La pionera de la cerveza artesanal en Valencia cumple 15 años en Ruzafa
Este pequeño rincón de Ruzafa sirve cerveza artesanal italiana de barril sin pasteurizar y tapas caseras con ingredientes de mercado
Valencia es una ciudad donde la tradición y la modernidad gastronómica conviven cada vez con más naturalidad y algunos proyectos logran destacar precisamente por ir ... a contracorriente. Uno de ellos es Ruzanuvol, una cervecería italiana nacida en pleno corazón de Ruzafa, que el pasado mes de abril cumplió 15 años de vida. Lejos de seguir los caminos habituales de la restauración italiana —pasta, pizza y espresso—, este pequeño templo cervecero ha construido su identidad desde la autenticidad y el riesgo: cerveza artesanal italiana de barril sin pasteurizar y tapas caseras con ingredientes de mercado.
Lo abrieron en 2010 Bárbara Meloni y Giovanni Re, dos milaneses con la firme intención de trasladar a València no un restaurante italiano más, sino una experiencia cervecera fiel a sus raíces. «Sabíamos que era una propuesta atrevida porque aquí los hábitos son distintos», recuerda Bárbara, quien comparte el proyecto con Giovanni y Davide Sangiorgi, este último coordinando desde Milán. Y no les faltaba razón: decidieron no servir pasta, ni tampoco ofrecer café tras los postres. Apostaron por una carta propia, centrada en la calidad del producto y en una filosofía cervecera que sigue intacta tres lustros después.
Ahora, para conmemorar sus 15 años de historia, Ruzanuvol ha decidido mirar hacia atrás y recuperar una de sus fórmulas más exitosas: los famosos aperitivos del sábado. Pero eso no es todo. La cervecería italiana presume de haber estrenado en sus grifos una nueva incorporación: la Opora, una Hazy IPA del Birrificio Lambrate, con carácter turbio y notas tropicales a melocotón y mango.
«Tratamos de ir cambiando porque ninguna cerveza es igual»
Uno de los grandes distintivos de Ruzanuvol es su compromiso con la cerveza artesanal italiana. Son el único establecimiento en España que ofrece en barril y sin pasteurizar las cervezas de Birrificio Lambrate y Birrificio Italiano, dos de las fábricas artesanales más reputadas del país transalpino. En sus cinco grifos siempre hay espacio para estilos diferentes: lager o pilsner, bock, IPA, black IPA y un grifo «sorpresa» que cambia periódicamente. «Tratamos de ir cambiando porque ninguna cerveza es igual y en Birrificio Lambrate y Birrificio Italiano producen muchos estilos», explica Giovanni.
A ello se suman las referencias en botella y lata, entre las que destacan la Robb de Matt (Rye IPA), la Gaina (India Pale Ale) o la llamativa Tiramisú Imperial Stout, una Imperial Pastry Stout que se desmarca por completo de los sabores habituales.
«Nunca quisimos quitar valor a la cerveza»
Si bien la cerveza es la gran protagonista de Ruzanuvol, no camina sola. Desde el inicio, su carta ha apostado por una cocina mediterránea informal que respeta tanto el producto italiano como el entorno local. De hecho, muchos de los ingredientes proceden del Mercat de Russafa, a escasos metros del local.

Entre sus propuestas más destacadas figuran la ensaladilla rusa con piparras, sal negra y lima rallada, las Bravissima —patatas bravas con dos salsas, una de ellas picante—, el sándwich de pastrami con 180 gramos de carne, mostaza y pepinillos, o la piadina con porchetta, scamorza, tomate y salsa rosa. Los fines de semana, los fueras de carta sorprenden con joyas como la flor de alcachofa, servida únicamente los viernes y sábados por la noche. «Nunca quisimos quitar valor a la cerveza, que es nuestra protagonista y por eso apostamos por este tipo de platos más de acompañamiento», subraya Bárbara.
«Tiene un valor incalculable que seguir defendiendo»
Ruzanuvol no es un lugar que se duerma en los laureles. Abren los siete días de la semana —a partir de las 18:00 de lunes a jueves y desde las 13:00 los fines de semana— y ya tienen planes para seguir creciendo. Están trabajando en nuevos platos para su carta y no descartan ampliar el número de grifos para introducir nuevas referencias cerveceras. «La cerveza artesanal con la que trabajamos es diferente y tiene un valor incalculable que seguir defendiendo», afirman con orgullo sus responsables.

En un barrio en constante transformación como Ruzafa, Ruzanuvol ha demostrado que se puede innovar desde la coherencia. Quince años después, sigue siendo un rincón con alma italiana y corazón valenciano, donde brindar tiene siempre un sabor distinto.
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