Ribó se hace nómada: «Nunca está en casa»
El exlcalde, que está imputado por el caso de la piscina de Alboraya pero no ha acudido a declarar, disfrutaba hace unos días en los Pirineos
El exalcalde de Valencia Joan Ribó, como ya estaba previsto, no se ha personado en el juzgado de Instrucción número 19 de Valencia a ... las diez de la mañana, hora en la que estaba citado para declarar en calidad de imputado por la construcción de la piscina de Alboraya en el término municipal de Valencia y en zona de huerta.
Durante la vista de hoy, a la que sí que ha acudido la teniente alcalde de Alboraya, Ana Bru, en calidad de investigada, y el arquitecto Salvador Conejero como testigo, ha contado con la ausencia del exalcalde, que nunca recibió la notificación. El motivo, según se ha dicho en el propio juicio y a pesar de que se ha tocado el timbre de su domicilio en repetidas ocasiones, es muy simple: «Nunca está en casa». Se ha recurrido hasta a la Policía Local de Valencia para tratar de localizarlo.
De esta manera, y a pesar de que Ribó sabe que está imputado por una causa en la que ya han declarado técnicos y políticos -el socialista Borja Sanjuán lo hizo en calidad de testigo-, hoy no se ha personado.
No recoger una citación es como no darse por informado, y de paso, retrasar todo el procedimiento para dilucidar si se cometió algún delito en la construcción de la piscina de Alboraya, con un presupuesto de 1,2 millones de euros, que se excavó en unos terrenos catalogados como huerta protegida.
Las últimas señales de vida de Ribó, al menos en las redes sociales, las dio en su cuenta de Instagram el pasado 8 de julio con una serie de fotografías envueltas en la banda sonora del Avant de Zoo. «Mi padre era de los Pirineos y desde 1982 trato de visitarlos cada año, este año aprovecho para reflexionar sobre ustedes». Las fotografías de Ribó en los Pirineos van desde una camiseta de apoyo a los bomberos forestales «del País Valencià» a unas terneras que miran a la cámara y sobre las que el exalcalde colocó el mensaje «Mazón dimisión». La última vez que se le vio por el Ayuntamiento de Valencia fue para descubrir su retrato, pintado por Lola Huesca, y colgarlo en la zona de alcaldía.
Ribó, desde que abandonó la primera línea política, mantiene un perfil público mucho menos protagonista y aparece en actos muy puntuales. Ahora, disfruta de otras cosas con más intensidad, como pueden ser los paseos por la montaña, lo que quizá le lleve a estar poco en casa y a no recibir las notificaciones para declarar como imputado en el juzgado. De alcalde a nómada.
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