El mapa circular de la banda que atraca a ancianos
La Policía sospecha que los ladrones viven y se esconden en algún lugar próximo a las seis viviendas que han asaltado en La Punta, Castellar y Pinedo
Visten ropa oscura. Trepan como los gatos. Fuerzan ventanas o se cuelan en las casas por los tejados. Despiertan a golpes a sus víctimas. Roban ... dinero, joyas y hasta dentaduras. Luego huyen campo a través. Saltan acequias. Corren o pedalean por caminos hasta que desaparecen en la oscuridad de la noche. Así actúa la banda de ladrones encapuchados que asalta a ancianos en sus domicilios en las pedanías del sur de Valencia.
Tras la oleada de robos en La Punta, Pinedo y Castellar, la Policía y la Guardia Civil han aumentado los controles en las carreteras y caminos de la zona, pero los delincuentes parece que conocen el terreno. Esto explicaría la facilidad y rapidez con la que eluden los cercos policiales.
Las ubicaciones de los seis asaltos que los investigadores atribuyen a la banda se encuentran dentro de un mapa circular, un área que las patrullas policiales han peinado en los últimos días en busca de los ladrones.
La Policía sospecha que los violentos individuos podrían ocultarse y vivir en alguna de las pedanías donde han cometido los robos. Los vecinos también creen posible esta hipótesis y miran con recelo a okupas violentos, que ya habían causado problemas de convivencia antes de los asaltos, y a clanes que malviven en asentamientos chabolistas.
Tienen miedo y están instalando sistemas de alarma y sensores de movimiento en sus domicilios. Varios ancianos se han trasladado a vivir a casas de familiares y otros contemplan la posibilidad de vender sus viviendas.
«Mi hijo me ha dicho que me vaya a vivir con él una temporada. Creo que va a ser lo mejor. Robos ha habido toda la vida, pero lo que está pasando ahora es muy grave. Yo no he visto una cosa igual. Pegarle puñetazos a un anciano para robarle cuatro euros. ¿Dónde se ha visto eso?», pregunta con indignación un vecino de La Punta.
Los ladrones suelen robar dinero y joyas, pero también se han llevado teléfonos móviles y hasta una dentadura con piezas de oro de un anciano fallecido. Hablan entre ellos en un idioma extranjero, aunque se dirigen a las víctimas en español.
La violencia que emplean los delincuentes ha causado una gran alarma entre los vecinos, que están tomando precauciones para proteger sus hogares. Golpean y atan a sus víctimas, aunque no ofrezcan resistencia, y las amenazan con armas blancas. El pasado 10 de enero, un vecino de La Punta no dudó en coger su escopeta de caza para ahuyentar a tres ladrones en la madrugada junto a la iglesia parroquial de pedanía.
Días antes, el mismo grupo de delincuentes, al parecer, asaltó otras tres viviendas en las calles Jesús Morante Borrás, Alacreus y Tremolar tras intimidar con cuchillos y destornilladores a los moradores de avanzada edad. Y en la madrugada del Día de Reyes, un matrimonio sufrió otro robo en su casa en la carretera Fuente en Corts.
El último asalto tuvo lugar en la madrugada del 15 de enero, cuando varios individuos encapuchados asaltaron en Pinedo la casa de una pareja de ancianos. Tras despertarlos a golpes, los ladrones ataron al hombre y se llevaron joyas y unos 300 euros. La víctimas necesitaron atención médica al sufrir fracturas en las costillas y hematomas en la cara.
Las patrullas policiales han identificado a varios sospechosos en los últimos días en los controles rutinarios que realizan en los accesos a las pedanías. Los agentes registraron una furgoneta en la madrugada del miércoles y trasladaron a sus ocupantes, tres jóvenes de entre 22 y 26 años de edad, a dependencias policiales tras intervenirles pasamontañas, cizallas y otras herramientas. Uno de ellos tenía en vigor una de orden de búsqueda y captura.
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