Las lesiones condicionan al Levante
Los granotas arrancarán su regreso a Primera sin su estrella, Carlos Álvarez, que sufre una pubalgia | La temporada pasada ya acusaron tener una plantilla corta
Marcos Sánchez
Valencia
Lunes, 4 de agosto 2025, 13:01
El Levante encara su vuelta a LaLiga con más dudas que certezas. A falta de apenas dos semanas para que ruede el balón en Mendizorroza ... frente al Alavés, la enfermería granota no está precisamente vacía, y esto preocupa. La plaga de lesiones que sufre la plantilla durante esta pretemporada ha encendido todas las alarmas en el entorno levantinista, que ve cómo su reestreno en la élite del fútbol español se podría ver condicionado y aguado por estas circunstancias.
De todos los contratiempos, el caso más preocupante es el del héroe del ascenso en Burgos con un auténtico golazo en el minuto 96, Carlos Álvarez. El mediapunta fue una de las piezas clave el curso pasado, con 43 partidos, 7 goles y 11 asistencias. El futbolista sufre una pubalgia que lo ha mantenido completamente al margen de la dinámica grupal desde el inicio de la pretemporada y sin disputar ningún minuto. Es más, en el primer partido ante el equipo del Príncipe de Johor, el andaluz no se vistió de corto y vio el encuentro sin sentarse entre los suplentes. El parte médico oficial no ocultaba el alcance de una dolencia que, por su naturaleza, exige paciencia y tratamiento progresivo para evitar una posible recaída que sería mucho peor. Su presencia en el debut liguero está casi descartada, al menos de inicio, y lo más preocupante no es solo que no llegará a tiempo físicamente, sino que, en un momento donde el Levante está sufriendo una transformación en su identidad táctica y una revolución con los fichajes, Carlos Álvarez tendrá que arrancar LaLiga sin adaptarse. Un mazazo para Julián Calero, que contaba con el sevillano como pieza angular de su propuesta ofensiva.
El contratiempo de la estrella granota no es un caso aislado, ni mucho menos. A lo largo de estas semanas, el Levante ha ido acumulando bajas que han mermado su capacidad de trabajo y evaluación. Una de las llegadas más ilusionantes del verano, la del central uruguayo Alan Matturro, también ha tenido un arranque un tanto accidentado. El defensa se retiró con molestias de una sesión en Buñol, y las pruebas posteriores confirmaron una lesión muscular en el recto femoral de su pierna izquierda. Aunque el club no ha especificado tiempo de baja, todo apunta a que no llegará al cien por cien al inicio liguero. No son los únicos casos. En las últimas semanas, varios jugadores han sido baja en los amistosos o se han entrenado al margen por diversas molestias musculares, como Matías Moreno, que también cayó por un contratiempo muscular en el recto femoral de su pierna derecha.
La situación no es nueva. El Levante ya padeció el año pasado los efectos de una plantilla corta y muy castigada por las lesiones. En varios tramos de la temporada, los granotas llegaron al límite, especialmente en el centro del campo y en defensa, donde las ausencias se acumularon en momentos clave del ascenso, y Calero tuvo que sacarse varios conejos de la chistera para seguir compitiendo a un gran nivel. Oriol Rey jugó varios partidos de central. Si bien la dirección deportiva ha intentado este verano reforzar esas zonas, algunos de los fichajes han jugado nada y menos, además de que algunos todavía se encuentran en ese proceso de adaptación, donde tienen que conocer a sus nuevos compañeros. ¿Problema? Que el Levante podría llegar bajo mínimos al inicio de LaLiga.
Más fichajes para una plantilla más amplía
La sensación es que el equipo se está quedando sin tiempo para llegar en condiciones al arranque del campeonato. La planificación, que apuntaba a una puesta a punto final con amistosos ante rivales como el Castellón o el Auxerre esta semana, se ha visto condicionada por las ausencias. Sin Carlos Álvarez, sin Matturro, con otros jugadores entre algodones, como Kervin Arriaga, y con la necesidad de seguir buscando soluciones en el mercado, el Levante afronta un escenario delicado antes de dar inicio a LaLiga.
La dirección deportiva trabaja a contrarreloj para cerrar incorporaciones que permitan reforzar el fondo de armario, pero, con la plantilla aún sin cerrar y la pretemporada casi agotada, cada día sin soluciones pesa más. La sensación es que el Levante llega justo en efectivos por las lesiones, pero con la confianza y afianzando los nuevos conceptos tras una buena pretemporada hasta el momento. El retorno a Primera, que debería ser motivo de ilusión, se ha topado de frente con uno de los problemas que ya le condicionaron la temporada pasada: las lesiones. Sin una plantilla amplia y competitiva, el Levante estará condenado a sufrir durante todo el año.
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