Investigadores españoles demuestran que la colonoscopia y la prueba de sangre oculta en heces son equivalentes para detectar el cáncer colorrectal
En el estudio han participado más de 57.000 personas de entre 50 y 70 años procedentes de ocho comunidades autónomas
El cáncer colorrectal sigue siendo uno de los tumores más comunes y una de las principales causas de muerte por cáncer. A pesar de ello, las tasas de participación en las pruebas de cribado siguen por debajo de lo deseable. Un nuevo estudio realizado en España podría ayudar a cambiar esta tendencia: los investigadores han demostrado que tanto la colonoscopia como la prueba de sangre oculta en heces ofrecen una eficacia similar a la hora de detectar de forma precoz esta enfermedad.
La investigación, publicada en la revista The Lancet, ha sido desarrollada durante una década por equipos del Hospital Clínic-Idibaps de Barcelona y del Hospital Universitario de Canarias, con la participación de más de 57.000 personas de entre 50 y 70 años procedentes de ocho comunidades autónomas: Aragón, Canarias, Cataluña, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco y Comunidad Valenciana.
El estudio, denominado Colonprev, ha contado con el respaldo de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y del Instituto de Salud Carlos III, y se trata del primer trabajo a nivel mundial que compara directamente estas dos estrategias de cribado en condiciones reales y a largo plazo.
Los participantes fueron distribuidos aleatoriamente en dos grupos: uno fue sometido a una colonoscopia, y el otro se realizó la prueba de sangre oculta en heces. Al cabo de diez años, los resultados han sido concluyentes.
«Después de diez años de seguimiento de las personas participantes en el cribado los resultados demuestran que ambas estrategias tienen una eficacia similar en la detección del cáncer colorrectal y en su capacidad para reducir la mortalidad asociada a este tumor», explica una rueda de prensa el doctor Antoni Castells, director asistencial del Hospital Clínic de Barcelona y catedrático de la Universidad de Barcelona.
La mortalidad tras ese periodo fue prácticamente idéntica: del 0,22 % en el grupo de la colonoscopia, frente al 0,24 % en el de sangre oculta en heces. Estas cifras refuerzan la utilidad de ambas pruebas como herramientas válidas para el diagnóstico precoz de uno de los tumores más prevenibles si se detecta a tiempo.
Además de su eficacia, el estudio ha revelado diferencias notables en la participación ciudadana: un 40 % de los convocados accedió a hacerse la prueba de heces, frente al 32 % que aceptó realizarse una colonoscopia. La menor invasividad y la sencillez del test no solo lo hacen más accesible, sino también más aceptado por la población general.
«Es un avance muy importante»
«Es un avance muy importante», destaca el doctor Enrique Quintero, gastroenterólogo del Hospital Universitario de Canarias y catedrático de la Universidad de La Laguna. «Hacemos un llamamiento para que la ciudadanía participe más en las pruebas preventivas», añade, aludiendo a la baja tasa de participación nacional, que se sitúa en torno al 45 %, frente a la media europea.
El coste también juega un papel relevante: mientras que el análisis de heces cuesta entre 2 y 4 euros, una colonoscopia supone un gasto de entre 150 y 200 euros, además de presentar riesgos asociados al carácter invasivo de la técnica. A pesar de estas diferencias, ambas opciones resultan válidas y eficaces según los datos del estudio.
Los investigadores también han señalado disparidades regionales. En comunidades como el País Vasco, donde los médicos de cabecera reparten directamente los kits de heces, la participación es más alta. En Cataluña, donde el sistema se apoya en las farmacias para distribuir y recoger las muestras, los datos también son positivos, con una tasa que ronda el 50 %. En el sur peninsular, en cambio, la implicación es menor, algo que los responsables del estudio vinculan al tiempo que lleva funcionando el programa en cada zona.
El cáncer colorrectal se origina a menudo a partir de pólipos, unas pequeñas lesiones en la mucosa intestinal que pueden transformarse en tumores malignos si no se detectan y eliminan a tiempo. La detección precoz, coinciden los expertos, sigue siendo la herramienta más eficaz para reducir la mortalidad asociada a esta enfermedad.
«Una detección precoz puede salvar muchas vidas, y nos gustaría que se incentivara más desde las instituciones sanitarias», subraya Castells.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.