Cómo afrontar las lesiones

Desgraciadamente hay una estadística demoledora en los corredores populares respecto a las lesiones. Aproximadamente el 60% se lesiona una vez al año. Podemos hablar de porqué sucede o los motivos que generan tantas molestias a nivel estructural, pero la mayoría de estas interrupciones vienen por sobrecargas articulares, tendinosas y musculares. En ocasiones estos problemas se ven agravados por importantes descompensaciones que con el tiempo se cronifican y el corredor tiene que parar sus práctica deportiva para recuperarse.

Para llevar a cabo una buena recuperación lo primero que tenemos que tener en cuenta es realizar un diagnóstico acertado. Es decir, tengo que acudir a un buen especialista para que me realice las pruebas pertinentes y me haga sus valoración. Se pierde mucho tiempo esperando que pase el problema, confiando que todo se soluciona con el reposo. Miramos información a través de las redes, pensando que voy a encontrar la solución y siempre tenemos algún amigo «experto» que nos dice lo que tenemos que hacer.

Una vez te han informado del problema que tienes y empiezas el periodo de recuperación, debes confiar plenamente en los especialistas. La mayoría de los corredores quieren recuperarse antes de lo establecido. Esto es un error muy frecuente, porque la naturaleza de la lesión lleva su ritmo, pero las ganas y la motivación del corredor quiere ir más rápido de lo que debe. Por eso es importante, no obsesionarse en fijar fechas de recuperación. Debes centrar los esfuerzos y la energía en realizar cada día lo conveniente para seguir avanzando.

Estar lesionado no significa estar parado dependiendo de la lesión. Es posible que no puedas correr, pero esto no te impide realizar otras actividades alternativas como: bici, elíptica, natación… Es importante mientras se pueda no perder los hábitos y las rutinas del ejercicio físico. Los entrenadores llamamos a esta situación entrenamiento cruzado y permite mantener la base aeróbica y el tono muscular. De este modo cuando estés recuperado, la vuelta a la normalidad será más adecuada.

Después de muchos años como entrenador, me he dado cuenta, que el corredor debe aceptar la lesión como parte del proceso y en ocasiones es un peaje que nos toca pagar. Para realizar una buena recuperación hay que estar tranquilo con uno mismo, desconectar de los objetivos marcados y por supuesto, ya tendrás tiempo de proponer otros. Sólo cuando eres capaz de entender esta situación y de afrontarla con serenidad, podrás llevar a tu organismo a un estado óptimo para empezar a recuperarte.