El código secreto entre Koldo y un empresario valenciano: «Enciende la cafetera»
El asesor de Ábalos suministraba teléfonos desechables para mantener ocultas sus conversaciones con José Ruz, dueño de Levantina
En los 490 folios del informe de la UCO sobre el caso Koldo, en el que se vincula al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán ... , con el cobro de mordidas a cambio de adjudicaciones públicas, hay pasajes berlanguianos propios de un presunta red delictiva que bordean métodos chapuceros para tratar de tapar los movimientos de los involucrados.
En el informe hay un apartado que desgrana la conexión entre el que fuera asesor de José Luis Ábalos y el empresario valenciano José Ruz, que aspira a entrar en la rueda de las contrataciones públicas y beneficiarse presuntamente de sus relaciones en las altas esferas políticas. La primera toma de contacto se produce el 19 de marzo de 2019, a través de un correo electrónico en el que el Ruz le pide a Koldo García una cita y aprovecha la ocasión para felicitarle el día del padre y desearle unas felices fallas. A partir de ese momento se creó el vínculo.
En esa relación entre Koldo y el empresario valenciano son clave las «líneas telefónicas seguras desechables», según recoge el informe de la UCO, con el ánimo de que las conversaciones no queden grabadas en el caso de que los teléfonos sean pinchados. El suministrador de los teléfonos era el propio asesor de Ábalos, que además renovaba permanentemente los números y los terminales. Nada escapaba al control de Koldo, que buscaba esquivar posibles pinchazos por parte de la Guardia Civil y la Policía Nacional.
«Adicionalmente, habrían utilizado nombres en clave para referirse a personas o lugares, tratando de identificar de ese modo la identificación de posibles implicados en la posible consecución fraudulenta de contratos públicos en favor de LIC y otras empresas constructoras», señala el informe de la Guardia Civil.
En sus mensajes, para referirse al uso de las líneas de teléfono seguras, hablan de «tomar café». Esa es la terminología clave, además de todos los derivados de la palabrar, para advertir de que hay que usar la vía de comunicación secreta: «café, cafetera, enciende la cafetera, no tengo café...».
«Las referencias a café se realizan independientemente de las horas del día, habiendo observado las referencias a tomar café incluso a altas horas de la noche o estando ambos interlocutores en ciudades diferentes», figura a pie de página en el informe. El hecho de que esas conexiones se produzcan en lugares muy alejados kilométricamente.
Este era el código que usaban el asesor del exministro de Transportes y el empresario valenciano, que mantuvieron una relación fluida durante muchos meses para hablar de adjudicaciones, cobros y pagos. Una conversación que querían mantener en secreto. Incluso durante su relación trataron de mantener al margen al empresario Víctor de Aldama, uno de los personajes clave en toda esta trama.
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