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Aspecto que presentaba el martes el embalse de Bellús, al 7% de su capacidad. :: pablo mammana
La sequía deja los pantanos de la Comunitat en el nivel más bajo en ocho años en puertas del verano

La sequía deja los pantanos de la Comunitat en el nivel más bajo en ocho años en puertas del verano

Los agricultores que se abastecen de Forata sólo tienen agua para 20 días y el sector eleva a 10 millones los sobrecostes por riegos adicionales

Juan Antonio Marrahí

Lunes, 20 de junio 2016, 20:29

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La falta de lluvias que arrastra la Comunitat Valenciana desde que arrancó el año hidrológico ha dejado los embalses y acuíferos valencianos a los niveles más bajos de los últimos ocho años a las puertas del verano. Según la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), a mitad de mes hay 1.295 hectómetros cúbicos embalsados, 226 menos que el año pasado . Nuestros pantanos están hoy al 38% de su capacidad. Hay que remontarse a mediados de junio de 2009 para encontrar registros tan reducidos en la antesala de la estación más seca.

«Desde noviembre no se ven valores de lluvia por encima del promedio», advertía a principios de mes el climatólogo José Ángel Núñez. «La lluvia acumulada en primavera ha sido insuficiente para reducir el déficit que se arrastra desde invierno y la segunda mitad del otoño». Entre el 31 de octubre y el 31 de mayo ha llovido casi un 40% menos de lo normal para esta época.

Y el resultado se aprecia ahora. Basta con visitar embalses como el de Bellús, Escalona o Forata, que languidecen con niveles de agua acumulada por debajo del 7% de su capacidad. Si bien no son los de mayor tamaño, su escasez de agua lleva de cabeza a los regantes. De Forata, por ejemplo, beben los campos de cítricos de Macastre, Turís, Llombai, Catadau o Monserrat. «En Forata sólo queda agua para 15 o 20 días de riego», lamentó ayer el presidente de AVA- ASAJA, Cristóbal Aguado. «Allí va a ser preciso instalar cuatro pozos para poder captar aguas subterráneas, una medida que podría llegar a cuadriplicar los costes de riego», añadió el responsable.

El sistema Júcar-Turia, el más importante para el grueso de la provincia, también alcanza niveles muy bajos en el inicio del verano. Los embalses del Júcar, por ejemplo, están al 38%, cuando en junio de 2013 rozaban el 60%. Más baja aún está el agua acumulada que procede del Turia y sus afluentes. Sus embalses saludan el estío con reservas al 34%, cuando hace tres años superaban el 50% en esta época. Es en la zona de Alicante (Marina Baja y Serpis) donde los registros son dramáticos: están al 17%, porcentaje cinco veces inferior al de hace tres años.

El último informe de seguimiento de la sequía elaborado a finales de mayo por la CHJ mide los 34 recursos hídricos de toda su zona. De ellos, sólo 12 se encuentran en una situación de normalidad. De los 22 restantes, 13 están en prealerta, 5 en alerta y otros 3 en situación de emergencia. Estos últimos corresponden a la Marina y los pueblos del límite interior entre Valencia y Alicante. Por sistemas, se observa que el del Turia lleva los últimos 11 meses en fase de prealerta y el del Júcar, desde enero.

¿Cuánto está costando la sequía a quienes viven del campo? AVA cifró ayer en 10 millones el sobrecoste por riegos de emergencia o adicionales por sequía y altas temperaturas. Son aquellos que no serían necesarios con un régimen de lluvias normal. Ante el problema, demandan «alivios fiscales» al Gobierno. «El riego por goteo está salvando muchas cosechas», estima Aguado. «En la zona Júcar-Turia queda agua, pero si el verano llega sin tormentas vamos a tener problemas en viñas, cítricos, caquis o almendros», augura. Ramón Mampel, responsable de La Unió cree que el calibre de la naranja se verá afectado ante la falta de lluvias y urge «infraestructuras para retener mejor el agua cuando llegan grandes avenidas».

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