

Secciones
Servicios
Destacamos
La desaceleración económica que ya hace temer una verdadera crisis en determinados sectores comienza a agravarse en las empresas metalúrgicas valencianas que emplean a ... casi 200.000 personas en la Comunitat. Las principales fábricas confirman que las expectativas de los próximos meses son malas y algunos de los referentes del sector ya sufren huelgas.
El sector del metal, en especial el más vinculado a la automoción que tiene como eje central a la planta de Ford en Almussafes, no había terminado de recuperarse de la pandemia cuando se vio golpeado por la crisis de suministros, que afectaba a sus materias primas. Además, después llegó la inflación provocada por los disparados precios de la energía.
Ante esta situación el sector se ha sumergido en el pesimismo. Según el último informe de coyuntura de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval), las empresas otorgan una nota de un 3,6 a las previsiones futuras, un punto menos que en el anterior trimestre.
Noticia Relacionada
Y lo hacen porque son conscientes de que las expectativas de empleo no son buenas y mucho menos las de inversiones. Pese a que la actividad ha aumentado algo más de cuatro puntos entre julio y septiembre respecto al año anterior el crecimiento anual está en un 1,8%, la mitad que la media española. Y este leve repunte no ha podido evitar que se hayan perdido casi 1.900 empleos en tres meses hasta contar con un total de 191.931.
Los subsectores con una mayor demanda energética han sido los que se han llevado la peor parte, mientras que los talleres de coches resisten mejor e incluso cuentan con más trabajo. Ante la falta de producción de vehículos en plantas como la de Ford, que aún sigue con un ERTE en vigor, la gente intenta alargar más la vida de su automóvil. Las más centradas en las exportaciones también aguantan bien.
La complicada situación que viven las empresas está provocando que las negociaciones para renovar convenios y aumentar salarios para tratar que el trabajador no pierda poder adquisitivo se estén complicando ya que muchos acuerdos están lejos de ser una realidad. De forma paralela, hay tensiones en firmas de la envergadura de Kamax, que tiene una fábrica de tornillos en Museros y es proveedor de la automoción. Desde el lunes el personal está en huelga indefinida.
El comité de empresa denuncia que la plantilla formada por casi 300 personas «lleva años haciendo concesiones, buscando el diálogo y la coherencia, intentando siempre llegar al acuerdo a través de la negociación y el entendimiento, pero los constantes incumplimientos de los acuerdos por parte de la dirección limitan seriamente la línea de negociación». Consideran que la empresa debería aumentar los puestos de trabajo porque creen que se está sometiendo a los empleados a una sobrecarga de trabajo.
El presidente de Femeval, Vicente Lafuente, trata de levantar el ánimo a sus asociados al asegurar que, «aunque no hay recetas mágicas, las empresas del metal tenemos la disciplina, constancia, rigor, imaginación, audacia, madurez y responsabilidad para ejercer como motor de crecimiento económico«.
Pero también hace un llamamiento a las instituciones al reivinciar que es necesario que el esfuerzo «se vea reconocido mediante partidas económicas que impulsen modelos de negocio sostenibles y resilientes como nuestra industria; que creen un sistema de formación que aumente la capacitación profesional y genere perfiles que nuestras empresas demandan con urgencia; y eliminen duplicidades y burocracia que desincentivan la creación y desarrollo empresarial como la falta la agilidad en las tramitaciones de expedientes de nuevas actividades y licencias», sentencia Lafuente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.