La Pastoral Penitenciaria de Valencia ofrece «un verano de esperanza tras los muros de Picassent»
Los internos disfrutan de actividades para sobrellevar la dureza de la temporada estival de la mano de un equipo de voluntarios y capellanes
R. D.
Picassent
Viernes, 22 de agosto 2025, 15:24
«Un verano de esperanza tras los muros de Picassent». La Pastoral Penitenciaria de Valencia se ha propuesto hacer más llevadera la temporada estival a los internos de la prisión. Por ello, en colaboración con la Universidad Católica de Valencia (UCV) y la ONG Asociación para la Solidaridad, ha organizado para ellos un campamento de verano.
Un equipo formado por veinte voluntarios y varios capellanes llevó a cabo se ha encargado de esta tarea tras los muros. Desde el 30 de junio al 11 de julio, han ofrecido talleres y dinámicas orientadas a «fomentar la convivencia, fortalecer los lazos entre los participantes y ofrecer nuevas formas de entretenimiento y aprendizaje», según han explicado este viernes desde la Pastoral Penitenciaria.
Esta propuesta surgió «como respuesta a la dureza del verano en prisión, cuando gran parte de las actividades habituales se interrumpen y los internos se ven obligados a pasar más tiempo en el patio bajo las altas temperaturas». En este contexto, «los voluntarios quisieron acompañar y ofrecer alternativas de ocio, encarnando el espíritu del Evangelio de Mateo 25: 'Estuve en la cárcel y vinisteis a verme'», ha señalado desde la entidad diocesana.
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El balance de esta iniciativa ha sido positivo, según han señalado. En su opinión, la experiencia ha sido muy enriquecedora tanto para los voluntarios, como para los propios internos de la cárcel de Picassent. «Lo más valioso no son las actividades en sí, sino el encuentro humano: descubrir que detrás de cada interno hay una historia y un deseo de sentirse acompañado», señaló uno de los voluntarios que ha tomado parte.
El colofón a este campamento lo puso una entrega de diplomas. Fue un acto en el que los internos expresaron su emoción hacia la Pastoral Penitenciaria y los voluntarios. Les agradecieron el haberles ofrecido esta oportunidad de «olvidarse, aunque fuera por un rato, de la dureza de la privación de libertad». Según recalcó un de los internos al recoger su diploma, «gracias a este campamento hemos podido sentirnos personas y no solo presos. Durante unos días nos olvidamos del calor y de la rutina de la cárcel».