La ex de un presunto pedófilo: «He vivido durante años con un monstruo y yo era su tapadera»
Un juzgado de Llíria mantiene la custodia compartida a un padre detenido por pornografía infantil y denunciado por abusos a su hija de 4 años
Desde el pasado 18 de julio Martina –nombre ficticio para preservar el anonimato de madre e hija– vive con miedo a salir de casa con ... su hija de cuatro años, ante el temor de que se la quiten para entregársela al padre de la menor, investigado en una causa abierta por tenencia de pornografía infantil y denunciado posteriormente por abusos sexuales a la pequeña. En virtud de la resolución judicial para que se cumpla el régimen de visitas establecido, al mantener un Juzgado de Llíria la custodia compartida de ambos progenitores, pese a la causa que hay contra el presunto pedófilo.
«He vivido durante años con un monstruo y yo era su tapadera», confiesa esta mujer, quien en el mes de octubre de 2024 descubrió por casualidad en el teléfono móvil de su marido y padre de su hija imágenes de contenido sexual de niñas menores de edad, incluso familiares del propio detenido. Algunas de las fotografías habían sido tomadas por él mismo, al parecer menores de su entorno residencial a las que había fotografiado en el parque, para posteriormente manipular presuntamente dichas imágenes con inteligencia artificial para desnudarlas.
«Llevaba una doble vida, me di cuenta de que estaba viviendo con un desconocido y que yo era su cara buena para mostrársela a otros», explica la denunciante, quien asegura que nunca había sospechado de las presuntas aficiones pedófilas de su marido.
La mujer denunció el hallazgo de la pornografía infantil en una comisaría de Policía Nacional, aunque al tratarse de hechos ocurridos en demarcación de Guardia Civil, finalmente se hicieron cargo de la investigación agentes del Instituto Armado.
Según relata, tras mantener una discusión de pareja, «en la que él se puso hecho una furia» –aunque nunca se ha mostrado violento ni con ella ni con la niña–, «cogí las llaves del coche y me fui». En el vehículo, que compartían ambos, se dio cuenta de que su pareja se había dejado el teléfono móvil y que ella se había olvidado el suyo en casa. Así, según explica, como ambos saben las claves de desbloqueo del otro, lo desbloqueó para llamarse así misma y ver dónde lo había dejado, y nada más abrirse la pantalla vio la primera imagen sexual. «Se ve que lo sorprendí justo cuando estaba viendo las fotos y por eso se había puesto de esa forma», argumenta la mujer.
El presunto pedófilo fue detenido y el Juzgado de Instrucción número 7 de Llíria mantiene una causa abierta en la que figura como investigado inicialmente por un delito de tenencia de pornografía infantil a raíz de la denuncia interpuesta por su ahora expareja. El hombre, de 37 años y sin antecedentes, está en libertad con la obligación de presentarse ante el juzgado cuando sea requerido.
Los presuntos abusos
Posteriormente, el pasado mes de mayo, Martina realizó una ampliación de la denuncia inicial por presuntos abusos sexuales a la hija de ambos, después de que la menor de cuatro años le contara, con las palabras de una niña de su edad, los tocamientos de su padre en la cama mientras comía chucherías y se hacía el dormido. «Ella se lo tomó como un juego, por lo menos me quedo tranquila de que no tiene un trauma porque no es consciente de lo que le hacía su padre», explica la madre.
La Fiscalía se pronunció a favor de que se le prohíba al presunto pederasta aproximarse a su hija durante la tramitación del procedimiento o haya una resolución firme, así como suspender la patria potestad del padre y provisionalmente el régimen de visitas.
No obstante, el juzgado que instruye la causa de pornografía infantil denegó el pasado 23 de junio la cautelar de alejamiento, retirada de custodia o suspensión de la patria potestad solicitadas por la denunciante. A la espera de realizar la exploración a la menor mediante cámara Gesell y de recibir el informe con el contenido procedente del vaciado de los dispositivos que se localizaron en la vivienda durante la entrada y registro a la misma practicados en el marco de este procedimiento, según han informado fuentes del TSJCV.
De igual modo, el Juzgado de Instancia e Instrucción tres de Llíria, que lleva el proceso de divorcio también rechazó el 20 de mayo la retirada del régimen de custodia, «al no apreciar motivos que recomendaran dicha modificación», aclaran estas mismas fuentes. Pese a las resoluciones judiciales en su contra, la madre se niega a entregar a su hija. «Mi mayor miedo es que se la lleven y le dejen estar con ella a solas, es un peligro».
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