Emergencias aporta un dosier a la jueza donde sostiene que la CHJ incumplió sus instrucciones en caso de avenidas
El documento, que es de 2015 y no se ha actualizado, afirma que las valoraciones de los datos las deben hacer los técnicos y se recomienda avisar por teléfono, circunstancia que no se produjo
La instructora del caso de la dana, la investigación judicial para esclarecer eventuales responsabilidades penales en la gestión de la emergencia, ya tiene sobre ... su mesa un nuevo dosier. Las diligencias 692/2024 se han convertido, sin duda, en las de mayor interés de toda la Comunitat por el elevado número de fallecimientos (228), pero también por las repercusiones políticas de lo que allí acontece.
La instructora reclamó el pasado mes de mayo un dosier que incluía diferentes apartados de interés para las pesquisas. Uno de ellos eran los seguimientos que se efectuaron con diferentes organismos el día de la dana. El informe, que firma Jorge Suárez, el funcionario de mayor rango al frente del operativo, lleva un anexo. Se trata de un documento provisional sobre normas de actuación en caso de fuertes lluvias y riesgo de avenidas. Es de 2015 y no se ha actualizado desde entonces. No existe un protocolo como tal, que sí tienen la del Ebro y ahora la del Segura, remitido este mes de marzo.
Las instrucciones recogen claramente la competencia de la CHJ en el control de los caudales. Así consta en el documento, «la CHJ ha de informar del peligro de desbordamiento en los grandes ríos, entendiendo como tales fundamentalmente aquellos regulados por embalses o con estaciones de aforo, es decir, con infraestructuras hidráulicas». En este caso se refiere al Cenia, Mijares, Palancia, Turia, Cabriel, Júcar, Serpis y Vinalopó. Además, «el SAIH puede facilitar datos sobre niveles y caudales en ramblas y barrancos importantes como la Rambla Castellana, Barranco del Carraixet, Rambla del Poyo», concreta el dosier.
También ahí se describe la operativa ante el riesgo de inundaciones. «Los avisos a protección civil se harán por e-mail salvo excepciones y en cualquier caso, »sería conveniente la confirmación telefónica de su recepción«. Pero el día de la dana no se produjeron llamadas telefónicas. El denominado apagón informativo de la CHJ se produjo entre las 16.13 y las 18.43 horas. Hasta esa hora no se envió un correo donde se alertaba del brutal incremento del caudal alrededor de los 1.800 metros cúbicos. Esta información, según diferentes testigos, no se trasladó al Cecopi.
El documento ofrece, además, indicaciones de cómo se han de trasladar los datos. «No se deben realizar valoraciones subjetivas sobre la magnitud del evento o los riesgos existentes, ya que estas deberán hacerlas los técnicos de la Confederación. Los datos a transmitir deberán ser objetivos». La técnico que recibió el mail de las 18.43 ya adelantó algo en esta línea en su declaración ante el juez: «Solo tenía datos numéricos, sin interpretación». El dosier añade que las «comunicaciones orales y escritas se realizarán con el conocimiento de algún miembro del comité permanente». Entre estos destacan, el presidente, el comisario de aguas, el director técnico y los jefes de explotación.
Ninguno de ellos ha comparecido todavía como testigo en la causa de la dana. De momento, las testificales se han concentrado en el personal de Emergencias y los responsables políticos que permanecieron en el Cecopi al margen de las declaraciones como investigados de Salomé Pradas y del número 2, Emilio Argüeso. Todos coinciden en una circunstancias que juega a favor de los imputados. No se habló del barranco del Poyo en el Cecopi y sólo se planteó este supuesto a partir de las 19 horas cuando la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, recibe una llamada de la alcaldesa de Paiporta donde alerta del desbordamiento.
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