La exconsellera Pradas propone a la jueza de la dana que las acusaciones de las víctimas se unifiquen y la dirijan dos letrados
La exdirigente popular plantea, además, que las representaciones populares debatan quién asumirá el mando o que el juez designe a la más antigua, que sería Podemos
La exconsellera de Emergencias Salomé Pradas ha explicado a la juez de la dana su propuesta para unificar acusaciones, petición a la que esta misma mañana se ha sumado el que fuera su número 2, Emilio Argüeso. ... La exdirigente popular planteó esta medida hace una semana ante el maremágnum de acusaciones populares y particulares que se han dado cita en este sumario. Cerca de 40 partes están ya personadas. De ellas, una docena, entre partidos políticos y organizaciones de todo tipo, ejercen la acción popular.
La instructora le pidió que concretara algo más su propuesta para, a partir de ahí, tomar una decisión. Se trata de una medida que se aplica habitualmente en otros sumarios -el caso Azud, por ejemplo- para no eternizar la tramitación de la causa.
Pradas defiende que hay que aglutinar todas las representaciones populares y particulares. Las primeras porque pese a su diferente ideología persiguen un mismo fin. Similar argumento para las particulares que buscan una reparación ante lo ocurrido el 29-0. La defensa de la exconsellera propone que las acusaciones populares elijan una única representación y, en caso de no producirse un acuerdo, que sea la primera que se personó. La más diligente en este proceso fue Podemos.
De igual modo, respecto a las acusaciones particulares, las que representan a las familias de las víctimas mortales, Pradas propone su limitación a una «representación conjunta ejercida por dos letrados». Así, «no se merma derecho alguno pues como perjudicados, estarían igualmente legitimados para recibir las reparaciones que en su día se les puedan conceder».
El letrado de Pradas ya detalló algunas de las consecuencias que está generando la abundancia de representaciones. Por un lado, las notificaciones a las partes son, en más de una ocasión, «tardías y deficientes», lo que produce una «notoria indefensión». La exconsellera expuso, como ejemplo, que se les citó a una comparecencia de una testigo cuando esta ya se había celebrado.
Esta sobreabundancia de partes repercute en la duración de las declaraciones de testigos, que en un caso concreto, la practicada el pasado 14 de abril por parte de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, llegó a las siete horas sin recesos, un tiempo desaconsejable para los testigos y también para la lucidez de los letrados. Tras este lapso resulta complicado mantener un mínimo de concentración.
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