Cómo incluir proteínas alternativas en la dieta para adelgazar y aumentar masa muscular
Mantener una buena ingesta de estos nutrientes es esencial para la salud y siempre debe complementarse con hidratos de carbono y grasas saludables
Las proteínas son un componente fundamental para la dieta de cualquier persona, que debe completarse con una ingesta equilibrada de hidratos de carbono y grasas saludables para mantener una buena salud. Además, la ingesta de proteínas puede ajustarse en función de los objetivos físicos que persigas: tomar más aporta saciedad y te ayudará a bajar de peso, además de a aumentar la masa muscular y conseguir unos resultados más evidentes tras el entrenamiento.
Aunque hay muchos suplementos para incluir las proteínas en tu día a día, como barritas energéticas o proteína en polvo para hacer batidos, lo más saludable siempre es incorporarlas a través de alimentos saludables en cada comida del día. Por ejemplo, en el desayuno puedes hacerlo con unos huevos escalfados, unas tostadas de jamón o un yogur natural.
Pero un error común a la hora de tomar más proteína está en no incorporar las alternativas a la dieta, según apuntan desde el Good Food Institute (GFI) Europe. Estos productos provienen de ingredientes obtenidos mediante fermentación y carne e ingredientes cultivados, perfectos para incluir en una dieta mediterránea.
«Los análogos vegetales a la carne pueden ser un gran aliado en este contexto, ofreciendo a los consumidores una opción vegetal que es saludable y accesible», indica el GFI en su primer informe sobre el ecosistema español de proteínas alternativas.
El GFI también ha informado sobre los tipos principales de proteína alternativa: origen vegetal, fermentación y carne cultivada. En el caso de la carne de origen vegetal, aspira a tener la apariencia, experiencia culinaria y el sabor de la carne convencional, pero se obtiene de ingredientes vegetales en lugar de a partir de animales.
Por su parte, la fermentación se refiere al uso de hongos y microorganismos para elaborar alimentos e ingredientes que presentan los sabores y texturas tan característicos de la carne, el pescado y el marisco, los huevos y los lácteos.
Por último, la carne cultivada se obtiene de células animales, que se cultivan en fermentadores como los utilizados en la producción de cerveza y se mezclan con ingredientes vegetales para elaborar productos cárnicos que tienen el mismo sabor que los convencionales.