Un estudio desvela cuáles son los hábitos que se deben modificar para retrasar al máximo el envejecimiento
Hasta un 45% de las demencias podrían evitarse controlando factores modificables
Mario Lahoz
Valencia
Martes, 15 de julio 2025, 01:18
El paso del tiempo es una de las pocas cosas que atraviesa a todos por igual, sin importar otras circunstancias vitales. Pero no todos llegan en las mismas condiciones a la tercera edad. Si bien la salud es multifactorial, existen elementos modificables de nuestro estilo de vida que tienen peso a la hora de determinar cómo vamos a encontrarnos a medida que envejecemos.
Para comprender cuáles son las áreas a las que debemos dirigir nuestros esfuerzos, debemos entender en qué consiste el envejecimiento. La base del proceso está en la replicación celular. Cada vez que nuestras células se dividen, pueden producirse errores y, por tanto, a más edad, más problemas. «Toda agresión hacia nuestras células va a producir un envejecimiento más acelerado o incluso prematuro», destaca el investigador del CSIC Manuel Collado.
Algunas de las vías de daño son elementos a los que nos exponemos con frecuencia y sin pensar en ello, desde el consumo de tóxicos como tabaco o alcohol hasta la propia radiación ultravioleta del sol. Jose Viña, catedrático de Fisiología en la UV, señala que la exposición a sustancias tóxicas encabeza la lista de factores de riesgo.
Mas allá de estos consumos, Antonio Ayala, miembro de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad (Semal), observa que comer en exceso aumenta el riesgo de obesidad, y esto acelera el envejecimiento. Además, destaca que si comemos en exceso «se activan unos genes que acortan la vida».
«El tejido adiposo, sobre todo el visceral, es el origen de la inflamación, que actualmente se ha vinculado a un mecanismo de envejecimiento llamado 'inflammaging'», señala. A nivel de cerebro, el doctor David Facal subraya la importancia de la reserva cognitiva. «Hablamos de aspectos que tienen que ver con nuestro estilo de vida, pero también de otros que vienen determinados por nuestra predisposición», explica el doctor.
Dos de los factores que más reducen esta reserva cognitiva son la soledad y el estrés, aspectos que pueden estar vinculados entre sí. «Un gran factor de riesgo para sufrir demencia es la depresión. Entre cognición y emoción hay un vínculo directo que se mantiene toda la vida», explica.
Vivir más y mejor
Retrasar el envejecimiento depende, en parte, de nuestros hábitos. En este sentido, Collado destaca las medidas preventivas a nivel cardiovascular y metabólico. «Se debe controlar el colesterol y el nivel de azúcar en sangre«, indica.
José Viña explica que «hay cuatro cosas que nos pueden ayudar a envejecer bien. Ejercicio, nutrición, control del estrés y suplementos, cuando son necesarios». La actividad física es indispensable en esta etapa, ya que a medida que vamos cumpliendo años vamos perdiendo masa ósea y muscular que el ejercicio ayuda a mantener.
A nivel nutricional, «hay evidencias de que en Europa el 45% de la población mayor de 65 años padece un déficit protéico». El experto sugiere dejarse aconsejar por el médico para suplementar lo que no podamos incluir en la dieta.
En términos cognitivos, depende en gran medida de la buena circulación de sangre y oxígeno al cerebro. Facal destaca que es importante seguir teniendo nuevas experiencias y aprendizajes a lo largo de la vida para ampliar y conservar la reserva cognitiva.