Un simulacro con lecciones aprendidas de la dana en La Torre: sirenas de aviso y puesto de mando en San Marcelino

A las 11:00 horas ha arrancado todo. La recepción por parte de la sala CISE de la Policía Local de un aviso (ficticio) por una rotura del nuevo cauce del Turia con afección sobre La Torre dentro de 90 minutos ha derivado en la constitución inmediata del Centro de Coordinación Operativa Municipal (Cecopal), el organismo gestor de la emergencia dirigido por la alcaldesa María José Catalá, en la central del cuerpo policial situada en la avenida del Cid.

Una vez con el Cecopal en marcha ha empezado el despliegue de los medios intervinientes en la recreación: Policía Local, Bomberos municipales, Guardia Civil, Protección Civil local, Cruz Roja y Policía Nacional. Los megáfonos de los coches patrulla indicaban que había dado comienzo el simulacro y los agentes se han afanado en cortar el tráfico al son de un aviso repetido hasta la saciedad: «Atención: simulacro. Siga las instrucciones y mantenga la calma». Los walkie-talkies echaban humo con las primeras órdenes: «Impedid el acceso al puente y la Avenida Real de Madrid», decía un oficial. «Recibido. En camino», le contestaban sus subordinados por el intercomunicador.

De hecho, en menos de 20 minutos los camiones pesados de los bomberos equipados con lanchas y furgones de la Policía han hecho acto de presencia en La Torre. Asimismo, un grupo de bomberos han recreado cómo se realizaría una evacuación de una persona en silla de ruedas desde una planta baja hasta la alcaldía pedánea, complejo categorizado como lugar seguro al disponer de varias plantas de altura.

Por su parte, la EMT ha enviado varios autobuses para evacuar a unas 70 personas, entre usuarios con algún tipo de discapacidad y trabajadores del centro ocupacional, al otro lado del nuevo cauce mientras los servicios de emergencias realizaban vuelos de drones para controlar el estado del canal del Turia y el casco urbano.

A las 12:00 horas los vecinos han conocido cuál será el sonido que les alertará ante futuras catástrofes. Una estridente señal acústica, audible desde varios kilómetros a la redonda, ha sonado durante tres minutos de manera discontinua para avisar a la población de que se tenían que confinar. La misma alarma, instalada en la azotea de la alcaldía pedánea, situada en el número 7 de la calle Benidoleig, ha vuelto a sonar a las 12:30 durante 30 segundos sin interrupciones para decretar el fin de emergencia.

«Un año después de la dana, Valencia ha tomado buena nota de que es necesario mejorar la cultura de la prevención», ha comentado Catalá sobre la puesta en marcha del 'Plan Valencia Más Segura', diseñado en colaboración con la Universitat de València y la Politècnica, antes de calificar como «histórico» el simulacro realizado este miércoles.

La primera edil ha dicho que ha estado dirigiendo la emergencia junto a otros concejales y mandos desde el Cecopal, del mismo modo que sucedió el día de la dana, y ha valorado el resultado de las evacuaciones de los colectivos más vulnerables como los niños del centro educativo Padre Manjón o las personas con discapacidad del centro ocupacional de La Torre: «Se ha realizado correctamente, en tiempo, y los equipos han funcionado, se han coordinado de forma bastante clara».

Con respecto a la novedad del sistema de aviso acústico, Catalá ha dicho que el Consistorio informará a la población sobre qué tipo de alarmas suenan para que identifiquen cada una de las emergencias dado que, en función de la crisis que se decrete, el sonido será distinto. «Valencia no va a dejar de hacer ni una sola acción dirigida a proteger mejor a nuestra población», ha enfatizado al respecto.

La alcaldesa también ha desvelado que el Ayuntamiento ha recibido el interés de Sedaví, Massanassa, Benetússer y Xirivella para formar a sus responsables de emergencias a nivel local dentro del 'Plan Valencia Más Segura'. De hecho lo ha ejemplificado con la presencia de numerosos agentes, vecinos y autoridades de otros municipios que han querido observar cómo se realizaba el simulacro e intentar conocer cómo se debería realizar una acción de estas características en sus localidades.

«Estamos muy contentos de que esta ciudad y todos sus efectivos estén totalmente dirigidos a mejorar la protección de la población. Creemos que la cultura de la emergencia ha venido para quedarse y, por tanto, en Valencia no vamos a dejar de hacer ni una sola acción para ello», ha indicado la primera edil.

En lo que respecta a la posibilidad de ampliar el número de dispositivos sonoros de alarma para que lo puedan escuchar el mayor número de vecinos posible, Catalá ha dicho que el rango auditivo de las sirenas depende de factores externos como la dirección del aire, el sonido ambiente o el tráfico, pero que «todo el aprendizaje del simulacro de hoy nos va a ayudar a hacer un despliegue de este tipo de alarmas».

Sobre la participación de la Policía Local de Valencia dentro del plan integrado por 19 municipios del área metropolitana, Catalá ha dicho que el Cap i Casal está a disposición del área metropolitana y ha mostrado su apoyo a cualquier labor de coordinación en emergencias que pueda generarse en el ámbito metropolitano.

«Estamos para ayudar, ya lo hemos hecho. Vamos a seguir haciéndolo y, por supuesto, si estamos para trasladar nuestro plan de formación, pues también estamos para coordinar los efectivos de emergencias», ha concluido.