaba el club en buenas manos. Miro con orgullo todo lo que ha pasado y en lo que se convirtió el Colegio Alemán que ahora es el Valencia, con más de 200 jugadores y muy metido en la sociedad... Me permitió pasar por todas las fases del fútbol femenino, desde jugar en campos de tierra a llenar el Antoni Puchades.
¿Cómo ha cambiado desde sus inicios en el Colegio Alemán?
El cambio no lo sé, dirigir esta competición es un premio a la dedicación y a muchas horas de trabajo. La pasión es lo que siempre he intentado imprimirle a esta historia. He vivido muy cerca de las futbolistas, he pasado muchas horas en el club con ellas, he hecho doce horas de autobús y sé lo que han pasado. Creo que todo esto es algo que la sociedad debía al fútbol femenino. Entendía que había que recuperar todo el tiempo que habíamos perdido.
Se le nota satisfecho.
Estamos contentos pero somos conscientes de que queda mucho por hacer. Como dijo Tebas hace unos meses, esto es un maratón. Estamos en el kilómetro x y hay que llegar al 42. Es un proyecto a largo plazo.
¿Cómo le propusieron el cargo de director de fútbol femenino?
Esto surge de cuando yo estaba en el Valencia. Vimos que esto se estaba muriendo, fuimos a LaLiga y pedimos una reunión con Javier Tebas para solicitar que la LFP se involucrara en todo este proyecto. Tebas abre los brazos al fútbol femenino y al poco me lanza la idea de incorporarme y llevar la dirección.
¿No le da la sensación de que dejó el Valencia en un momento de máximo crecimiento?
Sí, fue una decisión muy difícil. Por un lado sentía la responsabilidad de poder dirigir este proyecto porque llevo muchos años, los clubes me conocen y sentía que tenía una capacidad para desarrollar toda la experiencia acumulada. Estaba muy motivado y ahora que teníamos alguien que nos iba a ayudar, debía hacerlo. Y luego, estaba tranquilo. El Valencia Femenino no es Pedro Malabia. Habíamos consolidado una estructura importante con Salvador Belda, mi padre, Marina como coordinadora general... Teníamos todo lo suficientemente cubierto con el apoyo de la Fundación y el club. No era un proyecto unipersonal, era un equipo que no dependía de mí.
Siempre se ha destacado el apoyo de Layhoon a la sección...
Sí, y además desde un primer momento. Entiendo que de forma natural porque es mujer y está especialmente sensibilizada. Evidentemente hay otras prioridades en el club, pero ella siempre ha mostrado un cariño especial hacia el femenino. Hasta el último minuto quiso venir a la final de la Copa de la Reina en Melilla pero no fue posible por las conexiones aéreas, pero conectó con el equipo, las recibió después... Es un refuerzo para todos nosotros.
Y el Levante, con mucha más historia pero quizás menos estructura que el Valencia...
El Levante, primero, es un club con una historia como pocos en España. Es un proyecto que lleva muchísimos años y tiene el respaldo del club y una sección absolutamente asentada en el día a día del Levante. Hay una cantera excepcional y un presidente que las apoya al máximo. Además deportivamente está en un estado excepcional y es un club que apuesta muchísimo. Uno de los grandes de la Liga.
Al margen de Valencia y Levante, ¿cómo está de salud el fútbol femenino en la Comunitat?
Valencia y Levante son los dos grandes clubes, también masculinos, de la ciudad. El Villarreal tiene una gran cantera y una gran sección femenina, creo que le falta dar el paso y creérselo para subir a un equipo a Primera. En el grupo de Segunda femenina hay clubes que están trabajando muy bien. El Sporting Plaza Argel de Alicante, el Aldaia... Históricamente el grupo valenciano de Segunda está considerado como uno de los más potentes de España. El futuro en Valencia está asegurado.
¿El fin último de su gestión es la profesionalización de la Liga?
El gran objetivo es que el fútbol femenino alcance a nivel deportivo y estructural a las grandes ligas europeas. El término profesional es muy ambiguo porque si por profesional entendemos tener un contrato laboral, pues eso este año ya lo tenemos. Conseguimos que todas las jugadoras a las que se le pagara dinero evidentemente, que entiendo son prácticamente todas, tengan un respaldo detrás. Ya se ha acabado eso de pagar con dietas. Estamos obligados por un sistema que se aprobó dentro de la Asociación de Clubes a crear un sistema de control económico muy similar al de la Liga masculina. Los clubes debemos estar unidos porque es la única forma de crecer. Es uno de los proyectos más apasionantes que hemos creado.
¿En cuántos años se podrá mirar de tú a tú a las grandes Ligas?
La UEFA nos llamó para felicitarnos por nuestra evolución y la liga sueca nos dijo que en muy poco tiempo íbamos a alcanzar niveles altos. El paraguas de la LFP es muy importante para nuestro crecimiento. Manteniendo la calma, nuestro objetivo es poder alcanzar los mayores hitos posibles en cuatro años.
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