La Guardia Civil investiga si el cuerpo calcinado hallado en una montaña de Oliva es el de Bea
El cadáver ha sido localizado por unos senderistas en la montaña de La Creu, una zona con pinada situada junto al casco urbano, y que sufrió un incendio el pasado 4 de septiembre | Los familiares de la joven de 29 años desaparecida hace 53 días han acudido al lugar pero oficialmente no se ha confirmado la identidad ni el sexo de la víctima
Doble conmoción en Oliva. La Guardia Civil investiga el hallazgo del cuerpo calcinado de una persona que ha sido localizado en una zona apartada del municipio. El descubrimiento del cadáver se ha producido en la tarde de este miércoles y al lugar han acudido agentes del equipo de Policía Judicial de Gandía y de Policía Científica para realizar un examen forense del lugar. Por ahora no se ha confirmado la identidad ni el sexo de la víctima, como tampoco las circunstancias exactas de la muerte. El sexo de la víctima y las causas de la muerte las certficará la autopsia. Pero una de las hipótesis que manejan ya los investigadores es que el cuerpo pueda pertenecer a Bea, la joven del pueblo que lleva 53 días desaparecida.
El cuerpo ha sido encontrado, como ha adelantado en exclusiva LAS PROVINCIAS en su edición digital, en una zona montañosa y con pinada del barrio del Pinet, muy cerca de la Cruz de Oliva. El paraje es conocido de hecho como la montaña de La Creu. El lugar es una zona de difícil acceso y al que es absolutamente imposible llegar en coche. De hecho, sólo se puede llegar en vehículo a través de una residencia de ancianos de la zona, que está completamente vallada.
Los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil han tenido que cargar mochilas y utensilios de examen forense en mochilas para dirigirse al lugar en el que ha sido hallado el cuerpo. El estado del cadáver, totalmente carbonizado, hace que sea difícil establecer por el momento si se trata de un hombre o una mujer. Pero todos los focos se han situado desde el inicio sobre una terrible conclusión: que se trate de la mujer desaparecida en agosto.
Han sido unos senderistas los que sobre las seis de la tarde han dado con el macabro hallazgo. Al lugar han acudido primero agentes de la Policía Local y después integrantes de la Guardia Civil, que se han hecho cargo de la investigación. «Nos extraña que nadie lo haya visto antes, porque es una zona por la que pasa mucha gente haciendo senderismo o paseando a los perros», ha señalado un vecino.
La localización del cuerpo calcinado ha desatado una enorme expectación entre los vecinos de Oliva. Especialmente de la calle Alta, la vía más cercana a la zona boscosa en la que ha sido localizado el cadaver calcinado y absolutamente irreconocible. Los propios residentes han llamado la atención sobre un extremo: el pasado 4 de septiembre se produjo un incendio en este punto que movilizó a varios efectivos del Consorcio de Bomberos y de la Generalitat.
El siniestro se produjo hacia las 15.30 horas de aquel día. Los efectivos de Emergencias realizaron un rastreo entonces y no dieron con ningún cuerpo tras sofocar el siniestro, cuyas causas exactas no trascendieron. Búsqueda con medios aéreos y con perros adiestrados. «Estuvieron toda la noche y al día siguiente, y no vieron nada», ha señalado un residente de la calle Alta.
Con la noche ya caída se ha procedido al levantamiento del cuerpo entre la pinada. Las próximas horas serán claves para confirmar los terribles presagios que los investigadores ya manejan. La autopsia que se realizará este jueves al cadáver será clave para determinar la identidad de la víctima. El análisis forense de la pelvis y el cráneo de la persona fallecida determinará su sexo, aunque todos los indicios preliminares apuntan a que es una mujer.
La misma montaña de La Creu ha sido escenario de batidas y búsqueda por parte de voluntarios y Fuerzas de Seguridad en torno a un caso que mantiene en vilo a Oliva y Valencia: la desaparición de Bea. «La hemos buscado por todos sitios, por aquí también», han indicado a LAS PROVINCIAS algunos vecinos congregados por el hallazgo del cuerpo calcinado.
Y es que el municipio cumple ya 52 días de desasosiego y sin rastro de Beatriz Guijarro, la joven de 29 años cuya pista se perdió en extrañas circunstancias en el pueblo en la madrugada del pasado 9 de agosto. Por ahora no ha trascendido ningún indicio que relacione el hallazgo del cadáver calcinado con el caso de la desaparecida.
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La Guardia Civil no ha cesado ni un segundo desde aquel día en descubrir que hay detrás de esta desaparición calificada desde el minuto cero como «inquietante» y presuntamente «forzosa».
Los agentes del Equipo de Policía Judicial de Gandia, encargados de la investigación, centrados en el entorno más próximo de la joven y tras interrogar en varias ocasiones a aquellos que estuvieron con Bea la noche del 8 al 9 de agosto, han ampliado la búsqueda a la provincia de Alicante tras recibir información de personas que aseguraban haberla reconocido gracias a las imágenes difundidas por redes sociales y medios de comunicación. Pero nada, ninguna prueba real de que fuera ella.
Ya entrado este jueves, la comisión judicial del Juzgado de Instrucción número tres de Gandia, en funciones de guardia, ha procedido al levantamiento del cadáver a las doce de la medianoche. El cuerpo ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia donde este jueves se le realizará la autopsia para determinar la causa exacta del fallecimiento.
La clave del caso la tendrán las pruebas de ADN y odontológicas que se realizarán y determinarán o no si se trata de la joven desaparecida en Oliva hace 53 días. Y sobre todo si la familia de Bea acaba con esta incertidumbre que los está matando en vida.