Asaltan dos veces la oficina de objetos perdidos en la central de la Policía Local de Valencia para robar móviles y carteras
Los ladrones burlaron el sistema de videovigilancia del complejo policial tras aprovechar un punto ciego y desvalijaron las dependencias municipales en dos noches consecutivas
Que los ladrones eligen muy bien sus objetivos para apoderarse del mayor botín posible es algo de sobra conocido, pero muy pocas veces asaltan unas ... instalaciones municipales en dos noches consecutivas. Sucedió la semana pasada en la oficina de objetos perdidos, unas dependencias situadas en la central de la Policía Local de Valencia.
Según las dos denuncias presentadas en la comisaría de Abastos de la Policía Nacional, el ladrón o los ladrones robaron más de 300 teléfonos móviles, unas 50 carteras con documentación pero sin dinero, mochilas, bolsos y hasta joyas que guardaban en cajones a la espera de que aparecieran sus legítimos propietarios.
La oficina de objetos perdidos se encuentra dentro del recinto de la central de la Policía Local de Valencia, pero los ciudadanos pueden acceder a la misma por la calle Santa Cruz de Tenerife. El autor o los autores de los dos asaltos forzaron la cerradura de la puerta desde el exterior en dos noches consecutivas, concretamente en las madrugadas del 13 y 14 de junio.
Una vez dentro de la oficina tuvieron mucho tiempo para rebuscar entre los objetos y aparatos almacenados en las estanterías, seleccionar los teléfonos móviles más caros y meterlos en mochilas para sacarlos por la misma puerta por donde habían entrado.
Los ladrones, que se llevaron hasta un patinete eléctrico la primera noche, estuvieron varias horas dentro de las dependencias municipales, y todo parece indicar que cometieron el segundo robo en la madrugada siguiente tras comprobar que el sistema de vigilancia era el mismo que la noche anterior.
Según informaron fuentes sindicales, la alarma de intrusión no funcionaba debido a una avería, por lo que los delincuentes solo tuvieron que evitar las cámaras del circuito cerrado de televisión del antiguo cuartel del Ejército del Aire.
La central de la Policía Local de Valencia se encuentra delimitada por la avenida del Cid y las calles Enguera, Músico Ayllón y Santa Cruz de Tenerife. El complejo policial, que fue inaugurado en 1999, tiene una extensión de 9.000 metros cuadrados y alberga el Centro Integral de Seguridad y Emergencias, más conocido como la sala del 092, una academia de formación, un gimnasio, una sala de conferencias, un museo y una galería de tiro, entre otras dependencias policiales.
La oficina municipal de objetos perdidos, que atiende un policía local, también se encuentra dentro del recinto policial con accesos por el interior de la central y la puerta de la calle Santa Cruz de Tenerife. Tras los dos robos cometidos en menos de 24 horas, la Policía Local ha aumentado la vigilancia en la zona por las noches mientras revisan los sistemas se seguridad.
Las mismas fuentes sindicales señalaron que las cámaras de videovigilancia tienen varios puntos ciegos (áreas que no están dentro del campo de visión) en el perímetro de la central policial, por lo que cualquier persona puede acercarse a estos espacios concretos sin ser detectada. Además, la cámara más cercana a la fachada de la oficina de denuncias no enfoca a la puerta.
Un equipo de la Brigada Provincial de Policía Científica realizó una minuciosa inspección en las instalaciones municipales para buscar posibles huellas del ladrón. Los investigadores de la Policía Nacional no descartan que solo cometiera el robo un individuo, ya que encontraron dos guantes en el suelo y una huella de zapatilla en la puerta violentada de la oficina de objetos perdidos.
El ladrón no fue detectado por las cámaras de videovigilancia en ninguno de los dos asaltos, por lo que se desconoce la franja horaria en la que tuvieron lugar los hechos delictivos, y si habría participado un segundo individuo con labores de vigilancia en la calle para avisar de la posible llegada alguna patrulla policial.
Miles de objetos perdidos
Miles de enseres y aparatos acaban cada año en la oficina de objetos perdidos a la espera de ser reclamados por sus propietarios. Teléfonos móviles, gafas, carteras y paraguas son los que más depositan en las dependencias custodiadas por la Policía Local, pero también llegan carros de bebé, pelucas, matrículas, respiradores y hasta dentaduras postizas.
El Código Civil publicado en 1889 regula en España lo que se debe hacer con los objetos encontrados. Según el artículo 615, la cosa hallada debe restituirse a su anterior poseedor, y en el caso de no ser conocido hay que ponerla en poder del alcalde del municipio donde tuvo lugar el hallazgo. Una vez transcurridos dos años sin aparecer el propietario, el objeto o su valor se adjudica a quien lo hubiese encontrado.
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