Alerta por el «grave riesgo» de la extrema y viral 'dieta de las princesas Disney': promete perder diez kilos en 15 días
Esta peligrosa práctica marca entre 300 y 600 la ingesta máxima de calorías diarias
Adelgazar es un proceso que debe realizarse de forma saludable y, preferiblemente, bajo la revisión de un profesional. No se trata de restringirse la comida en exceso ni de pasarse el día haciendo deporte en el gimnasio, tampoco de vivir contando calorías y evitar los planes sociales que incluyan comida o bebida para no aumentar las macros diarias. Seguir este tipo de pautas pueden terminar en una relación tóxica con la comida, que lleva a malnutrición y al desarrollo de graves problemas de salud.
Querer bajar de peso debe ser un objetivo a plantear de forma realista: es prácticamente imposible bajar una drástica cantidad de peso de la noche a la mañana y hay que desconfiar de las dietas y productos 'milagro' que venden un adelgazamiento radical en pocos días. La clave para adelgazar y no recuperar el peso perdido es adoptar una rutina de buenos hábitos que sea realmente sostenible en el tiempo, en la que no falte el deporte habitual y una base nutricional de alimentos sanos y cargados de propiedades. La fruta, verdura y legumbres son grandes aliadas, siempre junto a dosis de proteínas (carne, pescado, lácteos u otras opciones como el tofu para dietas veganas y vegetarianas) y grasas saludables.
La última de estas pautas extremas para adelgazar que se ha viralizado en Tiktok, donde abundan sin filtro los contenidos para adelgazar, es la conocida como 'dieta de las princesas Disney', porque simula lo que comería cada una de las protagonistas de las películas. Se trata de una prácticas populares en redes sociales que «juegan» con la salud física y emocional de los jóvenes, según ha advertido el divulgador científico de la Unidad de Cultura Científica del Consejo General de Enfermería (CGE), Héctor Nafría.
Esta peligrosa tendencia consiste en seguir cada día con una dieta que promete perder diez kilos en 15 días, a través de la ingesta única de manzanas rojas, en el caso del 'Día de Blancanieves'; comer únicamente alimentos crudos, en el 'Día de Pocahontas'; o solo tomar té, si toca el 'Día de Bella'.
«Las redes sociales están llenas de desinformación, pero cuando hablamos de nutrición el terreno se vuelve más amigable para los bulos, las dietas milagro y otras prácticas de riesgo disfrazadas de soluciones rápidas y mágicas que intentan, con argumentos pseudo-científicos, inculcar sus bondades. Esta ni es una dieta, ni es mágica, ni inocente. Es un plan restrictivo, carente de base científica, que pone en riesgo la salud física, emocional y social de quienes lo siguen, especialmente los adolescentes», ha afirmado Nafría.
Tras ello, ha señalado que estas prácticas se combinan con planes que limitan la ingesta diaria entre 300 y 600 kilocalorías, muy por debajo de las 2.050 recomendadas para los adolescentes.
Estas pautas alimenticias «extremas» ponen en «grave riesgo» la salud de las personas más jóvenes, y es que este «divertido» reto puede calar en este tipo de población con mayor facilidad al basarse en personajes reconocibles de la infancia, así como por un «culto» a la delgadez que tiene mayor capacidad de calar en los adolescentes.
«Plataformas como TikTok refuerzan la exposición a este tipo de contenidos mediante algoritmos que favorecen los vídeos con interacciones masivas. A esto se suma el uso de 'hashtags' cifrados, diseñados para evadir la moderación y facilitar la proliferación de comunidades que promueven conductas alimentarias de riesgo (comunidades pro-TCA)», ha recalcado Nafría.
Peligrosas consecuencias para la salud
Aunque a corto plazo las consecuencias para la salud pueden aparecer a través de trastornos metabólicos, como cetosis o acidosis láctica; de alteraciones cardiocirculatorias; de alteraciones gastrointestinales, como náuseas, vómitos, estreñimiento, diarreas; provocar sequedad en el pelo, fragilidad de las uñas; o llevar a trastornos neuropsíquicos, como la intolerancia al frío, el insomnio o la distorsión de la imagen corporal; los efectos son «aún peores» a largo plazo.
«Hay un riesgo elevado de desarrollar trastornos de la conducta alimenticia, como anorexia o bulimia. En adolescentes puede provocar retraso en el crecimiento y alteraciones hormonales. Además, llega a tener un impacto neurológico y cognitivo, y en los peores casos derivar en un problema psicológico que lleve a la baja autoestima, el aislamiento o la depresión», ha asegurado.
Por todo ello, desde el Consejo se ha resaltado que un buen plan de adelgazamiento debe ser personalizado, proporcionar como mínimo 1.200 kcal por día, asegurar la ingesta de vitaminas y minerales, y evitar la prohibición de alimentos.