El paro crónico hunde a 58.400 valencianos
La pandemia lastra las expectativas de aquellos que llevan más de cuatro años sin encontrar un empleo y golpea con fuerza a mayores de 50 y mujeres
A. CERVELLERA
Lunes, 16 de noviembre 2020, 00:29
Son los últimos de la casi interminable cola del paro, esos que las empresas son más reticentes de contratar y los que, sin duda, sufrirán más consecuencias de la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus. Este es el colectivo de los parados de muy larga duración, aquellos que llevan cuatro años o más sin trabajar y que en la Comunitat Valenciana representan 58.400 personas, algo más del 13% del total de desempleados de la autonomía.
Detrás de todos estos números hay una infinidad de historias más que complicadas ya que llevar tantos años fuera del mercado laboral les deja con muchas dificultades para poder conseguir una vía de ingresos. Muchos sobreviven gracias a la ayuda de familiares, subsidios extraordinarios como el que ha entrado en vigor esta misma semana o por la acción de asociaciones y ONG. Tal y como destaca Vicente Pallardó, experto analista de coyuntura económica y profesor de la Universidad de Valencia, los parados de muy larga duración responden a perfiles muy variados pero tienen en común el hecho de que cuentan con una baja cualificación. Gran parte se dedicaron a la construcción en los años previos a la crisis económica de 2008 y desde entonces no han logrado reincorporarse al mercado laboral mientras que otros provienen de oficios a los que se han dedicado sin una formación exacta y no cuentan con un título que les avale. «El mayor problema al que se enfrente la sociedad es que son un colectivo de difícil recuperación y ahora lo van a tener más difícil que nunca», remarca Pallardó.
Esta situación no es particular de la Comunitat sino de toda España, que tiene niveles similares. El origen de estas cifras, que son de las más altas de los países de la Unión Europea, se encuentra, según Pallardó, en una tasa de abandono escolar muy elevada que lleva a contar con mucha población poco formada, la deficiencia del sistema público de formación y actualización para reincorporar a estos parados, que el experto critica duramente al afirmar que es «un manifiesto fracaso en todo el país», y la incidencia de la economía sumergida, que lleva a que parte del colectivo busque ingresos a través de esta vía. Pero si este es un drama que afecta de forma generalizada a toda España en la Comunitat lo es aún más por la importancia de actividades que necesitan mano de obra poco cualificada como la hostelería o el turismo.
Los datos del servicio de empleo valenciano Labora dejan claro que 43.000 de estos 58.400 parados de muy larga duración son personas con más de 50 años. «Si cualquier persona desempleada ese tiempo ya tiene difícil volver a reincorporarse al mundo laboral para los que se acercan a la jubilación es casi imposible», destaca Ana García, secretaria de Empleo de CCOO en la Comunitat Valenciana. Y es que como recuerda Joaquín García, representante de la Asociación de Víctimas del Paro, la edad es un factor determinante ya que complica mucho más la reinserción. «La mayoría de estas personas tienen que recurrir a la ayuda de asociaciones para sobrevivir ya que se suelen quedar fuera de las prestaciones» insiste Joaquín García, que defiende que es necesario crear un verdadero plan de choque para tratar de dar esperanza a un sector de la población que muchas veces se olvida en lugar de poner parches «que no solucionan nada», en referencia a la medida del Gobierno de subvencionar con 430 euros a aquellos que agotaron sus prestaciones entre el 14 de marzo y el 30 de junio. Lo que deja fuera a la mayoría, que dejaron de trabajar mucho antes de la pandemia.
Aunque los mayores de 50 años son los que más problemas tienen para reincorporarse al mundo laboral no son los únicos ya que hay otra parte de la población que sabe lo difícil que es lograr este objetivo. Ellas son las mujeres, que representan dos tercios del total de desempleados de muy larga duración. «Existe una brecha de género que es necesario atajar porque vemos que, una vez más, las mujeres son las grandes perjudicadas», insiste Ana García, secretaria de Empleo de CCOO, que remarca que es necesario impulsar medidas no solamente de choque sino estructurales que permitan modificar el modelo de contratación y de búsqueda de empleo. Una posición que también defiende Pilar Mora, responsable de empleo de UGT, que insta a tomar soluciones tras evidenciarse que este colectivo ha aumentado más de diez puntos en tan solo un año. Una dato que preocupa mucho.
Por su parte, la directora general de Ocupación, y Formación del Consell, Rocío Briones Morales, admite que desde hace años se está realizando un esfuerzo para reactivar este sector de los parados. Briones se refiere al programa 'Avalem experiencia' pero también a iniciativas formativas y de acompañamiento que buscan actualizar los conocimientos después de tantos años fuera del mercado laboral.
Impacto del virus
Tanto sindicatos como expertos y asociaciones coinciden en que las consecuencias de la pandemia del coronavirus serán nefastas para los parados de muy larga duración. El cierre de empresas y los despidos llevarán a que el desempleo aumente y que haya una mayor competencia por hacerse con un puesto. Por norma general, aquellos que serán contratados serán los que llevan menos sin trabajar, lo que limitará las posibilidades del resto.
Pero aunque el futuro parece complicado el profesor universitario Vicente Pallardó admite que alberga una esperanza ya que considera que se presenta «una oportunidad para transformar el sistema productivo» gracias a la inyección económica de la Unión Europea. Para el experto valenciano, este dinero debe invertirse en infraestructuras, digitalización y economía verde en lugar de en proyectos improductivos. De esta forma, pese a que en un primer momento se perderán empleos cuando decaigan los ERTE, considera que se podrá construir una mejor industria que permita consolidar el crecimiento.