El Valencia irá a por todas contra la sanción a Gayà
El club recurrirá la suspensión de cuatro partidos a su capitán al considerarla injusta y en el informe que se presentará a Apelación se documentará el agravio comparativo con críticas más fuertes que no fueron multadas
De la incredulidad al enfado. Así somatizaron el Valencia y José Luis Gayà la sanción de cuatro partidos impuesta por el Comité de Competición por ... sus declaraciones tras la derrota ante Osasuna. El organismo de la RFEF argumentó la sanción de cuatro partidos y multa de 602 al capitán valencianista «por la comisión de una infracción tipificada en el artículo 100 Bis del Código Disciplinario de la RFEF». Un articulado que da la razón al Comité de Integridad, que es el que abrió el expediente al jugador de Pedreguer por las críticas al arbitraje de Melero López tras la derrota por 1-2 ante el conjunto navarro, en un partido que dejó varias acciones polémicas como un penalti no señalado sobre Bryan Gil, una posible segunda amarilla perdonada a Lucas Torró y una rigurosa falta de Diakhaby sobre Herrera que impidió que un gol valencianista subiese al marcador. «Esta es la tónica que llevamos viviendo toda esta temporada. Al árbitro le tienen que avisar desde arriba de un penalti clarísimo. El árbitro lo ha visto y no ha querido pitarlo. Lucharemos contra todo y seguiremos adelante», aseguró Gayà.
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El Valencia, tal y como pudo confirmar esta redacción, va a recurrir en primera instancia al Comité de Apelación y el club está dispuesto a llegar hasta el Tribunal de Arbitraje Deportivo si es necesario para que quede sin efecto una sanción que haría perderse al jugador las primeras cuatro jornadas de la temporada 2022-2023. Sea en el equipo que sea en España, puesto que hay que recordar que sigue sin renovar y que es uno de los jugadores por los que más beneficio sacaría Meriton al no tener amortización. La norma a la que recurrió Integridad para solicitar la sanción de cuatro partidos al valencianista reza lo siguiente: «La realización por parte de cualquier persona sujeta a disciplina deportiva de declaraciones a través de cualquier medio mediante las que se cuestione la honradez e imparcialidad de cualquier miembro del colectivo arbitral o de los órganos de la RFEF, así como las que supongan una desaprobación de la actividad de cualquier miembro de los colectivos cuando se efectúen con menosprecio o cuando se emplee un lenguaje ofensivo, insultante, humillante o malsonante, serán sancionados». Algo que, por cierto, archivó un intento de sanción a Ricardo Arias, embajador del club, al no estar federado y no tener potestad.
El argumentario que defenderá el Valencia para tildar de desproporcionada e injusta la sanción de cuatro partidos es el agravio comparativo con ejemplos mucho más fuertes que no fueron sancionados. El más sonado, el de Gerard Piqué. El central del Barça no se cortó contra el colectivo arbitral en una entrevista con DJ Mario: «Había un exárbitro que decía que el 85% de los árbitros son del Madrid. ¿Cómo no van a pitar a favor del Real Madrid?». No recibió castigo. Tampoco Aspas, después de un partido contra el Real Madrid: «El último penalti no ha sido. Solo le ha faltado pitar uno y tirarlo Pablo (en referencia al colegiado). Parecía que buscaba el hat-trick de Benzemá». Pellegrini, técnico del Betis, tampoco fue sancionado por sus críticas tras otro partido contra el Real Madrid: «Jugar contra el árbitro, contra el VAR y contra penaltis es difícil». Ese mismo día, Joel Robles, portero bético, tampoco se cortó: «Estamos un poco calientes porque siempre es igual, siempre la misma historia. En caso de duda, al equipo grande».
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