La banda que atraca a ancianos reaparece en Pinedo y ya acumula seis robos en pocos días

El último asalto tuvo lugar sobre las cinco de la madrugada del lunes en la casa de un matrimonio de ancianos, Blas y Amparo, ambos de 89 años de edad, en el camino del Tremolar en Pinedo. Los tres ladrones entraron en la vivienda por el tejado tras arrancar una placa de uralita, luego forzaron la ventana del cuarto de baño y accedieron al comedor y los dormitorios. Uno de ellos, al menos, tuvo que escalar la fachada de la casa y después abrió la puerta para que entraran los otros dos individuos.

Los delincuentes propinaron puñetazos al hombre y la mujer, que duermen en habitaciones separadas, y les causaron lesiones en la cara y varias fracturas de costillas. Blas sufre una pérdida de audición desde hace tiempo y no escuchó nada. A su mujer la despertaron a golpes y le taparon la boca para que no gritara.

El anciano ofreció resistencia y fue reducido y atado con el cable de la lámpara de la mesita de noche. Tras registrar cajones y armarios, los delincuentes robaron todas las joyas que encontraron y unos 300 euros. Después huyeron y dejaron la puerta abierta. Amparo se asustó mucho y esperó media hora, por lo menos, para salir de su dormitorio. La anciana ayudó a su marido a desatarse y juntos fueron a la calle para pedir auxilio a un vecino.

Tras recibir el aviso del asalto, varias patrullas de la Guardia Civil y la Policía Local de Valencia acudieron con urgencia al lugar, pero los asaltantes lograron eludir otra vez el cerco policial. Los ancianos fueron trasladados a un hospital para que recibieran atención médica, y horas después, la Guardia Civil realizó una minuciosa inspección en la casa para buscar huellas de los ladrones, aunque estos utilizaron guantes.

La violencia que emplean los delincuentes ha causado una gran alarma entre los vecinos, que están tomando precauciones para proteger sus hogares. Uno de ellos no dudó en coger su escopeta de caza para ahuyentar a tres delincuentes en la madrugada del pasado 10 de enero junto a la iglesia parroquial de La Punta.

Días antes, el mismo grupo de ladrones, al parecer, asaltó otras tres viviendas en las calles Jesús Morante Borrás, Alacreus y Tremolar tras intimidar con cuchillos y destornilladores a los moradores de avanzada edad. Y en la madrugada del Día de Reyes, un matrimonio sufrió otro robo en su casa en la carretera Fuente en Corts.

Tras esta oleada de asaltos, la Policía Nacional y la Guardia Civil han aumentado la vigilancia en las pedanías. Los vecinos tienen miedo y están instalando sistemas de alarma y sensores de movimiento en sus casas. También reclaman más vigilancia policial, la instalación de cámaras de seguridad en puntos estratégicos y mejor alumbrado en algunas calles y rotondas de las pedanías.

Una banda de delincuentes de Europa del Este está detrás, al parecer, de estos violentos asaltos. Suelen robar dinero y joyas, pero también se llevaron teléfonos móviles y hasta una dentadura con piezas de oro de un anciano fallecido. Los ladrones hablan entre ellos en un idioma extranjero, aunque se dirigen a las víctimas en español.

La Policía sospecha que los seis asaltos fueron cometidos por el mismo grupo de individuos, que podrían vivir en alguna de las pedanías del sur de Valencia. Esto explicaría la facilidad y rapidez con la que eluden los cercos y controles que realizan las patrullas policiales cuando reciben el aviso del asalto. Además de los atracos, en los últimos meses se han registrado numerosos robos en el interior de vehículos y una oleada de actos vandálicos: pinchazos de ruedas de coches y quema de contenedores.