Catalá conecta Nazaret y Moreras con una pasarela ciclopeatonal

«No vamos a renunciar nunca y vamos a luchar siempre por el soterramiento de Serrería. La ciudad no va a crecer con una cicatriz ferroviaria», ha sentenciado tajante la primera edil durante el acto de presentación del proyecto que ha tenido lugar esta mañana. Al evento han asistido representantes de las asociaciones vecinales a las que beneficiará esta nueva pasarela y, una vez terminada la exposición, han aplaudido las palabras de Catalá sobre el soterramiento de Serrería.

La alcaldesa ha manifestado que el soterramiento «no es un proyecto caro» para las arcas del Ejecutivo central dado que viene muy financiado por las cuotas que en su día ya pagaron los residentes de Penya-roja y la posesión del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) de parte de los terrenos de la zona.

«Este Ayuntamiento está cumpliendo su palabra dando pasos hacia delante», ha insistido incidiendo en que la nueva infraestructura no condicionará la urbanización del PAI de Moreras, favorecerá la movilidad sostenible, la integración paisajística y no comprometerá la capacidad del cauce del Turia en caso de crecidas. El conjunto del proyecto tendrá una longitud aproximada de 1,3 kilómetros y un ancho variable de entre tres y seis metros. La pasarela en sí cubrirá 54 metros de distancia.

«Esta estructura garantizará seguridad frente a posibles crecidas, gracias a un estudio hidráulico que se ha realizado específicamente para el diseño de esta infraestructura, ya que en este tramo del antiguo cauce del río confluyen gran parte de los colectores de la ciudad y en episodios de lluvias puede variar notablemente el nivel de agua», ha comentado al respecto Catalá detallando algunos aspectos de este proyecto que materializará la empresa de ingeniería civil Urbinsa.

El proyecto que abordará el tramo Europa, en referencia a la Capitalidad Verde Europea, levantará la pasarela desde la calle 3 de abril de 1979 hasta la margen sur del antiguo cauce del Turia. La nueva infraestructura salvará el vial ferroviario pasando por debajo del mismo hasta acabar cerca del puente de Astilleros. Su coste será de poco más de dos millones de euros y la mitad del importe lo sufragará la Generalitat. 

La senda también estará dotada con zonas de descanso cada 50 metros, iluminación solar con sensores de presencia, que se intensificará en las zonas más oscuras, arbolado, papeleras, aparcamiento para bicicletas y cámaras de videovigilancia. Además, el itinerario separará los tramos peatonales y ciclistas, con prioridad para quienes vayan a pie. La bifurcación entre ambas rutas se producirá en la calle de l'Estacioneta (donde será estrictamente peatonal) y el borde oeste del puente de Astilleros (vía reservada únicamente para ciclistas).

«El objetivo –ha explicado la alcaldesa- es que este proyecto, que es definitivo, para siempre, conecte el parque de Cabecera con el futuro parque de Desembocadura, y cumplir así con nuestra aspiración de conectar la ciudad con el mar». «La actuación, que es importantísima, ha sido impulsada por el Ayuntamiento con motivo de la Capitalidad Verde Europea 2024 y estará cofinanciada por la Generalitat, es un ejemplo de cómo se transforma Valencia para ser una ciudad más habitable, más verde y más humana», ha añadido sobre un nuevo paso en el modelaje del último tramo del río.

«Y no se trata de una intervención aislada», ha subrayado la primera edil tras recordar que esta iniciativa «forma parte de un gran proyecto que incluye la urbanización del PAI del Grao, con más de 160.000 metros cuadrados de zonas verdes, tres kilómetros de carril bici y 45.000 metros cuadrados de equipamientos públicos que culminará con el Parque de Desembocadura, que es la gran infraestructura verde de esta década, ya que va a transformar la fachada marítima y con ello vamos a culminar el Jardín del Turia».