Conmoción en la política española tras el intento de suicidio de José María Ángel

José María Ángel, el excomisionado de la dana que se ha visto envuelto en una enorme polémica por una supuesta falsificación de su título universitario, intentó suicidarse a primera hora de este viernes en la localidad de l'Eliana. Los hechos sucedieron en una zona de polígono, junto al cementerio del municipio y a escasos metros de un conocido centro comercial. Hasta este lugar se había desplazado el veterano político del PSPV alrededor de las 7:30 horas de la mañana tras abandonar el domicilio familiar.

Al parecer, fue un vecino que paseaba por la zona quien dio la voz de alarma tras la conducta del exdirigente socialista, que fue visto en las proximidades del camposanto. Allí lo reconoció este hombre, quien se percató de que algo extraño estaba sucediendo. El testigo fue el que abrió el automóvil del ex secretario autonómico a quien conocía del municipio. La víctima ha sido alcalde del municipio durante dos décadas y los agentes que acudieron al lugar encontraron varias cartas de despedida que supuestamente había redactado el excomisionado. Las misivas tenían diferentes destinatarios. Se ignora el contenido de esos escritos.

Los bomberos no tardaron en llegar, pero no a la vivienda, como se informó en un primer momento. En concreto, lo hicieron una dotación de efectivos y un sargento, junto al resto de servicios de emergencia. El aviso se recibió a las 8.48 horas, según confirmaron desde el propio Consorcio. De igual modo, precisaron que no se realizó ningún rescate ni ningún acceso a vivienda.

De inmediato, el ex alcalde de l'Eliana fue trasladado al Hospital de Llíria, donde este viernes por la noche recibió el alta. No llegó a perder el conocimiento, según las fuentes consultadas, y permaneció estable. Desde el PSPV explicaron que en un primer momento su estado era grave, pero consiguieron recuperarlo. «Puede tener una buena evolución», adelantaron fuentes socialistas.

Ángel vive en una zona residencial del municipio. Se trata de una calle poco concurrida, plagada de chalés. Los vecinos, lógicamente, se vieron sorprendidos por el suceso. Algunos comentaron que llevaban varios días sin cruzarse con el matrimonio. Pero no resulta extraño. Las informaciones periodísticas en torno a su actuación se han repetido en los últimos días.

José María Ángel está casado con Carmen Ninet, subdirectora del MuVim y exsíndica del PSPV. La mujer sufrió una fuerte crisis a las puertas de la residencia tras conocer lo ocurrido, según trasladaron algunos vecinos. También ella está viviendo momentos complicados. Al parecer ocupa una plaza en el museo donde es requisito disponer de una titulación universitaria. El plazo para presentar documentación terminaba precisamente ayer. El caso de supuesto fraude se destapó a raíz de un informe de la Agencia Antifraude que situó al excomisionado de la dana como un impostor. Al parecer falsificó un título universitario para conseguir su plaza de funcionario en la Diputación. Este requisito no era necesario para el primer puesto al que concurrió en la corporación, pero sí imprescindible para la segunda de las responsabilidades.

La falta de explicaciones acerca de ese documento -la fecha del título era posterior a que se dejara de impartir la carrera- le obligó a dimitir. El PSPV también le retiró la presidencia del partido. Desde entonces se había refugiado en un discreto segundo plano sin apariciones en prensa a la espera del avance de los acontecimientos. La Fiscalía, de hecho, mantiene abiertas unas diligencias para aclarar todo este enredo y de qué forma ese título le permitió obtener mayores ingresos.

La noticia del intento de suicidio, adelantada por la edición digital de LAS PROVINCIAS, ha conmocionado la política nacional. En especial a la izquierda, con declaraciones que hablan incluso de «cacería». El matrimonio ha desarrollado toda su carrera política bajo el paraguas del PSPV.

La secretaria general de los socialistas valencianos y ministra de Ciencia, Diana Morant, ha sido una de las voces más firmes en condenar lo ocurrido. En redes sociales manifestó estar «en estado de shock y rota de dolor», trasladando su «cariño y afecto» tanto a Ángel como a su familia. Posteriormente, en una entrevista en TVE, vinculó directamente lo sucedido al «acoso» que habría sufrido el excomisionado en las últimas semanas.

Morant pidió abrir un debate urgente sobre la deshumanización en la política: «¿Es normal deshumanizar tanto a las personas? Estas cacerías inhumanas causan un dolor que puede tener consecuencias muy dramáticas», sentenció. En un videocomunicado posterior, reiteró su «profunda tristeza» y calificó lo sucedido como un «linchamiento público».

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se sumó inmediatamente al respaldo en redes sociales: «Todo mi cariño y apoyo a José María Ángel y a su familia en estos difíciles momentos».

Desde la estructura del partido, la secretaria de organización del PSOE, Rebeca Torró, subrayó los «muchos años» compartidos con Ángel y definió su trayectoria como una etapa dedicada «al servicio público». La socialista finalizó su texto con un mensaje en valenciano refiriéndose directamente a Ángel: «Estem amb tu, amic, hui i sempre». El portavoz de los socialistas en Les Corts, José Muñoz, fue más allá al pedir una reflexión colectiva: «El día que aprendamos a diferenciar la crítica política del escarnio personal y familiar, tal vez estas cosas no pasarán más». El expresidente de la Generalitat y antecesor de Morant en el liderazgo del PSPV, Ximo Puig, expresó su «shock, tristeza e indignación» por la noticia. Alertó sobre los riesgos de la «deshumanización de la política» y se preguntó «¿quién querrá entrar en política?» en estas condiciones. Puig, como los otros dirigentes socialistas, resaltó la figura de Ángel como servidor público íntegro, y le deseó fuerza para su recuperación, recordando que cuenta con el apoyo de su esposa Carmen, su familia y «el libro de su vida».

La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, emitió un mensaje especialmente contundente a través de la red X. A su juicio, la reflexión llega demasiado tarde: «No fue suficiente… parece que ya nunca lo es».

El actual gobierno valenciano, presidido por Carlos Mazón, también lanzó un comunicado institucional deseando la «pronta recuperación» de Ángel y agradeciendo la actuación de los servicios sanitarios y de bomberos que intervinieron con rapidez. Desde el Consell evitaron subrayar el contexto que ha rodeado los hechos, optando por un tono institucional de respeto.

Desde el Gobierno central, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, acompañó las muestras de apoyo dejando un mensaje en las redes para el excomisionado: «Todo mi cariño y ánimo para él y para toda su familia». Uno de los mensajes más contundentes lo firmó el alcalde de Cullera y portavoz socialista, Jordi Mayor, quien habló de «cacerías humanas» y denunció una campaña de «linchamiento repugnante» contra una figura que, según dijo, ha sido ejemplo de «ética, honradez y servicio público». En su mensaje por la red social X, advirtió que quienes impulsaron esa campaña cargarán con el recuerdo de su infamia.

El caso de José María Ángel reabre el debate sobre los límites de la crítica política, la presión mediática y el impacto personal que todo ello puede tener en quienes ejercen cargos públicos. Mientras la familia del excomisionado agradece el respeto a su privacidad en estos momentos, la clase política se ve obligada a confrontar las consecuencias humanas de su propia dinámica.

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