No al Vertedero pide que el Plan Zonal se adjudique en tres contratos distintos
La plataforma vecinal aboga por aprovechar los residuos orgánicos para fabricar compost
Fernando Amat
Martes, 18 de noviembre 2014, 02:07
La plataforma Albatera No al Vertedero mantiene su plan de trabajo. La agrupación vecinal ha enviado un amplio dossier al área de Medio Ambiente y al Consorcio de Residuos para que tenga en cuenta sus propuestas a la hora de elaborar el futuro pliego de condiciones del Plan Zonal de la Vega Baja. Como principal diferencia al proyecto que se adjudicó por primera vez en el 2007, en la propuesta se divide la contrata en tres concesiones: planta de transferencia, planta de valorización y vertedero. Así apuestan por esta fórmula como si se tratara un reparto de poderes y con la que poder conseguir una mayor fiscalización de la eliminación de la basura.
Desde el Consorcio ya se adelantó que se establecerán varias opciones para tratar los residuos que se escogerán de manera democrática una vez se rescinda de manera definitiva la adjudicación a Cespa-Ortiz. Por el momento se espera que el Consejo Jurídico Consultivo de la Comunitat se pronuncie sobre la rescisión del contrato que se hizo efectiva en septiembre. Con la separación de las actividades se pretende que el contrato sea de menor calibre y así disponer de un mayor margen de control sobre la empresas o UTE adjudicataria. Cada una de las mercantiles tendrá un objetivo distinto y su rendimiento dependerá de que desarrolle de manera óptima su actividad.
Para Albatera No al Vertedero debe existir un transporte obligado entre la planta de revalorización y el vertedero porque «ese desplazamiento hace que se minimice el peso y evita que se vierta más de lo debido», afirma Javier Gamayo. Al contrario expone que podría suceder «lo que ocurre junto a La Murada» donde la planta de reciclaje y el vertedero distan escasos metros.
En este sentido, la empresa gestiona la revalorización le interesa sacar el máximo productos a los residuos para su posterior venta. El análisis que hizo la plataforma es que esta instalación, al igual que la planta de transferencia deben ubicarse en un polígono industrial «porque son actividades industriales».
Por otra parte estiman que el aprovechamiento de los residuos orgánicos podría ser más beneficios en la Vega Baja donde hay una gran actividad agrícola. Así proponen establecer plantas de compostaje por cada 15.000 habitantes, con lo que habría varios centros de trabajo para reutilizar los residuos para la huerta. Esta diversificación del tratamiento de los desperdicios crearía más empleo y beneficiaría las empresas de la comarca. «Los residuos orgánicos suponen el 55% de la basura», apunta Gamayo, que añade que «la colaboración pública privada debe ser fundamental para establecer estos centros».
No al Vertedero también solicita que la planta de rechazo se ubique cerca de las poblaciones que más residuos producen. El vertedero ya no se entendería como en el actual Plan Zonal porque «el objetivo es reciclar lo máximo posible». La hoja de ruta marcada por el Consorcio prevé que durante este mes se pueda anular de manera definitiva la contrata con Cespa-Ortiz y empezar con la redacción del futuro Plan Zonal que debería estar listo para el próximo año. Aunque desde Medio Ambiente augura una dura batalla con al adjudicataria.