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Vecinos del Parque Central denuncian las peleas y venta de droga en la nave donde pernoctan personas sintecho
La Policía Local mantiene la vigilancia tras retirar tiendas de campaña pero los residentes lamentan que a media tarde han regresado y otros esperan la noche para saltan de nuevo la valla
Lola Soriano Pons
Valencia
Miércoles, 14 de mayo 2025
Los residentes de la calle Filipinas, en el barrio de Ruzafa, y vecinos que acuden al Parque Central para hacer deporte o pasear su mascota ... no descansan tranquilos. Afirman que en la nave porticada situada justo enfrente de la nave destinada a Universidad Popular se producen peleas y menudeo de droga.
Precisamente esta falta de seguridad se registra en la nave 3, donde el IVAM renunció a crear la subsede del museo que le había concedido el Ayuntamiento de Valencia, y justo donde la Policía Local de Valencia lleva actuando desde esta semana para evitar que las personas en situación de sinhogarismo pernocten en la zona.
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Si bien los efectivos policiales por la mañana han hecho efectiva la retirada de tiendas de campaña y enseres a las personas y, tal como confirman desde el Ayuntamiento de Valencia, se ha aumentado la vigilancia en la zona, la mayoría jóvenes, que se estaban refugiando estos días en el Parque Central, los vecinos que residen en fincas próximas relatan que el «problema es que viene la Policía, les ordena que se vayan, pero cuando se va la vigilancia, vuelven con sus trastos y pertenecencias, y se vuelven a meter».
De hecho, si este miércoles por la mañana se les ha desalojado, a las 16.30 horas algunos de ellos ya han comenzado a desplegar de nuevo sus carros de la compra con tiendas de campaña y colchones para pasar de nuevo la noche en la zona.



Uno de los residentes en Ruzafa, Leonardo, explica que «nada más se va la Policía, vuelven a refugiarse en la nave. De hecho, esta misma mañana de miércoles, las patrullas de la Policía Local estaban de vigilancia para disuadirles de que vuelvan a poner las tiendas de campaña y, los jóvenes lo que han hecho es recoger sus pertenencias en cuatro carros de la compra, con maletas, mantas y donde sobresalían tres colchones y se han trasladado con ellos al jardín de la calle Filipinas, con la clara intención de esperar a que se fueran los agentes para volver a la nave.
Otros han preferido esperar en los bancos repartidos por el Parque Central o en el exterior de la nave, con clara intención de no irse de la zona.
Tal como describe Leonardo, vecino de la zona de la calle Filipinas, «cuando cierran el Parque Central lo que hacen es saltar las vallas, porque no son muy altas, y se meten en la nave. Y es frecuente escuchar peleas y discusiones y se ve que hay menudeo de droga por la zona».
Como acude todas las mañanas por el parque para pasear a su mascota, indica que «lo que hacen estas personas es esconder los colchones, mantas y sus enseres entre los arbustos durante el día y luego cuando regresan a la nave lo recogen».
También añade que «no es que no empaticemos con los problemas de estas personas, es que no cumplen para comportarse, porque se pelean y si les cierran los lavabos que hay en la nave, a veces encuentras los excrementos que dejan por las zonas ajardinadas. Nosotros vamos con mascotas y retiramos lo que dejen nuestros perros».
Compromís denuncia que crecen los poblados chavolistas con 815 afectados y 232 menores
La portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, Papi Robles, junto con la concejala Lucía Beamud, han denunciado el «alarmante aumento de personas que se ven obligadas a vivir en asentamientos chabolistas, en condiciones de extrema precariedad, invisibles a los ojos del gobierno municipal».
Según Robles, en sólo dos años de gobierno de Catalá, «el número de personas viviendo en asentamientos chabolistas ha pasado de 673 a 815. Se trata de un incremento del 21,1%, que demuestra una falta de acción del gobierno del PP y Vox, que está fomentando la cronificación de la pobreza y la exclusión social en la ciudad».
«Estamos hablando de 815 vidas que el Ayuntamiento ha decidido ignorar. Detrás de esta cifra hay historias de dolor, de inseguridad, de desesperanza… y también de 232 menores que están creciendo en chabolas, expuestos a todo tipo de riesgos y sin ninguna garantía de futuro», ha denunciado Robles.
Por su parte, la concejala Lucía Beamud ha acusado a la alcaldesa de desmantelar de forma planificada los servicios sociales, cerrando albergues como el del Carme o el Casal d'Esplai de Rocafort, bloqueando iniciativas de alojamiento temporal y dejando sin respuesta las necesidades urgentes de cientos de personas en situación de sin hogar. «La ciudad está cerrando las puertas a quienes más nos necesitan. No se puede hablar de gobierno para todos y todas y luego dar la espalda a quienes no tienen ni un techo donde dormir», ha afirmado Beamud. «Estamos convirtiendo barrios enteros en campos de la miseria, y la infancia está pagando el precio más alto. La Valencia de Catalá es una ciudad que expulsa la pobreza en lugar de atenderla», ha añadido.
Ante esta denuncia la respuesta del gobierno municipal no se ha hecho esperar. Aseguran que «la izquierda está utilizando a los más débiles para hacer política, cuando lo que debería es de reconocer la realidad, esta ciudad atiende a los más vulnerable y les da alternativas. Las críticas de Compromís son infundadas porque hay una realidad que desmonta sus argumentos. En toda esta semana ninguna noche se han cubierto todas las plazas del Centro de Atención de Emergencias Sociales (CAES) de Santa Cruz de Tenerife, que ya abre de forma ininterrumpida en la ciudad todas las noches para acoger a las personas sin techo».
Y añaden que el Ayuntamiento de Valencia «tiene cerca de 1.000 plazas de emergencia a diario y además mantiene convenios con hostales de la ciudad por si existen necesidades puntuales. Además sigue trabajando en ampliar el número de instalaciones».
Y le mandan el mensaje a Compromís de de que están teniendo que trabajar «en adecuar los lugares que se ha visto forzado a cerrar porque la izquierda no realizó tareas de mantenimiento mínimas, como es el ejemplo del centro del Carmen que no cumplía ninguna medida de seguridad para acoger este tipo de centros».
Desde el PP concluyen que «por tanto, Compromís debería dar menos lecciones puesto que el Ayuntamiento está trabajando de forma trasversal con diferentes servicios para poder dar alternativas a personas con un perfil complejo con problemas de adicciones o enfermedades mentales».
También explican que han aumentado la vigilancia policial de las patrullas y que ya hace años que se adoptaron otras medidas, como la instalación de cámaras en el Jardín del Turia.
Otra vecina de la zona, Emilia, también explica que ella no se atreve a pasear con su perro por la nave porticada. «Saltan la valla por la noche y se esconden en el Parque Central. Menos mal que la Policía está desalojándolos, pero veremos cuánto dura, porque esta gente salta la valla y se vuelve a meter y se ve menudeo y jaleo por las noches».
Desde la asociación de vecinos de Ruzafa, Guivanni Donini, explica que sí que han detectado que «estas personas llevan más de un mes entrando en la nave para dormir y ciertamente no se puede pasar por la zona porque huele a orín. Y aunque por la noche se cierra el Parque Central, saltan y se meten».
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