Los millones de la Conference League

El Valencia se encuentra en una curiosa disyuntiva. Por un lado, la permanencia no está todavía matemáticamente garantizada; por otro Carlos Corberán tiene miedo que se le caiga el grupo –como se le desvaneció a Baraja el año pasado– cuando la salvación sea ya un hecho, pero viendo la clasificación uno se da cuenta de que el Rayo –octavo clasificado– está únicamente a dos puntos de los blanquinegros (Osasuna, Mallorca y Real Sociedad están entre ambos equipos).

¿Vale la pena intentarlo en estos cuatro partidos? Por supuesto que sí, no hay duda que sería la mejor recompensa para unos aficionados totalmente entregados. Económicamente hablando y aunque no tiene nada que ver ni con la Europa League y ni mucho menos con la Champions, para una economía cogida en alfileres como la valencianista, el premio que podría suponer la Conference sería una porción importante del presupuesto.

El Betis, por ejemplo, solo por el hecho de haberse plantado en semifinales ya ha superado con los repartos que da la UEFA y por diversos conceptos los quince millones de euros en ingresos que había presupuestado para el presente ejercicio. Al Valencia, lógicamente, le obligaría –con Meriton a veces la lógica no se cumple– a dar un salto en lo que a su plantilla se refiere, sin olvidar tampoco los premios que de manera individual puede tener establecidos cada futbolista en sus respectivos contratos.

La semana pasada, por ejemplo, el club presentaba el acuerdo de tres años más con TM Grupo para ser la firma alicantina el patrocinador principal. Tanto en el acuerdo a futuro como en el que está vigente hasta junio, TM establece además del fijo unos complementos en función de la posición que ocupa el equipo en la clasificación (está especificado cuánto para cada plaza). Y también por supuesto si juega cualquier competición europea.

Hace justo un año, la UEFA anunciaba que en lo que se refiere a la Conference repartirá 285 millones por temporada en el ciclo comprendido entre 2024-27. Y lo hará con tres patrones claros: el 40% se asignará a partes iguales por jugar la liga (114 millones de euros); otro 40% de cantidades fijas vinculadas a las victorias o empates (114 millones, pagando 400.000 euros por triunfo y 133.000 por empate) y el 20% restante al valor por la venta de derechos (57 millones).

Cada uno de los 36 clubes que se clasifiquen para la fase de liga ingresarán 3,17 millones de euros, divididos en dos pagos. Habrá también una prima por clasificación donde el peor clasificado ingresará 28.000 euros y el mejor puede llegar a los 1,08 millones de euros. Cantidad que podrá incrementarse también en función de lo que no se reparta de las victorias o empates.

Y por último está el premio en función de la posición que se ocupe en ese nuevo formato que se ha establecido (cada equipo se mide a tres rivales en casa y a otros tres fuera). Del primero al octavo se lleva 400.000 euros y los ocho siguientes 200.000.

Los que tengan que jugar la eliminatoria previa de octavos ingresarán otros 200.000. Ya en el parte de eliminatorias directas, cada club que dispute los octavos se asegura 800.000, 1,3 en cuartos, 2,5 por las semifinales y 4 por la final. Ganar aportará 3 millones más. Casi 15 millones para el campeón sólo por participar en todas las rondas y sin contar el resto de conceptos. También está luego una partida por la venta de los derechos audiovisuales en ese ciclo (2024-27).

¿Tendría potencial suficiente la actual plantilla de Corberán para aguantar el tirón? Osasuna, hace dos años, cayó en la fase previa ante el Brujas y sólo pudo ingresar 1,2 millones de euros (contando la taquilla) según reflejó su auditoría. El Betis, por ejemplo, empezó a funcionar en la ronda previa de esta Conference el 22 de agosto de 2024 midiéndose al Kryvbas. Los verdiblancos han tenido que jugar 15 partidos europeos y han resistido el tirón e incluso en Liga no se han visto perjudicados por el desgaste (pelean por la Champions).

Solís valora la estabilidad por la venta de los derechos

«Estos diez años de venta centralizada de los derechos de Televisión han supuesto avances importantes. Este modelo ha proporcionado estabilidad a los clubes, reduciendo su dependencia económica de la taquilla, y ha impulsado el crecimiento a nivel internacional de LALIGA, aumentando nuestra visibilidad, nuestra llegada y nuestra penetración en mercados a través de un producto cuidado y competitivo. Es cierto que todavía nos quedan aspectos en los que debemos seguir mejorando y que para ser competitivo en un fútbol cada vez más exigente, es clave que el modelo continúa evolucionando», opina Javier Solís en ahora que se ha cumplido el X aniversario aniversario de la centralización de la venta de derechos televisivos de LaLiga.