El enésimo golpe de timón de Peter Lim
El presidente habla de devolver al Valencia a la élite europea mientras el entrenador elogia a Gourlay por su capacidad para tomar decisiones
Más proclive a publicar en redes sociales memes y posados con ropa de su marca favorita que a hacer discursos a los aficionados del Valencia, ... por las palabras de Kiat Lim de esta semana se deduce que el nuevo presidente e hijo del máximo accionista quiere transmitir que su padre, al menos en apariencia, está dispuesto a variar una vez más su manera de actuar. Cuando Kiat habla, aprovechando el fichaje de Ron Gourlay, de que quiere «devolver al club a su histórica posición entre la elite del fútbol europeo» parece ignorar que una cosa son las palabras, otra las intenciones y otra bien distinta el dinero para invertir. En Valencia se sabe bien las consecuencias.
El intento que hay de trasladar que desde Singapur se ha dado un nuevo golpe de timón -el enésimo en once años- coincide precisamente con el anuncio del fichaje del Real Madrid del lateral diestro Alexander-Arnold (ex del Liverpool) y con el Atlético de Madrid trabajándose ya descaradamente las contrataciones del villarrealense Álex Baena (más de 50 millones) y del bético Johny Cardoso (unos 20 millones). Ante ese panorama, el Valencia vuelve a quedar muy lejos del verdadero espíritu que reclama la afición, ya casi agotada.
Es de suponer que Kiat desconoce realmente a qué niveles se manejan actualmente dos de los tres grandes clubes de la liga española pero nadie duda de que Carlos Corberán sabe muy bien por un lado -y por los antecedentes que hay- cómo se las gasta el dueño del Valencia y, por otro, por dónde puede llegar a transitar su equipo la próxima temporada. De ahí que cuando el técnico de Cheste afirmaba este viernes en el periódico de cabecera de Lim (The Strait Times) que «tenemos el equipo adecuado para llevar al Valencia al siguiente nivel», se supone que tiene una base sólida para argumentar dicho discurso. Eso, o que tanto se ha dejado influir por el ambiente singapurense que ha olvidado por completo que Peter Lim tiene una habilidad infinita para dejar al descubierto a sus entrenadores, ya sea el díscolo -en su opinión- Marcelino, el veterano Cesare Prandelli, su colega Gattuso, o los abnegados Javi Gracia y José Bordalás, aunque también podría incluirse a Rubén Baraja.
Todo, de cualquier forma, para desembocar en la gran incógnita que inquieta y desespera al valencianismo: ¿Cuánto dinero está Meriton dispuesto a dejar invertir para revitalizar de una vez por todas al Valencia? Desde luego, la austeridad más absoluta hizo que este año se viera más cerca que nunca la amenaza real del descenso. Peor, por lo tanto, es difícil que se vuelvan a hacer las cosas. Y se supone que con Ron Gourlay en la nómina de altos ejecutivos, no se van a cometer los mismos errores, algo que Lim parece empeñado en conseguir. «La llegada de Ron es un gran impulso para todos nosotros. Hemos compartido una trayectoria muy productiva en el pasado, y sé el gran valor que aporta, desde su mentalidad estratégica hasta su capacidad para tomar decisiones decisivas en momentos críticos», decía el entrenador sobre él, para añadir: «Tenerlo aquí me da una gran confianza».
Encumbrados y defenestrado
Es evidente que en el nuevo escenario hay dos personajes encumbrados (Ron Gourlay y el propio Corberán) y uno totalmente defenestrado (Miguel Ángel Corona). A Corona, aún director deportivo y que ayer se le veía abandonar sin hacer declaraciones la ciudad deportiva, no se le menciona en ningún momento en el comunicado que anunciaba la contratación de Gourlay. Es más, hasta se hace un requiebro para evitar mencionarle, evitando su nombre al hablar del «departamento deportivo del Valencia».
El de Cheste y el nuevo CEO recuerdan, a diferente nivel, la pareja que mejor ha funcionado en el Valencia en las últimas décadas: Marcelino y Mateo Alemany, pero que tantos dolores de cabeza generó a Peter Lim, hasta tal punto que hizo saltar el proyecto por los aires recién estrenada la temporada 2019-20. Desde entonces, el Valencia se ha ido devaluando a marchas forzadas.
Los bandazos que ha ido dando Lim han perjudicado notablemente al equipo. La estabilidad tan reclamada por todos los protagonistas no se ha dado casi nunca en el Valencia desde que en verano de 2014 decidiera echar a Pizzi para colocar a Nuno. A Nuno se le fichó de entrenador y se le acabó dando el rango de manager y el equipo pasó de acabar cuarto el primer año a ser duodécimo el segundo.
Visita de consejeros
De estos vaivenes no se ha salvado tampoco ni el consejo, que desde que falleció Juan Sol y saltó por la borda Zaragosí adolece de presencia valenciana. Ayer, por cierto, estuvieron en Valencia Kim Koh, Kalimuddin y Raymon Chea, acompañados también por el secretario y hombre fuerte en todas las peleas jurídicas, Germán Cabrera.
Como Meriton tiene una manera muy particular de comunicarse con la afición, de esta sorprendente presencia de los directivos se insiste en que hay que encuadrarla en una visita poco menos que 'rutinaria' con el fin de ponerse al día de cuestiones tan importantes como pueden ser el Nou Mestalla y el préstamo de Goldman Sachs. Lo hacen justo cuando toda la atención está puesta en Singapur.
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