Marcos encuentra otro Fantito

Fantito ha aparecido. Los detalles no son demasiado importantes, porque en Navidad todos llegamos a un acuerdo social tácito en el que aceptamos suspender la credibilidad sobre determinadas cuestiones. El final de la historia navideña que ha tenido Valencia patas arriba durante más de una semana requiere que demos ese salto de fe, porque Marcos ha recuperado a Fantito, el peluche que perdió en La Central, en el Parque Central, a finales de 2022.

No es el suyo, pero tampoco importa demasiado. Su madre, Cintia, cuenta que lo es porque él lo siente así, aunque lo cierto es que lo ha cedido un niño de 9 años, «un niño muy bonito, muy bien educado», explica, de Alzira, que cuando vio por la tele la triste historia de Marcos y, sobre todo, lo mal que lo estaba pasando, decidió regalarle el peluche que tenía olvidado desde hacía años. Así que allá que se fueron Marcos y su familia, en la tarde del sábado.

«Al principio estaba receloso, porque veía a Fantito demasiado nuevo, pero yo le dije que es que había estado en la calle y estaba sucio y lo habían lavado con un suavizante nuevo y mejor que el nuestro. Ahora irá al cole diciendo que sus padres son pobres», ríe Cintia. El nuevo (o el viejo, qué más da) Fantito está más 'rollizo' que el otro, «que estaba muy despeluchado», como explica Cintia..

Pese a los primeros recelos, pronto Marcos se volvió a enamorar del peluche con esos amores tan imperecederos que sólo tenemos cuando somos pequeños. «El antiguo Fantito sólo decía que sí o que no, pero este hasta habla con Marcos y todo. Él dice que sí pero le hemos visto hablarle y contarle cosas», relata Cintia, que asegura haber pasado todo el fin de semana respondiendo a mensajes de personas que se habían movilizado para encontrar a Fantito o un peluche lo más parecido posible.

La vuelta a casa del peluche de apego de Marcos obró un auténtico milagro en el niño, que durmió por primera vez desde que perdieron a Fantito del tirón. «Bueno, no del tirón del todo porque por su enfermedad es muy complicado, pero sí mucho más tranquilo. Cuando se despierta no es para gritar y llorar. Además, anoche (por la noche del sábado), ya le dijo a su padre que se fuera a fregar cuando le leímos el cuento: hasta ahora teníamos que quedarnos con él acariciándole la cabeza para que se durmiera», cuenta Cintia con ternura y evidente alivio.

El peluche, que oficialmente se llama Fante pero que ya todo el mundo conoce como Fantito porque el cariño crea el diminutivo, desapareció la tarde de Nochevieja en La Central, el espacio para niños instalado por el Ayuntamiento en el Parque Central. Era el peluche de apego de Marcos, que tiene una enfermedad rara llamada displasia epitelial intestinal y a cuyos tratamientos siempre le acompañaba. La sociedad se ha volcado con la cuestión, empezando por este diario: el alcalde de Valencia, Joan Ribó, hasta hizo un TikTok al respecto (en su nueva faceta de influencer), y la Guardia Civil puso un tuit. El problema es que el peluche estaba descatalogado. Sin embargo, el milagro se ha obrado. Final feliz, por tanto. Y no nos sobran de esos.