La OCU pone a prueba el efecto real de la crema de bote azul de Nivea: «Tras dos semanas de uso, ha demostrado su capacidad»
La organización concluye tras un análisis si el popular producto cumple con su función y deja beneficios en la piel
Hay productos de maquillaje y cosmética que vienen y van de nuestros neceseres y otros que consiguen hacerse un hueco de honor en nuestro baño durante años, incluso generaciones. El típico 'este también lo usaba mi abuela y mi madre' que nos ocurre con algunos artículos que, además de darnos nostalgia, nos siguen aportando un valor muy funcional que avala su fama.
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Es lo que ocurre desde hace décadas con un producto que casi todo el mundo tiene en casa o que, al menos, conoce: la crema Nivea de bote azul. Su embalaje es tan icónico como su propia fama y a estas alturas es prácticamente imposible no haberla probado alguna que otra vez. Son muchos los fans de este producto, que despierta furor en redes sociales con multitud de usuarios compartiendo sus supuestas bondades.
La propia OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha querido aclara si esta crema es realmente tan buena como dicen y cuál es la realidad de su composición. «La Nivea de lata azul la siguen recomendando muchos dermatólogos», señala la organización sobre este producto, que a pesar de estar indicada como «hidratante para la piel» también se usa como antiestrías, mascarilla, antiarrugas, para el cuidado del bebé, de los tatuajes, para después de la exposición al sol o para que no hagan rozadura los zapatos.
La OCU ha analizado si es verdad que es tan hidratante como dicen con un análisis de 14 días y su resultado es concluyente: «Tras dos semanas de uso, la Nivea de lata ha demostrado su capacidad de hidratación, que consideramos buena: 4 estrellas», asegura la organización. Eso sí, aunque sí que cumple con su función principal de mantener la piel nutrida, no puede emplearse como tratamiento antiedad ya que sus ingredientes no cumplen con una función antiarrugas.
En esencia, el secreto de su éxito parece residir en la sencillez de su fórmula, que se basa en ingredientes muy conocidos, que en conjunto resultan muy eficaces para proteger la dermis. Entre ellos, está la glicerina, que se encarga de mantener la humedad y suavizar la piel, mientras que la parafina y los petrolatos ayudan a crear una barrera oclusiva sobre la piel de forma que se evita la pérdida transepidérmica de agua.
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No obstante, de ahí que haya que tener cuidado con su uso y que los propios dermatólogos adviertan que, dada su potente capacidad oclusiva, esta crema puede no ser la mejor opción para el rostro en pieles grasas o con tendencia acneica. Y es que al tratarse de un producto muy comedogénico, puede obstruir los poros y provocar brotes de acné. Es mejor emplearla en pieles muy secas o en zonas que necesitan un extra de nutrición, como pueden ser las rodillas o los codos durante el invierno.
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