Un estudio internacional vincula la longevidad con la hora del desayuno
La investigación ha analizado los datos de 2.945 adultos a quienes se les ha realizado un seguimiento durante más de 20 años
Europa Press
Martes, 9 de septiembre 2025, 01:35
Un equipo de investigadores del Massachusetts General Brigham (Estados Unidos) ha vinculado el retraso de los horarios de las comidas, especialmente el desayuno, con un mayor riesgo de mortalidad en las personas mayores, que además suelen experimentar este tipo de cambios de hábitos a medida que envejecen.
El estudio, publicado por Nature en la revista 'Communications Medicine', ha identificado que la tasa de supervivencia a diez años es del 86,7 por ciento en el grupo de alimentación tardía, en comparación con el 89,5 por ciento de aquellos que se alimentan más temprano. La investigación ha analizado los datos de 2.945 adultos de entre 42 y 94 años residentes en Reino Unido, a quienes se les ha realizado un seguimiento durante más de 20 años.
Hasta ahora se tenía una comprensión «limitada» sobre la relación entre las comidas y la longevidad, motivo por el que ha animado a los adultos mayores a mantener horarios de comida consistentes, como parte de una estrategia «más amplia» para promover el envejecimiento saludable y la longevidad.
Desayunar más tarde se ha relacionado con la depresión, fatiga o problemas de salud bucal
«Nuestra investigación sugiere que los cambios en el horario de las comidas de los adultos mayores, especialmente el horario del desayuno, podrían servir como un indicador fácil de monitorizar de su estado general de salud. Pacientes y médicos podrían usar los cambios en las rutinas de comida como una señal de alerta temprana para detectar problemas subyacentes de salud física y mental», ha afirmado el autor principal, Hassan Dashti, nutricionista y biólogo circadiano del Hospital General de Massachusetts.
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Desayunar más tarde, negativo
Del mismo modo, ha expuesto que desayunar más tarde se ha asociado «sistemáticamente» con problemas de salud física y mental, tales como depresión, fatiga o problemas de salud bucal. Esta práctica de comer más tarde se ha relacionado con la dificultad de preparar comidas o con un sueño más lento. Además, las personas con predisposición genética a ser noctámbulas han tendido a comer más tarde.
«Nuestros hallazgos ayudan a llenar ese vacío al demostrar que un horario de comida más tardío, especialmente el desayuno retrasado, está vinculado tanto a problemas de salud como a un mayor riesgo de mortalidad en los adultos mayores. Estos resultados refuerzan el dicho de que 'el desayuno es la comida más importante del día', especialmente para las personas mayores», ha señalado Dashti.
Del mismo modo, ha resaltado los resultados de este estudio en un momento en el que la alimentación restringida en el tiempo y el ayuno intermitente están «ganando popularidad».
El resumen hecho por los propios autores
A medida que las personas envejecen, los cambios en la salud y las rutinas diarias pueden afectar el momento en que comen. Este estudio realizó un seguimiento de casi 3000 adultos mayores en el Reino Unido durante varias décadas para comprender cómo cambia el horario de las comidas con la edad y cómo se relaciona con la salud y la longevidad. Los participantes informaron los horarios de sus comidas y completaron encuestas de salud y estilo de vida a lo largo de varios años. Descubrimos que, a medida que las personas envejecen, tienden a desayunar y cenar más tarde, y quienes tienen más problemas de salud o una tendencia genética a trasnochar también tienden a comer más tarde. Es importante destacar que desayunar más tarde con la edad se asoció con un mayor riesgo de muerte. Nuestros hallazgos sugieren que un horario de comida más tardío, especialmente el desayuno, podría servir como un simple indicador de salud en adultos mayores y podría guiar futuras estrategias para un envejecimiento saludable.