La pesca en El Palmar, en jaque por la falta de relevo
La entidad admite por primera vez en el sorteo de redolins a un joven africano y a un matrimonio de Sollana que no son hijos de pescadores
Lola Soriano Pons
Valencia
Sábado, 12 de julio 2025, 00:29
La expresión de 'renovarse o morir' se ajusta como anillo al dedo a la situación que están viviendo los pescadores de El Palmar. Hace décadas ... eran más de 300 los asociados que participaban en el sorteo de redolins para conseguir un punto fijo de pesca, «y si contamos los que hacían pesca ambulante, llegábamos a los mil», explica José Caballer, presidente de la cofradía de pescadores de El Palmar. La cuestión es que este domingo se decide en qué parte de la Albufera echará las redes cada pescador, pero sólo son sesenta los que optan al sorteo.
De hecho, años atrás eran entre diez o quince los pescadores que faenaban en un mismo redolí, y ahora, esa situación es un puro espejismo.
Precisamente para romper esa tendencia que pone en jaque a la cofradía de pescadores de El Palmar, por la falta de relevo generacional, la junta directiva ha tomado una decisión: «Hemos abierto la posibilidad de que personas que no son hijos de pescadores de la cofradía puedan entrar al sorteo de redolins», indica José Caballer.
Es la primera vez en la historia casi milenaria de estos pescadores que se tomar un acuerdo de este nivel, ya que era importante tomar medidas para comenzar a revertir la situación.
Noticia relacionada
El CSI de las aguas de la Albufera
775 aniversario de inicio de la pesca en la Albufera
Ha sido una decisión importante, valiente, y llega en un momento muy especial, ya que se cumple el 775 aniversario del inicio de la pesca en la Albufera, una efeméride que pone en valor la deseada continuidad de una forma de vida profundamente enraizada en el territorio, basada en el uso de artes tradicionales, sostenibles y en una gestión respetuosa del entorno natural.
Son tres los pescadores que tendrán el honor de sumarse este año al sorteo de redolins que se producirá el domingo, a partir de las 11.30 horas. Entre ellos se encuentra Mustapha Jobe, un joven de 39 años natural de Gambia que recaló en España con 22 años. Allí dejó a sus padres (que desgraciadamente ya han fallecido) y a sus doce hermanos.
Nuevos fichajes
Es uno de los 'fichajes' del colectivo que preside Caballer. Lleva ya un año trabajando en la pesca ambulante por el lago, pero este año ya podrá elegir uno de los puntos para calar nada más escuche su número en el sorteo que se realiza con bombo, como en la Lotería de Navidad.
Mustapha detalla que vino solo de Gambia hace 17 años. «Primero fui a Málaga. He trabajado como pescador en Asturias, Cataluña, Galicia y Bilbao. También fui temporero y recogí naranjas en Valencia y estuve en las cofradías de pescadores de Valencia y de Gandia».
A la pregunta de cómo llegó a la cofradía, compañeros de Mustapha explican que la secretaria, Amparo Aleixandre, «acudió a una reunión entre distintas cofradías y salió a relucir el tema de la falta de relevo generacional y que necesitaban tener más pescadores en El Palmar». Entonces, Mustapha estaba en la cofradía de Gandia «y cuando me explicaron que necesitaban gente, me vine a El Palmar a curiosear y ya me he quedado».
Explica que se ha sentido muy bien acogido «y me atrajo la tranquilidad de la zona. Antes salía en barcos grandes. En algunos casos faenaba con dos o tres personas y en otros, hasta con treinta. Ahora voy yo solo en la barca», un 'albuferenc' que compró a un pescador ya retirado.
A la pregunta de qué zona le gustaría que le tocara en el sorteo, responde que «veremos, no controlo todas las zonas, pero dicen que en la Sequiota es donde más se pesca».
Los otros dos fichajes son el matrimonio formado por Carola Felip Roig y Balta Navarro. «Este año es la primera vez que entro en el sorteo, pero llevo un año y medio con la pesca ambulante en el lago», indica Carola. Su padre quería que fuera cazadora, como él, pero «yo tenía claro que lo mío era ser pescadora o Policía Nacional, pero no hay que olvidar que hasta 2008 las mujeres no podían pescar en El Palmar».
Carola comenta que su bisabuelo era pescador en los 'tancats' de Sollana, «pero mis padres venían a El Palmar a ver a la familia política y yo lo primero que hacía era ver cómo traían el pescador a la cofradía».
La primera vez que pescó de pequeña «fue con una caña de un cañar, un tapón de corcho de cava y una piedra cosida y ahora para mí es un sueño hecho realidad que me dejen entrar en el sorteo de pesca de redolins y soy la única mujer que está ahora en activo pescando».
Su marido, Balta, dejó su antiguo oficio, al frente de una empresa de matricería y también es compañero de faena de Carola. Ambos tienen dos barcas, la de paseo, de nombre 'Cleo' (en memoria de una perrita que tuvo) con la que dan paseos en barca a turistas y la barca 'Ximet' de faenar (nombre de su gato).
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión