Gandia sancionará hasta con 3.000 euros a los vecinos incívicos
El Ayuntamiento, tras una fase de información sobre las ordenanzas, pretende mejorar la imagen de la ciudad
A. T.
Alzira
Jueves, 20 de marzo 2025, 16:15
La modificación de la Ordenanza de Convivencia de Gandia entra en vigor este viernes 21 de marzo. El objetivo es reforzar la seguridad, el orden y la calidad del espacio público en la ciudad.
Esta actualización normativa forma parte de la segunda fase del Pla Respecte, una estrategia municipal que empezó el 12 de septiembre de 2023 con una primera etapa centrada en la información y sensibilización ciudadana. Con esta segunda fase, se busca consolidar el cumplimiento de la ordenanza mediante un endurecimiento de las sanciones para aquellas conductas que afectan negativamente a la convivencia en la ciudad.
De esta forma, se aumentan las sanciones por el depósito de residuos, muebles o trastos fuera de los horarios y lugares permitidos siendo las mismas de 751 a 1.500 euros por incumplimiento.
También crecen las multas para aquellos que realicen pintadas en mobiliario urbano o en bienes públicos. En el caso de pintadas en monumentos o edificios protegidos, la infracción se considerará muy grave, con sanciones de hasta 3.000 euros.
El Ayuntamiento podrá intervenir en propiedades privadas para la retirada y limpieza de los grafitis si el propietario no lo hace voluntariamente.
Uno de los principales problemas de limpieza viaria son los excrementos y orines de las mascotas. En este sentido, el Ayuntamiento de Gandia sancionará con multas de hasta 1.500 euros a las personas que no limpien los orines de los animales con agua sin productos contaminantes, tóxicos o corrosivos.
Además, determinadas conductas anteriormente consideradas infracciones leves pasan a ser graves, con multas de 751 a 1.500 euros. Los casos que suponen un daño significativo en el espacio urbano o en edificios catalogados serán muy graves, con sanciones de hasta 3.000 euros.
La concejal delegada de Protección, Seguridad y Convivencia, Lydia Morant, ha señalado que el Ayuntamiento de Gandia asume su responsabilidad en la gestión del espacio público y en la protección de la convivencia. «Cuando una minoría de personas desprecia el cuidado de los espacios y el mobiliario público, así como la limpieza o el descanso de nuestros vecinos y vecinas, es necesario establecer normas y sanciones que impidan que esta minoría perjudique a la mayoría de personas que cumplen sus obligaciones», ha afirmado.
Tal y como ha explicado la concejal, el endurecimiento de las sanciones tiene un doble objetivo: por una parte, disuadir comportamientos que degradan el entorno urbano y, por otro, garantizar la aplicación efectiva de la normativa con nuevas medidas organizativas en la Policía Local.
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Por su parte, el Intendente Principal de la Policía Local, José Martínez Espasa, ha detallado los cambios en la ordenanza y ha recordado que la normativa entra en vigor después de su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia de Valencia y la finalización del período de alegaciones sin reparos. Además, el cumplimiento se verá reforzado con el aumento de efectivos destinados a la policía de barrio, que ahora también actuará por las tardes.
«Más presencia policial»
Para los populares, mientras el gobierno local «sigue vendiendo humo, la realidad es que Gandia está sucia, huele mal y la sensación de abandono es cada vez mayor».
Para el grupo de la oposición, la solución para mejorar las calles de Gandia no pasa por más anuncios, sino por endurecer las acciones y aplicarlas de verdad. Más presencia policial de paisano, más brigadas actuando en las calles, concejales de barrio que realmente se impliquen y, sobre todo, más ganas de gestionar y trabajar.
El portavoz adjunto del Grupo Municipal del Partido Popular de Gandia, David Ronda, señala que «nos venden la idea de una 'tercera gran transformación de la ciudad', pero la realidad es que Gandia se está quedando atrás respecto a otras grandes ciudades. Somos la ciudad más endeudada de España, con los impuestos más altos, y, aun así, la única recompensa para los gandienses es ver cómo su economía se deteriora. Cada vez hay más pobreza y menos oportunidades para los jóvenes».
