Más de 3.000 vecinos siguen sin ascensor casi un año después de la dana
La falta de material y la limitación en los plazos de entrega está provocando que muchas zonas afectadas sigan ancladas en el 29-O
Lili, embarazada de siete meses y con problemas de rodilla, tiene que subir y bajar cada día varias veces desde un sexto piso, mientras Eduardo ... carga con las cajas de zapatos de su puesto de venta en el mercadillo de Paiporta, y Pilar, ya octogenaria, se resiste a realizar la compra por internet y echa mano de sus vecinos para que le ayuden a subir las bolsas hasta su domicilio, en un cuarto piso, en el barrio Orba de Alfafar. Son solo algunos ejemplos de los más de 3.000 vecinos de las zonas afectadas por la dana que todavía siguen sin ascensor a un paso del aniversario de la riada.
«Lamento enormemente la situación que está soportando pero tenemos mucha limitación por los plazos de entrega de materiales y carga de trabajo acumulada. Tenga en cuenta que hay muchas instalaciones paradas y circunstancia como la suya de necesidad casi en todas las fincas». Es la fría respuesta que le dio una empresa de mantenimiento de ascensores a Lili, vecina de Paiporta, cuando hace unos días les remitió un correo contándoles su situación –sale de cuentas en diciembre– para ver si podían agilizar los plazos de reparación o al menos «ponernos en una lista de prioridad».
Nada, ni una cosa ni la otra. El volumen de trabajo es mucho y los plazos de entrega de material son de unas doce semanas, por lo que la fecha para comenzar los trabajos en esta finca de Paiporta se mantiene en el 23 de octubre. «A este paso me veo poniéndome de parto sin ascensor», critica la futura madre primeriza.
En el correo pidiendo comprensión sobre su caso a la empresa les informaba también de sus antecedentes médicos por lesión de rodilla, «lo que me dificulta seriamente el uso de las escaleras para acceder a mi vivienda en la sexta planta». Además Lili asegura que a menudo cuando sube las escaleras tiene dolor abdominal y «esta situación constituye un riesgo para la salud del feto y para la mía».
«Esto es el cuento de nunca acabar, y en nuestro caso se suma que la cabina del ascensor se quedó abajo cuando todo se inundó y hay que cambiarla por completo», explica Esther, presidenta de la comunidad de vecinos de esta finca de Paiporta. Asimismo recuerda que fueron los propios vecinos quienes tuvieron que hacer la limpieza del hueco del ascensor porque la empresa de mantenimiento ni las ayudas recibidas la cubrían. En este mismo bloque, Óscar, también cruza los dedos para que la reparación y puesta a punto del nuevo ascensor esté antes de su operación de rodilla –la segunda con solo 23 años– el próximo diciembre.
«Cada vez que subo las escaleras tengo dolor abdominal y esto es un riesgo para la salud del feto y para la mía»
En otras fincas el retraso en la reparación del ascensor no es solo por cuestión de falta de piezas, sino por el impago de algunos vecinos. Otros, que sí pagan regularmente los gastos de comunidad y derramas, como Eduardo y Antonio, sufren las consecuencias de esta falta de ascensor. El primero, que tiene un puesto de venta de calzado en el mercadillo de Paiporta, debe subir cargado con las cajas que almacena en su vivienda, en un segundo piso. Mientras que Antonio va en muletas desde que «me partí la pierna en mayo con un patinete. La suerte que tengo es que vivo en un primero», bromea.
Peor lo tienen Teresa, de 74 años y con osteoporosis, y Pilar, de más de 80, residentes en un cuarto piso en Alfafar y también sin ascensor. «Nos dijeron que para septiembre y ahí está parado porque faltan piezas, vienen cuando pueden», trata de justificar a los trabajadores. «El técnico me dijo que por lo menos a nosotros solo nos falta reparar el ascensor, él perdió su casa», indica Teresa.
Desde la Asociación de Empresas de Ascensores de la Comunitat Valenciana (Ascencoval) informaban esta semana que del total de 7.530 ascensores dañados gravemente el 29-O, quedan un 10% de reparaciones por ejecutar. Demasiadas para aquellos a los que cada escalón les recuerda a esa trágica noche.
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