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Si alguien se sienta a ver al Valencia CF del inicio de la temporada y al actual, puede pensar que se trata de dos ... equipos totalmente diferentes. Nada más lejos de la realidad, es el mismo conjunto. Tan solo la llegada de Carlos Corberán, quien en fechas navideñas desembarcó en Mestalla desde la Championship, la incorporación de un par de refuerzos en el mercado invernal y el reseteo mental es lo que ha transformado por completo a los blanquinegros.
De aquel plantel abatido y con dificultades para encadenar dos jornadas seguidas ganando en LaLiga EA Sports (hecho que no se produjo con Baraja), se ha pasado a sumar una decena de encuentros invictos. La mejora es evidente y no solo en Mestalla, donde se ha recuperado el respeto de cualquier rival, sino también a domicilio, con unos condicionantes que llevaron a estar prácticamente un año sin ganar, en un tramo desde la victoria en El Sadar con gol de Almeida al triunfo de casta y galones en el Santiago Bernabéu. Tras ello, también se ganaba hace una semana en Gran Canaria, para evitar sustos innecesarios.
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Esa progresión frenética se plasma numéricamente. Son 29 de los últimos 45 puntos posibles durante la segunda vuelta de competición. Es la traducción de que el Valencia, a falta de otras tres jornadas restantes, abarcaría puestos de Champions League. Con este promedio, si lo hubiese conservado durante los meses iniciales del curso liguero, estaría con aspiraciones de disputar la máxima competición continental.
El FC Barcelona, Real Betis y Real Madrid son los únicos competidores que han sabido aguantar el pulso a los valencianistas. Los tres citados ostentan más puntos en este segundo ecuador. Ahora la realidad es que, poniendo todo el bagaje en un balance global, los valencianos llegan con aspiraciones de competición europea en este tramo final. Aunque esté cerca, habrá que ver si hay suficiente margen de tiempo, la reacción fue tardía o la desventaja muy amplia.
Y esa mejora colectiva, es gracias también a distintos futbolistas que salen reforzados con Corberán. Uno de ellos es Hugo Duro. Pese a estar ausente por unas molestias musculares durante unas semanas, prácticamente dobla los registros que obtuvo entre agosto u diciembre a los que ha establecido a partir de enero. De los cuatro goles anotados hasta final del pasado año, ya son un total de once los que ha celebrado durante 2024-25.
Pese a su juventud, Javi Guerra es otro de esos «nuevos líderes». El internacional español sub-21 asume la jerarquía para llevar los mandos en la zona de medios. Y a estos se pueden incluir Diego López, con gran contribución en goles más asistencias, y un César Tárrega que se afianza en la titularidad a base de buenas actuaciones. Hasta a Mamardashvili, en los momentos de duda o debilidad, lo reforzó Corberán de forma pública y se pudieron presenciar actuaciones que se han traducido en puntos.
Aunque puede resultar una situación pareja a la ya vivida hace dos años con Rubén Baraja, el cómputo no llegó a ser tan positivo ni relevante como el actual, pese a que valiera para sellar una sufrida permanencia. El vallisoletano dirigió un total de 17 encuentros durante la temporada 2022-23, desde el mes de febrero. La cifra de puntos que obtuvo fue de un total de 22, con unas jornadas finales al alza en donde los jugadores formados en categorías inferiores salieron al rescate. Ahora el hito es mayor, como queda corroborado.
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