Vicente Lafuente: «Los presupuestos deben aprobarse; los políticos ya tendrán tiempo de pelear»
El dirigente confía en diseñar una patronal unida frente a la polarización y reclama agilidad a la administración
Una vida ligada al asociacionismo desde el seno de una empresa familiar. Es la carta de presentación de Vicente Lafuente (Valencia, 1964), nuevo presidente ... de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), que recoge el testigo de Salvador Navarro y se pone al frente de la patronal con el propósito de cerrar viejas brechas, aportar una nueva visión y exigir a la administración un trato justo tanto para el empresario como para la sociedad.
–Llega a la presidencia de la patronal tras una larga trayectoria ligada al mundo empresarial. ¿Cómo empezó todo?
–He estado siempre en una empresa familiar en el sector del metal que creó mi abuelo. Ya hace muchos años (33), me propusieron entrar en el mundo del asociacionismo, a través del Comité Ejecutivo de Femeval. Me di cuenta que desde el asociacionismo podíamos resolver muchos problemas de las pequeñas y medianas empresas, que con trabajo y participación podíamos ser capaces de cambiar esa parte de la sociedad que necesitamos. Han pasado ya casi treinta años de esto y continúo con la misma ilusión y con la misma idea.
–Tres décadas dan para mucho.
–Ha cambiado mucho la sociedad. También ha habido una evolución importante de las organizaciones empresariales. Antes estaban muy enfocadas exclusivamente en temas laborales, y ahora son mucho más. Ya formamos parte de la sociedad. He tenido la suerte de estar en Femeval, que es una asociación multisectorial en la que hay grandes y pequeñas empresas, y creo que esa parte de gestión de la diversidad va a ser una línea de trabajo importante en la CEV.
–¿Cómo ha evolucionado la patronal en los últimos ocho años, con Salvador Navarro al frente?
–La CEV nace como un intento de vertebración territorial que no existía y, en ese sentido, hay que poner en valor que se ha adelantado muchísimo. Sí que es verdad que en ocho o diez años la sociedad cambia, las organizaciones cambian, las necesidades son diferentes y a veces no hemos sabido adaptarnos a la velocidad que se nos exigía. Esto se puede considerar como una carrera de relevos.
–Siempre se habló de que la suya era la candidatura alternativa, pero ¿llegó a producirse una batalla interna en la CEV?
–Las diferencias que pudiéramos tener Salvador y yo las supimos hablar y las supimos negociar. Al final creo que el tiempo nos va a dar la razón de que hemos hecho algo muy bien hecho, que es no entrar en la polarización que tiene la sociedad en estos momentos. Simplemente intentar buscar arreglar aquellas cosas que fuera necesario arreglar desde el diálogo y el consenso.
–¿Considera que le ha resultado fácil llegar a la presidencia de la CEV?
–Fácil no ha sido, porque la gente que no está en la evolución del día a día, no es consciente de por qué pasan las cosas. Hemos intentado solventarlo todo desde la máxima discreción. Yo llevo muchas semanas hablando, viajando, trabajando, negociando, para que al final salga un proyecto absolutamente consensuado. Afortunadamente, creo que este trabajo está empezando a dar sus resultados.
«En la CEV a veces no hemos sabido adaptarnos a la velocidad que se nos estaba exigiendo»
–¿Cree que el hecho de haber crecido en el seno de una empresa familiar en un sector industrial le ha permitido ganarse el respeto de determinados empresarios?
–Cuando decimos que somos la casa en la que están todas las empresas, tenemos que tener enfoque para todo tipo de empresas. La misión de la CEV tiene que ser la coordinación de todos estos actores. Por lo tanto, tiene que haber políticas para las grandes, para las pequeñas y medianas empresas, y tenemos que tender sobre todo apoyo a los sectores, que son la razón de ser de esta organización. No queremos ser una organización en la que estén todas las empresas, sino una organización en la que todas las empresas quieran estar.
–¿Qué peso va a tener cada sector con Lafuente al frente de la CEV?
–Económicamente la Comunitat es la suma de muchas cosas. El crecimiento exponencial del turismo es un efecto que se ha producido a nivel mundial. Sin embargo, donde puede crecer de una manera exponencial la Comunitat es en industria en estos momentos. Y para eso hay que invertir. La administración tiene que diferenciar entre lo que es gasto y lo que es inversión. En industria, los presupuestos históricos de los últimos años no se ajustan a las necesidades de lo que necesitamos para potenciar y evolucionar.
–Quizás sea un poco pronto para hablar de cifras, ¿no?
–En este momento es muy complicado. Pero sí que podemos ver que todas las grandes empresas extranjeras que están buscando implementación, en su gran mayoría, son del sector industrial o del sector logístico. Por lo tanto, eso quiere decir que tenemos capacidad de evolucionar, de crecer y que somos interesantes, pero hay que invertir.
«Donde puede crecer la Comunitat es en industria. Y para eso hay que invertir»
–¿Cree que se debe seguir apostando por los sectores industriales históricamente arraigados a la Comunitat, como la cerámica y la automoción, o es momento de mirar hacia otro lado?
–El automóvil y el cerámico son sectores que, si vemos las cifras de exportación, son importantísimos en la economía valenciana. El sector azulejero sufrió una crisis muy importante con el incremento de los precios energéticos. Afortunadamente las empresas han sido resilientes. La gran preocupación del sector industrial es la evolución de la planta de Ford, porque entre otras cosas, la capacidad de decisión no la tenemos ni en Europa siquiera. Por lo tanto, tenemos que estar pendientes, esperar con optimismo que las medidas que dijeron que iban a adoptar de fabricación del nuevo vehículo se adopten a la mayor velocidad posible y si eso, esperemos que no, no fuera así, vamos a tener que hacer una reorganización del sector. Es importante que muchas de esas empresas ya están buscando nuevos nichos de mercado, se están diversificando. Yo me quedaría con que dentro de los problemas, el empresariado valenciano es muy resiliente y sabe readaptarse a los cambios.
–Es cierto que la dana ha condicionado mucho. No obstante, ¿echa en falta la llegada de grandes proyectos a la Comunitat?
–A mí siempre me ha gustado más el dato de que una empresa valenciana monte otra planta fuera, porque es señal de que estamos creciendo y evolucionando. Que vengan empresas es bueno, pero sí que es verdad que llevamos un año y medio muy complicado. La dana nos ha afectado en todos los sentidos. Es lógico que la inversión extranjera, por lo menos en toda esa zona se haya paralizado. Lo que tenemos que hacer es recuperarnos del golpe lo más rápidamente posible.
–En esa recuperación, la relación entre los empresarios y la administración es clave.
–La sociedad valenciana, sobre todo la zona afectada, necesita altura de miras en esta recuperación. A mí lo que sí que me gustaría pedir es una agilización de las soluciones políticas, que rompieran esa polarización. Sí que me gustaría poner claro el papel nefasto que está haciendo el Consorcio de Seguros. Se ha paralizado muchísima actividad que no va a volver a abrir porque el Consorcio no ha estado a la altura. Creo que esto debe ser una visión de Estado.
«En este momento no hay altura de miras; la sociedad está por encima de la política»
–¿Qué solución plantea?
–Desde la CEV se ha hablado ya mucho con el consorcio: muchas promesas, muchas palabras, muchas cifras... Pero la realidad a pie de empresa es que muchos de ellos han tenido que o no abrir o buscar financiaciones externas, lo que les está afectando directamente la cuenta de resultados. Esto es algo vergonzoso que creo que como Estado no nos tendríamos que permitir.
–¿Qué papel desempeña la CEOE en esa relación entre el empresariado valenciano y la administración central?
–Las conversaciones que se han tenido con el consorcio han venido con el amparo de la CEOE y se ha estado trabajando, pero la solución en estos momentos no está a la altura de la necesidad de la sociedad.
–¿Tiene previsto solicitar alguna reunión con el Gobierno?
–Nosotros tenemos que plantear todas las reuniones que necesitemos para revertir la situación. Lo que es triste es que como sociedad no hayamos podido conseguir que los grandes partidos mayoritarios consensuen acciones para que haya una única línea de actuación con criterios técnicos y no políticos.
–¿Considera que los políticos utilizan a la patronal?
–Nosotros siempre hemos sido fieles partidarios de una colaboración público-privada clara. Si el sector privado no se hubiera puesto de una manera voluntaria desde un principio a intentar tirar del carro, la recuperación hubiera sido infinitamente más lenta. Por lo tanto, el camino a seguir lo tenemos muy claro y lo que no queremos es demagogias de poner en entredicho esta actuación que tan bien ha funcionado.
«Si el sector privado no hubiera tirado del carro hubiera sido mucho más lenta la recuperación»
–¿Cuál es la opinión del empresariado sobre la gestión política de la dana?
–Pensamos que en este momento no hay altura de miras y que la sociedad está por encima de la política. Creemos que la política tiene que arbitrar soluciones para lo que necesita la sociedad. Esto ya se está perpetuando en exceso en el tiempo.
–¿Y si ponemos el foco exclusivamente en la Comunitat?
–Desde antes de ser presidente de la CEV, en las declaraciones que hice en Femeval, ya avisamos que estábamos en una sociedad valenciana con unos problemas tremendos y con unos presupuestos que son imprescindibles. Lo único que pedimos es que no hubiera luchas internas y solventaran el problema de la manera más rápida posible. Necesitamos estabilidad, la sociedad necesita estabilidad, las empresas necesitan estabilidad. Si la solución son unas elecciones o un nombramiento de candidato, nosotros ni lo sabemos ni lo vamos a decidir. Pero lo que tiene que ser, en cualquier caso, es que la solución nos la den pronto.
–Una vez supo que iba a presidir la CEV, ¿llegó a hablar con Mazón para comentarle estas cuestiones?
–Con Mazón no he hablado para nada. No he tenido ninguna influencia política de nadie. Todos los pasos que se han dado han sido en base a escuchar a empresarios, a federaciones y a asociaciones. Ese ha sido nuestro camino y va a seguir siéndolo.
«Con Mazón no he hablado para nada. No he tenido ninguna influencia política de nadie»
–Y justo después de la dana, cuando el papel de Femeval fue esencial, ¿se puso en contacto con usted el jefe del Consell?
–Con Mazón no tuve conversación. Con la consellera de Industria desde el día uno nos pusimos a su disposición. Con la conselleria ha habido una relación muy buena que incluso se ha perpetuado un poco en el tiempo.
–Entiendo de su respuesta que ve con buenos ojos la continuidad del actual Consell.
–Nosotros no vamos a entrar en política, sino en valorar la gestión. En este momento desde la conselleria de Industria se está haciendo una buena gestión, los sectores están contentos con la relación que están teniendo. Falta dotación presupuestaria para poder hacer todo lo que se tenía que hacer, como he comentado anteriormente, pero en este momento los cambios alterarían un poco los ritmos que estamos llevando. Por lo tanto, nuestro ideal sería que esos presupuestos se aprobaran y que recuperáramos esa normalidad. Los políticos ya van a tener tiempo de pelearse, que vienen elecciones.
«Si la solución son unas elecciones o un nuevo candidato, no lo vamos a decidir nosotros»
–Reitera el asunto de los presupuestos. Fue una de las cuestiones que amplió la brecha entre Navarro y Mazón.
–No creo que nadie deba poner en entredicho el papel que estamos ejerciendo desde el empresariado. Lo vamos a seguir ejerciendo siempre con lealtad institucional, pero con independencia.
–Los otros perjudicados del reparto presupuestario fueron los sindicatos. ¿Cómo espera que sea su relación con ellos?
–Los sindicatos y las organizaciones empresariales hemos evolucionado también con los tiempos. En este momento tenemos muchas más cosas que nos unen que las que nos separan. Seguro que llegarán momentos tensos, pero en los valores generales yo creo que estamos más cerca que nunca. No puede ser que se nos esté utilizando a los agentes sociales a nivel nacional como herramienta política para presionar. Eso nos está debilitando. No es nuestra partida.
–Quizás la reducción de la jornada laboral pueda ser un punto de desencuentro.
–El problema que estamos teniendo es que no se está dialogando. Viene todo por vía del Real Decreto y de la imposición. Pensamos que ese no es el camino. Cuando nos dicen que no queremos negociar, te puedo decir rotundamente que es falso. Nosotros queremos negociar, pero en una negociación de competitividad. No es un tema de definir 37 horas y media y ya está. Además, hay medidas que no las puedes aplicar igual a una empresa del Ibex que a un pequeño comercio. Por lo tanto, se tiene que legislar con una visión de la diversidad que tenemos en nuestro país.
«Con los sindicatos tenemos muchas más cosas que nos unen que las que nos separan. Estamos más cerca que nunca»
–La mañana del fatídico 29-O estaban reunidos el Consell, la patronal y los sindicatos. ¿Tiene intención de recuperar esos encuentros?
–Aún es pronto. Sí que puedo decir que hemos quedado con los sindicatos para hablar en breve, para ir acercando posturas. En líneas generales, yo creo que tenemos que transmitir una idea de valores compartidos, de trabajo justo, de sostenibilidad medioambiental y económica, de igualdad, temas de conciliación. Yo creo que son muchas cosas en las que nos vamos a poder poner de acuerdo. Cuanto más avancemos en trabajar juntos, menos problemas vamos a tener.
–También deberá contentar al empresariado, que muestra cada vez una mayor preocupación por el absentismo. Sin embargo, usted ya ha comentado en alguna ocasión que le preocupa más el aumento de bajas por salud mental entre los trabajadores más jóvenes. ¿Cree que el empresario puede entender esa forma de pensar?
–El problema no es en sí el mercado laboral, es una suma de muchas cosas. Hay riesgo de que exista desmotivación porque el acceso a la vivienda es complicado, no os podéis –en referencia a los jóvenes– hacer un proyecto de vida...Son muchas cosas que nos están afectando, que no estamos leyendo y que están haciendo que haya un cambio. Eso es grave.
–¿Qué peso tiene el factor humano en la gestión empresarial?
–Creo que hay que poner una parte humana en todo lo que se haga. Para negociar un convenio colectivo tienes que haber tenido siempre hijos que hayan estado en el mercado laboral, porque pones en valor otras cosas. Yo creo que la dignificación de la figura del empresario que siempre estamos reivindicando, no es por la propia palabra en sí, sino porque lo que transmitamos a la sociedad sean esas ideas de sostenibilidad, de igualdad, de pensar en la sociedad. Yo creo que son ideas que tenemos que transmitir.
–Su parte humana le ha abierto puertas. Muchos empresarios destacan de usted la cercanía.
–Siempre he sido así, siempre he pensado que el trato directo es lo mejor: el ir de cara, el no engañar nunca a nadie. Creo que son valores básicos que deberíamos de tener todos. Lógicamente ahora en la CEV todo está viniendo de cara, estamos viendo una evolución importante. La foto el otro día en la asamblea de ver a toda la gente de Alicante junta y con buen ambiente yo creo que no tiene precio. Pero insisto en que creo que hay una manera diferente de hacer las cosas, que es hacerla de una manera normal. Lo que pasa es que eso hoy en día sorprende.
–Ha mencionado Alicante. ¿Están contentos con usted al frente?
–Eso se lo tienes que preguntar a ellos. Yo los veo contentos, pero también en Castellón y en Valencia. Ahora veo muy buen ambiente. No es que no lo hubiera antes, porque había buen ambiente, pero esa gente que tenía recelos, pues veo que está cambiando. Ya nos pelearemos y saldrán cosas, pero de momento el cambio que se está produciendo, tiene bastante más calado de lo que en principio pensamos.
–Y por último, ¿tiene algún deseo para su mandato?
–Desearía que fuera un proyecto totalmente colectivo, no presidencialista. Un proyecto en el que exista un sentimiento verdadero de pertenencia de todo el mundo y con un respeto por parte de la sociedad y la administración.
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