Olasagasti sigue sin superar la reválida con el Levante
El centrocampista fue fichado este verano en lugar de Kochorashvili, pero es el jugador menos utilizado por Julián Calero en esta posición y sus actuaciones son discretas
Prácticamente tres meses han transcurrido ya desde el inicio de la Liga. Unos jugadores han tenido más margen de tiempo que otros para adaptarse a ... sus nuevos equipos, bien por incorporarse a posterior o por cualquier contratiempo físico. Y entre los numerosos movimientos en el Levante UD tras el ascenso, uno de los que se formalizó a mediados del verano fue Jon Ander Olasagasti. El mediocentro estaba destinado a ser uno de los futbolistas con galones. Sin embargo, transcurrido este primer tercio de la competición, no ha sido capaz de despuntar y se mantiene entre bambalinas.
Tras toda una vida en el País Vasco y especialmente en las filas de la Real Sociedad, Olasagasti optó por un cambio de aires en su vida. Para muchos txuri-urdin, fue un movimiento que les sorprendió. No muchos meses atrás había extendido su contrato y en esta temporada, que ha significado un periodo de transición con la marcha de pesos pesados, él podía terminar de consagrarse. El que fuera internacional sub-21 no lo estimó. Pese a que había sido habitual en la rotación, no tenía todas las garantías de afianzarse en el once. Estaba para algo más, o al menos lo consideraba a sus 25 años recién cumplidos.
No es fácil salir de casa. Aunque en Orriols confiaron totalmente en su valía, tanto desde la recién estrenada dirección deportiva como por parte de Calero y su insistencia, actualmente sigue alejado del rendimiento y protagonismo que se presuponía. Tal fue la fe ciega depositada en Olasagasti que fue una de las altas con importe económico, de hasta medio millón de euros que deberá abonarse a partir del mes de junio, tras la demora pactada entre clubes. Si las comparaciones se suele decir que son odiosas y Kochorashvili dejó alto un listón con un recuerdo imborrable en ese periplo por el desierto de la segunda categoría, cuanto menos se valoró que el jugador vasco fuera un digno sucesor.
La realidad es bien distinta, al menos por el momento. Una lesión muscular en el recto femoral de la pierna izquierda le afectó el 25 de agosto, prácticamente con los últimos coletazos del mercado de fichajes. Pocos días más tarde se consumó la incorporación de Unai Vencedor. Desde entonces, el jugador cedido por el Athletic Club parece inamovible y aunque se pueda debatir si la cláusula de compensación para los de Bilbao en caso de no ser alineado puede influir, ha destacado más en igualdad de condiciones que Olasagasti. La decisión técnica de Calero se sostiene con las actuaciones de cada uno.
Mientras tanto, Olasagasti se mantiene como el centrocampista menos utilizado en el Levante. Son 427 minutos disputados, en un total de once compromisos, lo que le convierten por otra parte en el que más apariciones ha tenido.
En un momento crítico de la temporada, donde hizo mella la lesión de tobillo de Pablo Martínez y la enfermedad vírica de la que ya se recuperó Oriol Rey, a Olasagasti le tocó irrumpir como titular. De carambola, por daños de otros compañeros, pero era la ansiada oportunidad que venía precisando. Sin embargo, en el partido de Copa del Rey contra el Orihuela, con los minutos de revulsivo en casa contra el Celta y en la titularidad en El Metropolitano, no ha logrado torcer la fechita hacia arriba. Se ha mantenido en su línea y ha pasado bastante de puntillas en todos esos encuentros.
Y es que una de las virtudes de Olasagasti pasa por la circulación y fluidez del juego. En cambio, sin obviar que hubo momentos en que fue relegado a uno de los flancos y también desentonó al no tratarse de su hábitat natural, es la faceta por la que al donostiarra menos se la ha ensalzado. Sí ha venido demostrando la eficacia y buen golpeo a balón parado, como corroboró con la asistencia a Manu Sánchez en la última jornada.
Lamentablemente, en las transiciones y el poder ser dominante en la medular frente a sus adversarios, las imprecisiones se repiten. Un 56% de acierto de pase (sólo 17% en campo rival) y 14 pérdidas fueron la traducción de esa visita a Madrid. Por ello, aún con la esperanza de plasmar esa reivindicación, ya que los dotes no se pierden de la noche a la mañana, Olasagasti sigue sin superar su particular reválida. Tanto por su beneficio como por el del Levante, ese examen se desea que pueda aprobarlo pronto. De lo contrario, las dudas pronto pueden adueñarse.
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