La última imagen de Bea
Una cámara registró el instante en que la joven salió de su casa en Oliva tras despedirse de su novio y cambiarse de ropa
23.44 del 8 de agosto. Los fríos dígitos de una cámara municipal de la plaza San Roque de Oliva marcan esa hora en la grabación de seguridad. En la imagen, Beatriz Guijarro, la joven 54 días desaparecida. La protagonista de un caso que ha mantenido en vilo al pueblo, más tras el hallazgo de su cuerpo calcinado en la cercana montaña de La Creu, como adelantó en exclusiva la web de LAS PROVINCIAS.
Es una de las últimas imágenes de Bea con vida. Todo comenzó aquella noche. Antes de las 00 horas, esa cámara capta a la joven con gente aún en las terrazas de los bares. Bea camina mirando el móvil mientras se dirige al bar de su novio, Juanjo Jiménez. Se la ve pasar absorta en su terminal. Teclea. Se mensajea con alguien. En el local pasó un rato con Juanjo. Iba ya a cerrar. Cuando lo hizo estuvieron una hora hablando. «Estaba normal. La relación era muy buena, llevábamos siete meses de categoría», explicó el hombre en declaraciones a LAS PROVINCIAS.
La pareja salió junta luego a la calle. Otra cámara lo atestigua. Una situada en la calle del Fossar. Van hacia la casa de Juanjo. El reloj marca las 00.34 horas. Bea lleva una bolsa de basura que arroja en un contenedor cercano, como se ve en el fondo de la grabación. La pareja se despidió después, como ha declarado su novio, y ella se marchó a su domicilio.
Cerca de la calle Santa Lucía, donde está su casa (Bea vive con su madre, su hermano y sus dos pequeños, un niño de seis años y una niña de ocho) la registra también una cámara ya cerca de la una de la madrugada. Esta, propiedad de un particular. Bea camina aún más ensimismada en el móvil. Tanto que está a punto de caer en un bordillo muy pronunciado por el que camina.
En casa está un rato y se cambia de ropa. Va a casa de una prima hermana aunque no dice nada a sus familiares. La mujer no tiene relación con la familia. El cambio de ropa queda constatado por la misma cámara de la plaza San Roque que la grabó de camino al bar de su novio. Del vestido negro que lucía antes pasa a un pantalón corto y una camiseta de tirantes.
La reconstrucción de la Guardia Civil demuestra que fue a casa de esa prima hermana de su madre. Allí estuvo unos minutos y se fue. «Me dijo, adeu tía, y se marchó tan normal», ha declarado la familiar. Había quedado con alguien, dijo la familiar.
La investigación de la Policía Judicial y los agentes de Homicidios lo atestigua: había quedado con un hombre. Todo ocurre pasadas ya las tres de la madrugada. Un vecino de Oliva perfectamente identificado y que ya ha sido interrogado varias veces por estos hechos. Oficialmente no hay ningún sospechoso de nada en el caso.
El escenario en el que estuvo Bea con su acompañante, según la Guardia Civil, se sitúa apenas a 500 metros de la montaña de La Creu. El lugar en el que apareció el cuerpo de Bea, calcinado, en circunstancias que aún investiga con el caso abierto la Policía Judicial de Gandia y el grupo de Homicidios de la Comandancia de Valencia.